Por Dr. René de la Torre Alcívar.*
En febrero del año próximo, se elegirán Presidente y Vicepresidenta de la República, Legisladoras y Legisladores.
En los procesos electorales, los aspirantes al Poder, con frecuencia pierden serenidad. La codicia y las turbias ambiciones desprestigian la democracia.
Candidatos presidenciales han denunciado que sus vidas han sido amenazadas. Los mensajes abundan en los celulares, a veces deforman la verdad y siembran confusión.
La democracia tiene debilidades, y los candidatos practican el vicio del doble discurso. Predican una cosa y hacen otra. Es necesario que los candidatos respeten la verdad, respeten la dignidad de sus adversarios, que sean fieles a las promesas que hacen.
Hay que cultivar la comprensión, la solidaridad, la empatía, para que la democracia sea un camino de prosperidad, justicia y paz. Si cultivamos el respeto a los valores esenciales del ser humano, nace el profundo sentimiento del amor, para poder servir a nuestros semejantes con rectitud.
Sin amor el ser humano no puede vivir (Thomas Merton – Humanismo cristiano: Cuestiones disputadas, pág. 71). Hagamos votos para que los triunfadores en las próximas elecciones gobiernen con humildad buscando siempre el bien común para todos.
*Expresidente del Trbunal de Garantías Constitucionales