DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
15 DE AGOSTO DE 1979
Espejo del Ecuador
DECRETOS Y LEYES
Javier Simancas C.
La Cámara Nacional de Representantes y sus sesenta y nueve miembros que pertenecen a los partidos reconocidos por la Ley de Partidos, buscarán un solo objetivo: sentar las bases para que en Ecuador se restablezca definitivamente la democracia y se comience a delinear los términos que servirán para implantar la justicia social, los derechos civiles y las libertades públicas que exigen los ecuatorianos se recuperen como un objetivo nacional.
Los parlamentarios han escogido caminos diferentes y desde ya se observa que, cada corriente ideológica, tiene su forma de pensar, de aplicar su acción para, aparentemente, llegar a ese punto que todos aspiran. El interés por servir al país, sin embargo, comienza a recibir los primeros vientos de la discordia ideológica y partidista. El afán de figuración ya se evidenció en las dos primeras sesiones parlamentarias. cuando ciertos legisladores fueron acusados de colaboracionistas del régimen dictatorial y otros que ahora hablan a nombre del pueblo,durante los largos años de dictadura guardaron silencioso y sumisión
Es aceptable tales discrepancias en el marco de la democracia que empezamos a vivir, siempre y cuando en su nombre no se cometan los desatinos y desafueros que desprestigiaron en otras ocasiones al Congreso Nacional.
Hay una sola tarea, un solo objetivo, servir al país. Lo contrario significa un atentado a la voluntad popular, una burla a los electores que se habrían equivocado escogiendo a los que pensaron eran los mejores hombres que tiene el país y cada provincia.
Ecuanimidad, prudencia, menos palabras y más energía para legislar en beneficio de la nación exigen los ecuatorianos. Es hora de que aquellas escenas parecidas a los circos romanos y que caracterizaron a las anteriores legislaturas, sean enterradas para siempre, borradas incluso de las negras páginas políticas que ha tenido Ecuador.
Los decretos y leyes que han expedido, como consecuencia del sentir nacional, como fruto de un trabajo de equipo y como pensamiento de acción de cada partido político, deben encauzarse por los senderos de realizaciones prácticas. No importa si estos decretos y leyes nacen de los partidos azul o rojo. Ante todo y sobre todo, están los ecuatorianos que, expectantes comienzan a confiar en sus elegidos.
Hay que reconocer que ya se han dado pasos positivos. La Unión Nacional de Educadores, como cuerpo organizado recobró su legalidad; los trabajadores tendrán mejoras salariales, la seguridad social se proyecta hacia todos los sectores marginales del país; los organismos provinciales y cantonales podrán contar con más recursos,
Estos y muchos otros decretos de leyes están en manos del Congreso. Ojalá que la injusticia, la desocupación, la falta de vivienda, el desequilibrio económico fiscal y las diferencias sociales, comienzan a alejarse de nuestro panorama. Está en manos de la Legislatura la salvación nacional o el comienzo de su autodestrucción.