Por Fernando Borja Gallegos
10 de julio de 2025
En Radio Equinoccio.com, el 1 de enero de 2020, se publicó mi artículo “LA GUERRA QUE NO SE PODRA NARRAR”. Artículo reproducido en la página 29 de mi libro “El Imperio del delito”, publicado en febrero de 2020. En dicho artículo afirmo: “El año 2020, se inicia en un ambiente tenso por el peligro de una conflagración mundial: Estados Unidos de Norteamérica y China, en pugna por el control de las aguas del Pacífico e islas adyacentes; Rusia y Siria, enfrentados con Estado Unidos de Norteamérica; Israel e Irán, buscando incrementar su influencia en Medio Oriente; Irán enfrentado con la Unión Europea y Estados Unidos de Norteamérica, por haber reactivado su desarrollo nuclear; India y Pakistán, potencias con arsenal atómico, en litigio por Cachemira; Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos de Norteamérica, con los nervios de punta, por Crimea; Corea del Sur, Corea del Norte y Japón, con mutuas amenazas; y, el resto de países atemorizados por la perspectiva de una tercera guerra…que no se la podrá narrar”.
Concluí el citado artículo subrayando que “se infiere de los expuesto, que la actitud prepotente de la mayoría de los actuales rectores de la política internacional han abierto el camino que, de no rectificarse a tiempo, nos conducirá irremediablemente a una conflagración mundial. Conflagración que difícilmente se podrá narrar”.
Interesante rememorar que la Sociedad de Naciones, fundada en 1919, tras la Primera Guerra Mundial, se constituyó para garantizar la paz y seguridad.
En 1945, se instituyó las Naciones Unidas, para mantener la paz y seguridad nacionales, con domicilio en Nueva York.
Las mentadas instituciones, así como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, entre otros, en muchos casos, se distinguen como entes burocráticos, anacrónicos y, en algunos casos obsoletos.
Muchos de los países han planteado la necesidad de que Estados Unidos inspire la creación de un Orden Mundial que permita expedir normas de conducta que garanticen el imperio de un auténtico Derecho Internacional. No es por demás destacar que el Presidente Donald Trump, tiene el prestigio y las cualidades para el efecto.
En estos precisos momentos, cuando la tensión a nivel mundial está alterada por el conflicto en Ucrania y la perspectiva de una Tercera Guerra Mundial, aparece una entrevista del Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, en la que ha diseñado un inquietante escenario en el que se desencadena una Tercera Guerra Mundial. Según este personaje, el conflicto comenzaría con un ataque coordinado entre Rusia y China contra Taiwán. Además, una ofensiva rusa sobre un territorio de la OTAN en Europa.
Rutte, también advierte, que el actual conflicto en Ucrania, sería un ensayo para este escenario global.
Las cualidades de adivino que pretende poseer el señor Rutte, no se compaginan con la realidad o talvez el señor Rutte, al igual que algunos líderes europeos, aspiran a que el conflicto en Ucrania sea el pretexto que lleve a la añorada Tercera Guerra Mundial.
Abrigo la esperanza que el Presidente de los Estados Unidos, aparte a los belicistas e impida, por ende, un nuevo conflicto mundial.