René de la Torre Alcívar*
El triunfo del señor Daniel Noboa, siembra esperanza. El señor Presidente electo triunfó porque sabe tomar decisiones, con valentía enfrentó a la candidata del ex Presidente Rafael Correa, que creía que la candidata que él había elegido iba a ganar en la primera vuelta.
El Presidente Noboa tiene vocación de servicio, eso es un mérito, pero no hay que olvidar que los votos del sector anticorreista también colaboraron para el triunfo del 15 de octubre.
El señor Presidente, en el poder, tiene que actuar con humildad y sensatez, para lidiar y resolver los complejos y angustiosas situaciones que todos padecemos.
Los servicios básicos, educación, salud, no pueden seguir en el discurso. La violencia y la inseguridad tienen que ser derrotadas. Las desigualdades lacerantes que padecen las mayorías de nuestros pueblos, tienen que ser superadas. La desnutrición infantil no puede continuar. Los mayores adultos no pueden ser tratados como objetos descartables.
Hay que enfrentar los problemas con sinceridad y medidas reales.
Convocar al pueblo, para que en las urnas se pronuncien sobre las medidas que deben adoptarse, es peligroso. Los que perdieron las elecciones el 15 de octubre se unirán. El señor Iza y sus aliados tendrán la ayuda de dineros sucios, y así los problemas seguirán vigentes.
El señor Presidente, Daniel Noboa, no debería ser candidato para la reelección presidencial el año dos mil veinticinco. Si hace un buen gobierno podrá ganar una elección presidencial en los años venideros. Si busca la reelección, los aduladores de siempre estarán a su lado, y los políticos chulqueros le pondrán muchas trampas.
Todas y todos los que sentimos y vivimos la realidad ecuatoriana, queremos que el Presidente Noboa gobierne para todas y todos. Esperamos que la esperanza que nació el 15 de octubre no muera.
* Expresidente del Tribunal de Garantías Constitucionales de Ecuador