Ricardo Homs*
El Universal
En un país donde prevalece la cultura del aprovechamiento de las canonjías que ofrece el servicio público, es sabido que un importante porcentaje de los servidores públicos, -y de quienes se dedican a la política-, tienen en su haber acciones cuestionables moralmente, -e incluso-, judicialmente, lo cual les pone en posición vulnerable frente a quien tenga control o influencia en los órganos de impartición de justicia.
En los gobiernos anteriores a la 4 T, -e incluso en éste que está por concluir-, esta vulnerabilidad se convertía en un arma de negociación política a través de la influencia que se ejerce desde el Poder Ejecutivo Federal, -y en los gobiernos estatales-, sobre el aparato de impartición de justicia. La venganza en contra de los enemigos, -así como la extorsión en contra de los críticos y adversarios políticos para obligarlos a negociar-, ha sido una práctica velada pero cotidiana.
Sin embargo, a partir del blindaje que garantizaba el estado de derecho, siempre existía el recurso de impugnación por parte del agraviado cuando éste recurría al Poder Judicial Federal, -que debemos reconocer-, hasta hoy está formado por profesionales de la jurisprudencia, que con base en su criterio y en su libertad de conciencia han resuelto casos complicados, sin dejar de reconocer que ocasionalmente algunos han abusado de esta prerrogativa.
El respeto a la autonomía de jueces, magistrados y ministros, -así como a sus decisiones-, obligaba a todas las autoridades del país a acatar las sentencias, conscientes del riesgo que significaba ignorarlas. El respeto a la constitucionalidad y al estado de derecho, era una referencia obligada.
Sin embargo, en este gobierno se empezaron a ignorar sentencias simplemente porque el Presidente de la República no estaba de acuerdo con ellas, o porque se contraponían a sus decisiones, a sus proyectos, o simplemente a su criterio personal.
Las fiscalías, -que en cualquier país del mundo son las encargadas de ejercer las acciones punitivas-, ni se inmutaron ante el desacato frente a sentencias judiciales, dejando por sentado que no se sometían a la constitucionalidad del Poder Judicial, sino que se doblegaban ante la fuerza del Poder Ejecutivo.
Así vimos cómo se fortaleció la impunidad y se resquebrajó el estado de derecho, que solo era respetado cuando la acción era aprobada por el titular del Poder Ejecutivo. De este modo vimos como fueron ignorados todos y cada uno de los recursos judiciales que otorgaron las autoridades competentes en contra de la construcción del Tren Maya, e incluso, en contra de la misma reforma judicial.
Frente a estos desacatos en contra de resoluciones de jueces y magistrados, -y a la falta de acción por parte de las fiscalías, para ejecutar las medidas correspondientes-, es que se erosionó la autoridad del Poder Judicial. Las fiscalías en México son autónomas e independientes, pero generalmente terminan subordinadas al Poder Ejecutivo Federal y a los gobiernos estatales.
Esta provocación sistemática e intencional en contra del Poder Judicial, -frente a la indiferencia y pasividad de los partidos políticos, de las instituciones públicas y privadas y de la misma sociedad-, dio la pauta para impulsar esta reforma judicial, la cual nació viciada de origen y carente de autoridad moral, porque no se respetaron los procedimientos ni las impugnaciones.
A partir de esta reforma judicial, para efectos prácticos podríamos decir que el Poder Ejecutivo tomará control de lo que fue un Poder totalmente autónomo e independiente, lo cual le dará un poder absoluto para negociar con opositores, críticos y adversarios políticos, sobre la base de su capacidad de ofrecer impunidad y desaparecer expedientes comprometedores.
Si la independencia y autonomía que ejerce hasta hoy el poder judicial permite a jueces, magistrados y ministros emitir resoluciones apegadas a derecho, -que incluso les enfrenten contra todo tipo de personas e instituciones poderosas o influyentes-, seguramente veremos que los nuevos funcionarios que lleguen al cargo lo harán comprometidos con quienes les brindaron la oportunidad de llegar a su nueva posición y en posición vulnerables frente a quienes ejercen poder.
Impugnar el modo desaseado con que se logró la suma de votos a favor de la reforma judicial en el Senado podría constituir la mejor estrategia para derogar esta reforma, obligando al Senado a reponer de nuevo esta histórica sesión de consumación, plagada de negociaciones en lo oscurito, así como de intentos de compra del voto, -e incluso-, la negociación de exoneración de expedientes judiciales.
El intento de compra del voto de legisladores, -lo cual fue denunciado por los partidos de oposición-, constituye un acto de corrupción y un delito, y peor aún, el acoso utilizando carpetas de investigación como moneda de cambio.
Esas negociaciones de la bancada de Morena con los senadores de la oposición, -desde la posición de poder que representa el aparato gubernamental que les respalda-, evidencian violaciones de derechos humanos, así como un atentado contra la “libertad de conciencia”, que es un derecho básico para el legislador, pues estos contactos no se dieron como una negociación entre iguales, -donde la persuasión es la herramienta democrática-, sino como un intento de imposición y cohecho.
Podríamos concluir que esta reforma judicial destruye un sistema de contrapesos que impedían la concentración de poder en el titular del Poder Ejecutivo. Sin embargo, a partir de ahora éste tiene eliminada la última aduana, -que era representada por el Poder Judicial-, que impedía la consumación de abusos.
Bienvenidos a la justicia de la jungla; la ley la impone el poderoso.¿A usted qué le parece?Facebook: @Ricardo.Homs1“X”, (Twitter): @homsricardoLinkedin: Ricardo Homswww.ricardohoms.com
* Artículo tomado de diario El Universal de México, con autorización del autor para Noticias Equinoccio. www.radioequinoccio.com
GINEBRA (Agencia ANE)._ La ONU-derechos Humanos aceptó ser incapaz de detener la desintegración del Estado de Derecho en Venezuela tras el agravamiento de la represión a raíz de las elecciones presidenciales del pasado 28 de abril.
QUITO (Agencia ANE )._ Estados Unidos no tiene planes de solicitar permiso a Ecuador para establecer ninguna base base militar permanente en el Ecuador.
Por Fernando Borja Gallegos
19 de septiembre de 2024
María Corina Machado, impertérrita líder de la oposición, que constantemente denunció la “represión y persecución del régimen de Nicolás Maduro” y no considera el exilio como una alternativa, debe estar descompuesta por la triste conducta del señor Edmundo González, que solicitó asilo en la Embajada de España y salió de su país el 8 de septiembre.
El ex candidato González al llegar a Madrid aseveró: “hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones. En esos momentos consideré que podía ser más útil libre que encerrado e imposibilitado de cumplir las tareas que me encomendó el soberano”.
Dicha declaración buscaba explicar la carta que dirigida al Presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez Gómez, exteriorizaba la indignidad y el miedo constante en dicha misiva, parte de cuyo texto, es el siguiente: “siempre he estado y seguiré dispuesto a reconocer y acatar las decisiones adoptadas por los Órganos de Justicia en el marco de la Constitución, incluyendo la pre citada sentencia de la Sala Electoral, que aunque no la comparto, la acato por tratarse de una resolución del máximo Tribunal de la República”.
La pretensión del señor González de cree que su noble pueblo le encomendó “las tareas desde el exterior” y, además, su extraño sueño de rectificar su conducta con la citada carta, obliga tanto al Gobierno Venezolano, cuanto a la señora María Corina Machado, para que, en bien de su país, depongan intransigentes posturas y convoquen a nuevas elecciones las que, permitan garantizar un proceso serio y libérrimo, cuyo resultado sea la voluntad del noble pueblo venezolano.
En mi artículo de 29 de enero de 2019, publicado en Radio Equinoccio.com, relativo a la conducta que debe caracterizar a las Fuerzas Armadas y Policía Nacionales, afirmó que: La Fuerza Pública, Fuerzas Armadas y Policía Nacionales, se deben al Estado, están constituidas para garantizar la subsistencia del país al que se pertenecen, por ende, es fundamental que sean capacitadas para el sagrado cumplimiento de su deber. Oficiales Generales, Superiores y subalternos, así como la tropa, si cuentan con una educación adecuada, de respeto al Orden Jurídico, a los derechos humanos, son positivos para la sociedad. En Venezuela, en estos precisos momentos, la violación de los derechos humanos, los actos de corrupción y la anarquía generalizadas, han obligado a la Comunidad Internacional a reclamar elecciones libres a fin de que esos pueblos escojan sus gobernantes –sin fraude- sin miedos”.
Por lo expuesto, amerita nuevas elecciones a las cuales debe postularse la señora María Corina Machado, sin impedimentos ni cortapisas que impida el libre concurso de la mentada líder.
QUITO (Agencia ANE)._Las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro, ONGs serán exoneradas del impuesto a la renta siempre y cuando destinen sus bienes o ingresos a sus fines específicos, y cumplan los demás requisitos determinados en el ordenamiento jurídico ecuatoriano.
QUITO (Agencia ANE)._ El presidente, Daniel Noboa Azin planteó restablecer la instalación de bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano, mediante un cambio al artículo 5 de la Constitución Política del Estado.
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