DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
4 DE ENERO DE 1979
Contra viento y marea
EL TERRORISMO
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
El terrorismo ha querido interferir en el proceso de restauración democrática valiéndose de la dinamita y el revólver.
A medida que se ha profundizado en las investigaciones sobre el atentado criminal que ha costado la vida del fundador del FRA,Abdón Calderón Muñoz, los terroristas y especialmente un testigo voluntario ha dado las pistas suficientes para determinar que los instigadores buscaban crear el desorden y el caos para impedir el acceso al poder de un Gobierno civil legítimamente escogido en las urnas.
El terrorismo ha sido un medio de actuar de los sectores de la extrema derecha y de la extrema izquierda; ambos sectores siempre se han opuesto al libre juego de la democracia, y han postulado la violencia como un medio de imponerse.
Lamentablemente, en nuestra América Latina ha habido también ejemplos de actos de violencia instigados por los gobiernos de facto; como los casos de Brasil, en donde grupos de terroristas secuestran, matan y hacen desaparecer a hombres y mujeres de pensamientos libres. En Chile los últimos descubrimientos de cadáveres maniatados y con signos de tortura y tiros de gracia, han colocado en mal predicamento al ya tan desprestigiado y autoritario régimen del General Augusto Pinochet.
El caso del señor Letelier, del General Prat determina que el terrorismo internacional ha interferido e inspirado al gobierno militar. Casos y cosas,así mismo, graves han sucedido en Uruguay, Paraguay, Argentina, Bolivia, donde el terrorismo de Estado ha sido amparado por las Instituciones Policiales.
Estamos seguros que en el Ecuador lo sucedido no comience a ser una réplica del autoritarismo y violencia del Cono Sur. El grupo de extremistas que ha venido actuando ha usado la violencia torpe y pese a ello no han logrado impedir que la paz y el anhelo de una auténtica reconciliación nacional se haga realidad.
Sus actores e instigadores deberán ser sancionados mediante una eficaz acción de la ley, y porque sobre todo es necesario descubrir a los autores intelectuales que han adoptado como arma política el terror ante la ineficacia de su acción política.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.