En julio de 1994, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana realizó en Quito y Guayaquil tres días de conferencias sobre la identidad nacional y el desarrollo del país. En Quito el entonces ex rector de la Universidad Católica de Guayaquil, Doctor Gustavo Noboa; el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, Doctor Ramiro Larrea;el economista Alberto Acosta y licenciado Javier Simancas, representante del diario El Universo, participaron con el tema “Corrupción de Crisis de Valores.”
El evento se realizó en el auditorio de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, PUCE con asistencia de alrededor de 500 personas.
La conferencia del periodista Simancas Cevallos fue la siguiente:
En este galopar sobre la corrupción, el papel de los medios de comunicación social parecería inoficioso e impotente por el poder que logran los corruptos. Se relaciona su labor perioddística más bien con el escándalo, el sensacionalismo y el deseo de hacer daño y menos con su trascendental papel de denuncia de casos.
El papel del periodismo a lo largo de la historia ha sido trascendental. En la época colonial se crearon los Tribunales de Cuentas con el objeto de controlar a los súbditos para que paguen los tributos y a su vez a los recaudadores para que no se queden con los tributos. Los Cronistas de Indias dregistraron los atropellos e inmoralidades de los representantes de la Corona Española.
El fundador del periodismo escrito ecuatoriano, Eugenio de Santa Cruz y Espejo, en los pocos números de las Primicias de la Cultura de Quito, denunció la imperante corrupción de la época. El terminó en una masmorra y entregando su vida.
El llamado padre de la República,Juan José Flores, fue desenmascarado como falsificador de billetes por el periódico “El Quiteño Libre”. Los caballos pisotearon y destruyeron la imprenta; los periodistas fueron arrestados, golpeados, perseguidos y asesinados.
La corrupción ha estado y está unida al poder político y económico. Sus actores, como aves de rapiña y como aves de paso por la administración pública, actúan inventándose miles de artimañas para evadir la ley y la justicia.
Actualmente, la prensa, escarbando por encima, superficialmente, ha encontrado y sigue encontrando casos de corrupción pública o privada en los contratos y negocios con el Estado.
Algunos ejemplos ya los mencionaron aquí. Son diarios, se ha vuelto parte de la cotidianidad social pero, asimismo, se han creado tantos y cada vez más complicados mecanismos de control que, por su misma naturaleza resultan impracticables.
La corrupción ha cambiado en el curso de la historia ecuatoriana. Citando más ejemplos, en el periodo garciano, Juan Montalvo combatió la corrupción, lo mismo hizo García Moreno contra los gobiernos liberales. La revolución Juliana estalló para derrocar la corrupción, el caos, el despotismo.
Los innumerables levantamientos militares, golpes de Estado, asonadas cívico-militares, fueron para combatir la corrupción. La misma revolución liberal alzó su voz en contra de los corruptos conservadores, pero terminaron enredados en el torbelino de la misma.
El Presidente Isidro Ayora,tras la revolución juliana, trajo a la llamada misión Kemmerer de Estados Unidos para, supuestamente, dar solución a estos males. Nació la Contraloría General del Estado, las superintendencias de bancos e incluso la Caja del Seguro Social.
A comienzos de la dictadura revolucionario nacionalista encabezada por el general Rodríguez Lara, se contrato a una misión de expertos parecida a la misión Kemmerer para implantar la llamada Ley Orgánica de Administración Financiera y Control, asimismo para combatir la corrupción pública. Esta Ley sigue vigente, pero ahora solo pesca a los pequeños peces, mientras los gordos son benefactores.
La corrupción y la política son hermanas. En los años 70 el presidente José María Velasco lbarra fue derrocado acusado de amparar la corrupción de un grupo de sus colaboradores.El Secretario General de la Administración de ese entonces, regresó de Lima cargado de maletas con contrabando para citar un de los tantos actos inmorales.
Años más tarde los golpistas militares también eran destituídos por el mal uso de los recursos públicos que fueron abundantes por el aparecimiento del petróleo. Esto abrión las puertas para el surgimiento de nuevos ricos políticos y empresarios. Se alzó en armas un grupo de generales y coroneles, encabezados por el General Raúl González Alvear para tumbar a Rodríguez, pero fracasó. Rodríguez poco tiempo después fue derrocado por un triunvirato militar.
Las leyes ecuatorianas son excepcionalmente complicadas. En vez de sancionar los delitos de peculado o enriquecimiento ilícito parecería que los protegen. Por ejemplo una reforma al Código Penal y a la Ley Orgánica de Administración y Control vigente introducida en agosto de 1985, fue derogada en octubre de 1986 por el Congreso de ese entonces.
Quedó como opcional revelar la situación patrimonial del funcionario de elección popular y del empleado público antes y después de asumir el cargo.
El periodista y los medios de comunicación desenvuelven su actividad en este contexto y no solo con las limitaciones de la ley y las restricciones estatales, sino de aquellas que se imponen desde la misma empresa periodística y la situación individual de cada comunicador. La denuncia del periodista se ha convertido en una tarea de alto riesgo. De un lado por la sistemática y soterrada amenaza de ser enjuiciado, la intimidación y en algunos casos el miedo y finalmente el despido de la empresa donde trabaja.
A esto se agrega la autocensura,la aplicación de un código ético que nace de su propia formación moral. y profesional.
La prensa ha jugado, juega y jugará un papel trascendental en el campo de la denuncia sobre corrupción. Lo ha logrado, se han cazado algunos "peces gordos". La publicación o el escándalo, como muchos califican a las denuncias, han posibilitado, al menos, la sanción moral para el corrupto.
Recuerdo que durante la administración dictatorial de Rodríguez Lara, diario El Tiempo denunció un caso de tráfico de influencias para impedir sanciones administrativas, civiles y penales a una funcionaria del INNFA. Ya para ese entonces se había comenzado a aplicar la Ley Orgánica de Administración Financiera y Control expedida por los dictadores. Tras la denuncia pública se logró que el Contralor sea defenestrado del cargo. El despido de un alto funcionario que tenía el grado de coronel, en una dictadura fue de tremendo impacto porque, como todos coinciden aquí en señalar, en dictadura la corrupción se tapa y en democracia la corrupción se destapa.
Es que en democracia parecería que hay mayor libertad de acción para descubrir estas atrocidades de los malos funcionarios públicos y privados y la prensa juega un papel protagónico para investigar casos y acoger denuncias .
En democracia el papel de la prensa es diferente frente a una dictadura. Sin embargo hay que tener mucha más habilidad para poder llegar hasta la consecución del objetivo que se proponga denunciar. La corrupción es más visible, hay menos miedo y hay más facilidades para descubrirla.
Por la prensa se ha logrado desentrañar una parte de esta telearaña. A nivel latinoamericano los ejemplos abundan. La prensa brasileña puso al descubierto la cleptocracia en el gobierno del presidente Collor de Melo. Recogió e investigó las denuncias de su hermano. No se hubiera destapado la olla de víboras que se cocía en esa administración o se hubiera hecho caso omiso de las mismas. sin el papel de la prensa. Se cazó al pez gordo del gobierno de Panamá, Antonio Noriega, que había hecho de su República el paraíso del tráfico de cocaína, de armas y del lavado del dinero sucio proveniente de la droga.
Retrocediendo más en la historia, el presidente Nixón renunció. Dos periodistas descubrieron lo que en un principio parecía tan insólito y luego tan grave como vigilar a los dirigentes demoócratas. Los dos periodistas no estuvieron libres del miedo y del hostigamiento.
Es por la prensa lo que le está ocurriendo al ex presidente de Venezuela, Andrés Pérez, a Luisinchi.
En el Ecuador los casos abundan y las denuncias de las inmoralidades públicas son parte del convivir político. Es más líder quien más denuncia. Sin embargo el periodismo es cauto y valiente. Aún se vive la etapa que va entre la denuncia y la investigación. La denuncia es falsa o simplemente el corrupto es protegido por el Poder.
El periodista ecuatoriano tiene múltiples obstáculos, trabas, como el muro de Berlín. La bandera de lucha contra la corrupción ha sido izada y utilizada por los regímenes o líderes políticos como arma para engañar y dañar al enemigo, como la promesa y la esperanza para el pueblo.
El discurso del presidente Jaime Roldós cuando realizaba su campaña electoral giró alrededor de la corrupción de la dictadura; su sucesor Osvaldo Hurtado inició su mandato presidencial destituyendo a dos ministros bajo el supuesto de ser corruptos; el presidente Rodrigo Borja, en su campaña electoral, su discurso fue que combatirá este mal para salvar al país de quienes se habían llevado hasta las orejeras de oro de las reliquias indígenas del Palacio Nacional.
Los partidos políticos y sus propuestas programáticas tienen insertados planes contra la corrupción. Pero ya como gobierno son incapaces de cumplir y son más bien arrastrados por la misma.
Para usufructuar del poder recurren a todo tipo de maniobras legales e ilegales, sucias e inmorales. Se llaman pactos, acuerdos, concertaciones para repartirse los poderes judicial, legislativo,Ejecutivo, los tribunales Electoral y Constitucional y los organismos de control fiscal.
Nosotros como periodistas sabemos como se reparten, pero no tenemos pruebas de esas negociaciones a puerta cerrada. Mas los hechos se evidencian.
Los que manejan por ejemplo los fondos reservados del ministerio de Gobierno o Presidencia de la República que sirven para defender la seguridad e integridad nacional también se utilizan para corromper. Entonces la falta de pruebas nos convierten en una especie de pseudo profesionales o cocodrilos que nos arrastramos buscando la verdad. Esa es una de las tragedias de la democracia.
Cuando se realizaba, esto como una anécdota, el reparto del poder judicial en 1992, diario El Universo denunció que uno de los candidatos a juez de la Corte Suprema de Justicia, estuvo vinculado a las organizaciones de narcodefensores o narcojueces, al dictar sentencias absolutorias no obstante las pruebas fehacientes.
El periodista y el periódico fueron demandados.El denunciado reclamaba una indemnización de 2 mil millones de sucres y la rectificación de la noticia. El diario mantuvo su denuncia y el juicio siguió. El sujeto es ahora diputado en representación del PRE.
Esta historia es una prueba más de la indefensión que tiene el periodista para enfrentar la luchar contra la corrupción.
En los casos de las denuncias contra el narcotráfico y sus secuelas de corrupción a todo nivel del Poder, algunos medios impresos se han jugado el todo por el todo.Contaron las historias que antes no hubiera sido posible si la Policía no se animaba a revelar. La prensa tras más de 30 años pudo escribir lo que era vox pópuli en todos los niveles. A su manera los cabecillas del narcotráfico en el país eran un remedo de los Rodríguez Cacha, Ochoa Rodríguez, Escobar Gaviria de Colombia. Financiaban campañas electorales, financiaban la sobrevivencia de bancos, financieras y corrompían incluso a elementos de los medios de comunicación social. Hay una red de narco jueces, narco políticos, narco policías.
En dos años gracias a la valiente posición del periodismo se ha logrado hacer conciencia de lo que son las mafias nacionales,su poder y sus conexiones.
Esto puso en evidencia el miedo y la corrupción de los jueces. Una ley hecha aparentemente inaplicable, parecería que abre las puertas de los narcotraficantes gracias a la habilidad de los narcodefensores. Dicen los jueces que la Ley Antidrogas no puede aplicarse o al menos un 60% de ellos tienen miedo a dictar sentencia y el resto quieren vivir más cómodamente y sin explicaciones.
Se calcula que anualmente están movilizando no menos de diez mil millones de sucres para pagar jueces, a los carceleros y para pagar la evasión o la fuga de narcotraficantes.
Esta es otra de las realidades sociales del país y allí nuevamente el papel de la prensa es trascendental. Corre más riesgo para conseguir pruebas y publicarlas. En estos casos a veces mejor actuamos con sentido común.
En algo se ha detenido el proceso de corrupción aunque los peces gordos siguen campantes.
Por la prensa, actualizando el tema, se permitió conocer lo que la Contraloría en su discurso público y en el discurso reservado estaba haciendo alrededor de los casos de un ex comandante de policía y de la ex Alcaldesa de Guayaquil.
Un informe secreto estableció las realidades de lo que ocurría en sus actividades privadas y pública, y otro contenía superficialidades para entregar a la prensa. La acuciosidad de un medio o el patriotismo de algún funcionario del Ministerio de Gobierno o de la Contraloría permitió que lo primero de publique. El oficial policial tuvo que abandonar el cargo.
Pero qué ha logrado la prensa con las publicaciones que hace. Nadie está en la cárcel o casi nunca hay sentencia. Lo que logra es que el pueblo, el lector los sancione moralmente .
De qué sirve, en otro ejemplo, que el grupo de policía haya hecho la investigación alrededor del tema de lavado de dólares, si todo queda en nada; qué sirve publicar el hecho si lo asocian con el escándalo o de escribir por venganza o para satisfacer oscuros intereses.
Los periodistas cuando luchan contra la corrupción también luchan con su propia conciencia y supervivencia. El problema de ser “tontos útiles” de los amigos y enemigos. El debate de conciencia es determinar hasta qué punto un descubrimiento de corrupción puede ser una excelente historia, o si responde a los intereses de grupos o de individuos que quieren dañar a las personas .
Un ejemplo típico es el caso de los trolebuses para Quito. Decenas de fax, decenas de llamadas, montón de documentos de parte interesada evidenciaban la vehemencia de utilizamos. En estos casos aquellos que se escudan en el anonimato deberían dar la cara y enfrentar la denuncia públicamente y no lo han hecho.
Todos los actores políticos y sociales que de una u otra manera tienen que ver y están atados a los problemas de la corrupción deben dar la cara. En el Parlamento Nacional se han revelado los nombres de los diputados que salieron y no salieron del país.
Un año y medio nos tocó escarbar,investigar y publicar. Ahora somos enemigos de la democracia, de los parlamentarios, de la Contraloría ; somos cómplices de la conspiración inexistente contra la democracia y contra la Función Legislativa. Por denunciar tenemos como premio los odios y las pasiones más mezquinas.
Cuando fui yo invitado a este panel nos pedían también una perspectiva de lo.que se puede hacer alrededor del tema. Nosotros analizamos mucho el campo ético y moral. Para difundir este tipo de cosas pensamos mucho en el daño que se puede hacer a la familia, al individuo y a la sociedad. Nos angustia, hay dolor de alma al publicar cuando los casos son concretos y nos duele también que el ejemplo de la ética y moral que deben dar los gobernantes no lo apliquen en su magnitud.
Los que luchan contra la corrupción han puesto pruebas contundentes a los gobernantes. Les han dicho, este funcionario tiene vínculos con esta organización tenebrosa, dé ejemplo de moral, sanciónelo, ordene su encarcelación, pero la respuesta es, no lo creo, son calumnias.
¿Qué puede hacer un periódico o un periodista en esos casos?. Con estas reflexiones concluyo diciendo que si bien es cierto que galopamos en la corrupción, también es cierto que los medios de comunicación están contribuyendo a que ésta se desenmascare. Buscan hacer conciencia en el pueblo que al denunciar un caso puede generalizarse a miles de casos. Con ello se logrará, al menos, la sanción moral.
Para hacer el trabajo periodístico, nosotros no podemos convertirnos ni en investigadores policiales, ni detectives,menos agentes policiales o de la KGB rusa o CIA norteamericana.
Necesitamos la ayuda de ustedes. Necesitamos formar una "isla de transparencia, desde donde los ciudadanos que conozcan inmoralidades y corruptelas nos hagan llegar las pistas que nos permitan comenzar, seguir y sobre esa base, estoy convencido, tendremos la posibilidad de rescatar la moral y la ética de gobernantes y gobernados.