El nuevo decreto entrará en vigor a las 00.01 del 16 de marzo. A diferencia del anterior expedido el 27 de enero y suspendido por orden judicial, ahora solo podrán entrar los ciudadanos de esos seis países que tuvieran un visado válido antes del 27 de enero.
Así mismo el Decreto no limitará la entrada al país de los refugiados de Siria que lo establecía la anterior medida y se permitirá la entrada de los iraquíes una vez que el gobierno de Irak se ha comprometido a colaborar en la investigación de sus nacionales.
En adelante, en vez de los 110.000 refugiados previstos para 2017 por la Administración Obama, se recibirán 50.000.
Además el decreto ya no da preferencia de entrada a las “minorías religiosas“ — especialmente cristianos— que provengan de los seis países incluidos en el documento. Asimismo, las personas de estos países que ya se encuentren residiendo de forma legal en EE.UU. y quienes tengan “tarjetas verdes” no se verán afectadas por la nueva orden.
El decreto del 27 de enero será anulado en el momento de la entrada en vigor de la segunda versión. La opinión de Trump con la firma del primer decreto era que se podía “mantener fuera de EE.UU. a los terroristas islámicos radicales”. Lo primero que ocurrió es ciertas aerolíneas se negaron a permitir el embarque a los viajeros de dichos países que se dirigían a Estados Unidos.
El 3 de febrero, un juez federal de Seattle dejó sin efecto esta orden ejecutiva de manera temporal. Desde entonces, el Departamento de Justicia de EE.UU. ha apelado sin éxito varias veces esa decisión.
Mientras tanto desde Caracas se informa Los presidentes que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) han decidido activarán un fondo de asistencia a los migrantes latinoamericanos y caribeños en Estados Unidos (EEUU).