Por Dr. René de la Torre Alcívar.*
La democracia ecuatoriana está enferma. Algunos dirigentes políticos sufren de anemia y confusiones mentales. Uno afirma que hay que respetar el valor de la palabra y días después con su procedimiento violan sus palabras.
En los arts. 108, 109, 110 y siguientes de la Constitución de la República constan disposiciones que deben cumplir los partidos y movimientos políticos. Para corregir falencias en la Ley debe precisarse normas claras.
Los partidos políticos, en las seis provincias con mayor número de electores, en las capitales de las provincias, deben tener oficinas permanentes donde los afiliados puedan enterarse de los estatutos y de los programas del partido.
Y debe también constar los nombres y apellidos de los afiliados. Los afiliados deben pagar por lo menos una cuota mínima de 1 dólar mensual. Los partidos deben tener fondos propios que financien sus actividades, y la contribución del Estado, solo deben recibirla cuando en las elecciones reciban un porcentaje del 3% de los votos que constan en cada jurisdicción.
Solo los partidos políticos deben presentar e inscribir candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la república y a la asamblea Legislativa. Los movimientos políticos solo pueden presentar candidatos a prefecto, alcaldes, concejales y juntas parroquiales.
Solo los partidos políticos pueden celebrar alianzas electorales y alianzas para la gobernanza de las instituciones.
Si un Asambleísta renuncia al partido que lo patrocinó, el 50% de su remuneración debe ser entregada al partido que lo patrocinó, si es expulsado por el partido, deberá entregar sus remuneraciones al partido que lo patrocinó como si se hubiese desafiliado, y no podrá ser candidato en las próximas elecciones por ningún partido. Si un candidato no es afiliado, deberá declarar por escrito que conoce los estatutos y programas del partido seis meses antes de la inscripción de la candidatura.
El Presidente de un partido político, si en la Asamblea Legislativa tiene por lo menos el 20% de los integrantes de la Asamblea, puede concurrir con voz a la Corte Constitucional cuando fuera invitado.
Para fortalecer los valores republicanos de la democracia, todas y todos, singularmente los dirigentes políticos, empresariales y periodistas, deben predicar con el ejemplo. “Nuestros actos y acciones nos siguen como la sombra al cuerpo”.
* Ex presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales de Ecuador