Por Hernán Patricio Orcés Salvador
La amistad es algo inapreciable, fluye espontáneamente, a medida que se la cultiva, cuando nos vemos interconectados con quienes expresan esa preocupación por compartir las cosas que hacemos y estar presentes siempre en los buenos y en los malos momentos; por eso decimos que además de la familia más íntima, los buenos amigos siempre están presentes y nos expresan su sincera amistad.
Son momentos muy difíciles los que vivimos actualmente, lo que hace que las familias tiendan a cerrarse en su círculo más íntimo, es decir principalmente compartir solamente entre padres, hijos y nietos principalmente; ya no hay esa amplitud de hacerlo con un círculo más amplio como era antes, donde estábamos siempre con los hermanos, los tíos, los sobrinos, los primos y muchos amigos que eran parte de la familia. Aquello paulatinamente va perdiéndose, pues las distancias, la economía, la complejidad de la vida actual, ha dado lugar a ese distanciamiento.
¿Cómo recuperar esos momentos que los recordamos con mucha nostalgia? Quizás ameritaría volver a tener la iniciativa y el liderazgo de encontrar medios y caminos para volver a fortalecer esa amistad y ese cariño familiar y también el del grupo de amigos con quienes compartíamos el día a día, pues ha ocurrido que cada uno con sus actividades profesionales, sus compromisos familiares, ya no tienen ese tiempo para prodigarlo y expandirlo.
Para cultivar las amistades recomiendan algunas cosas como las siguientes:
1. Ser amable, pues este comportamiento sigue siendo el centro de las relaciones exitosas.
2.Ser un buen oyente, siempre y cuando estemos pendientes de lo que sucede con nuestra amistades.
3.Compartir, darnos tiempos para visitar y ser visitados.
4.Demostrar que pueden confiar en uno, cuando guardamos un secreto compartido y no lo divulgamos o si somos capaces de dar consejos sinceros, oportunos y adecuados.
5.Tratar de estar disponible, pues las exigencias de nuestro mundo actual no da cabida con facilidad para encontrar un tiempo para compartir con nuestras amistades.
6.Controlar las propias reacciones, pues a veces podemos pecar de groseros o exagerados al inmiscuirnos en los problemas de nuestros conocidos.
¿Cuáles son los beneficios de las amistades?
Se dice en general que los amigos de verdad son buenos para la salud porque ellos pueden ayudarte a celebrar los buenos momentos y a apoyarte en los malos. Los amigos pueden prevenir el aislamiento y la soledad y ofrecerte compañía si la necesitas.
Los buenos amigos también pueden hacer lo siguiente:
1.Aumentar la sensación de que formas parte de un grupo, lo que da realmente un sentido a la vida.
2.Te dan más felicidad y reducen el estrés.
3.Mejoran la confianza en uno mismo y la autoestima.
4.Te ayudan a superar traumas de cualquier especie que se pudieran presentar en tu vida.
5.Te ayudan a cambiar o a evitar hábitos que sean poco saludables y te aconsejan para que realices actividades saludables.
En definitiva la amistad es algo necesario, se requiere cultivarla y tiene que ser necesariamente regada como una planta, pues de otra manera se marchita y pierde ese sentido de trascendencia y perdurabilidad.
George Washington (1732-1799), Primer Presidente de los Estados Unidos decía: “La verdadera amistad es planta de lento crecimiento que debe sufrir y vencer los embates del infortunio antes de que sus frutos lleguen a completa madurez”.