Por Lonny Fabián Espinosa S.
El día miércoles 17 de mayo Ecuador despertó con una de las mejores acciones ejecutadas por el Presidente de la República, esto es la expedición del Decreto Ejecutivo No. 741, mediante el cual resolvió disolver la Asamblea Nacional.
Esta medida era algo que se esperaba desde hace mucho tiempo, cuando se evidenció el nacimiento de una idea desestabilizadora, orquestada inicialmente por los socialcristianos, por no haber accedido al control del primer Poder del Estado. Pretendían que la presidencia de la misma recaiga en el asambleísta Henry Kronfle, con el apoyo de los correistas, responsables del mayor atraco a las arcas del Estado, y otros, que poco a poco fueron sumando,tras la disidencia de sus partidos como es el caso Pachakutik e Izquierda Democrática,ID.
Lastimosamente al Presidente le tomó demasiado tiempo adoptar la decisión de disolver la Asamblea. Asumo porque pensó que podía cambiar las cosas. Perdió tiempo muy valioso. El Presidente no tomó en cuenta que la Asamblea Nacional no estaba conformada por políticos, sino por una jauría de oportunistas, negociadores de la pobreza de sus electores, negociadores de las esperanzas de un pueblo que está cansado de ver cómo se quieren repartir lo poco que queda del país.Vendieron hasta de su propia dignidad.
Es irónico pero a los pocos días de haberse disuelto la Asamblea Nacional, y aún antes de que se convoque a elecciones anticipadas presidenciales y de asambleístas, sin aprender de lo sucedido, nuevamente aparezcan con la etiqueta de supuestos "salvadores" una cantidad irresponsable de pre candidatos a la Presidencia. , Al momento se cuentan 8, pero seguro serán muchos más.
Esta actitud evidencia que el oportunismo sigue, no hay políticos, no hay intenciones de cambiar la situación del país, pero si se avizora la intención de saquear los pocos recursos que nos quedan y seguir negociando con la pobreza y la esperanza del pueblo.
Ecuador es un país lleno de riqueza, pero carente de verdaderos líderes que lo saquen de la pobreza y subdesarrollo en el que lo han dejado gobiernos populistas, pseudo socialistas y corruptos, que se aprovecharon de la mayor bonanza económica para beneficio personal y de sus acólitos y como siempre tomando la frase de un programa de entretenimiento, el eterno perdedor es el pueblo.
Los ecuatorianos no queremos candidatos presidenciales al por mayor, queremos que haya consensos, algo muy difícil de lograr. Estos -candidatos-, tienen una sola agenda: llegar al poder con propuestas demagógicas y luego llenarse los bolsillos.
Si hubiera en verdad políticos, no tendríamos tantos precandidatos. Seguro que todos ofrecerán sacar al país de la crisis, pero ninguno está dispuesto a renunciar y hacer un solo frente en contra de quienes vienen por lo que les faltó.