Por Fernando Borja Gallegos
31 de julio de 2018
El lunes 30 de julio del 2018, los Obispos chilenos, resolvieron reunirse en extraordinaria asamblea, para abordar los repugnantes temas que los agobia en estos momentos.
Como rememoro en mi artículo “EL FIN DEL MUNDO Y LOS CURAS SE QUITARON LA SOTANA”, publicado el 28 de julio del 2018, el Fiscal Emiliano Arias, citó al Arzobispo de Santiago de Chile y Cardenal, Ricardo Ezzati, a fin de que declare dentro del proceso judicial instaurado para descubrir a los autores, cómplices y encubridores, de abusos sexuales de niños, niñas y adolescentes.
El Cardenal Ricardo Ezzati, fue imputado por “encubrimiento” de los mentados abusos.
La reunión de Obispos concluirá el próximo viernes 3 de agosto y es de esperar que en ella, en gesto de arrepentimiento, resuelvan pedir al Papa Francisco que expulse a todos los implicados en estos delitos y, además, los ponga a órdenes de la justicia ordinaria.
Hubiera sido conveniente que el organizador de ese evento, invite también a los curas implicados de otros países, no se debe olvidar que no hay lugar del planeta Tierra que no cuente con ese tipo de delincuentes, cuya conducta provocó la peor crisis que afecta a la Iglesia Católica en el ámbito mundial.
En mi libro “Lucrecia Borgia”, publicado en marzo de 2015, en las páginas 143 hasta la 150, destaco la reacción que produjo la venta de indulgencias, la simonía, el nepotismo, el despilfarro, que produjo la Reforma y la Crisis en la Iglesia Católica.
Cito a John Wycliff, Jan Huss, Girolamo Savonarola, Martín Lutero, Calvino y Enrique VIII, como principales actores de la mentada reforma.
El sacerdote y prestigioso teólogo inglés John Wycliff, condenó la venta de indulgencias, por el año de 1380; Jan Huss, brillante sacerdote checo, que criticó la inmoralidad de la Iglesia, por lo que fue acusado de traición y murió en la hoguera en 1415; Girolamo Savonarola, inteligente cura dominico que denunció en sus sermones la corrupción de El Vaticano, por lo que fue declarado hereje, por ende, en 1498, fue ahorcado y quemado en la hoguera en la Plaza Mayor de Florencia; Martín Lutero, nació en Alemania en 1483, fue ordenado sacerdote en 1507; y, en 1512, se le otorgó el título de doctor en Biblia.
En su juventud Martín Lutero, captó el alcance de “ofrecer indulgencias” a los feligreses y rechazó por inmoral ese sistema.
Lutero calificó “como estafa y mentira la compra venta de indulgencias”. Predicó contra ellas y lanzó 95 tesis. Sus tesis fueron traducidas y difundidas en Europa.
El Papa León X, lo calificó de hereje y, a partir de entonces, Lutero negó la autoridad papal.
La actividad de la Iglesia Católica, criticada por Lutero, estaba relacionada con la venta de indulgencias. Las misas o reliquias que los deudos pagaban, según la Iglesia, para disminuir el tiempo de permanencia del muerto en el Purgatorio. Luego, se inventaron las indulgencias plenarias que, costaban mucho más, pero se perdonaban todos los pecados, sin necesidad de confesión. De la indignación de Lutero, surgen sus 95 tesis que, como ejemplo, destaco tres: “la indulgencia solo tiene valor para liberar de las penas que la Iglesia ha impuesto a través del Papa o sacerdotes. Esas penas sólo se aplican a los vivos, puesto que los muertos ya son libres de las leyes de la Iglesia”. “El cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho al perdón completo, aún sin cartas de indulgencia”. “Es preferible hacer obras de caridad y sufrir las necesidades de su hogar que comprar indulgencias”.
Se infiere de lo expuesto, que si el recto sacerdote alemán Martín Lutero vuelve…se va, tomando en cuenta la corrupción que vive la Iglesia Católica, en estos precisos momentos, por la inmoralidad de curas disolutos.