Por Florita Proaño C.

Nuestro maravilloso Ecuador  yace sumido bajo  bandas criminales de narcotraficantes, narcopolíticos y terroristas, apoyados por organizaciones sociales que, conscientemente o no, le hacen juego a la delincuencia con paralizaciones destructivas o por estamentos jurídicos que solo logran frenar  el curso positivo de la historia.

El Gobierno Nacional del presidente Daniel Noboa lleva adelante una guerra frontal contra estos grupos delincuenciales y busca además un cambio  en la conducción del país, a través del pronunciamiento popular sobre puntos claves para lograrlo.

El pueblo irá a las urnas en noviembre para decirle si o no a la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente que redacte una nueva Carta Magna; para decirle si o no al financiamiento estatal a los partidos políticos y a la instalación de bases militares en el Ecuador que coadyuven en la lucha contra la delincuencia y narcoterrorismo.

Quedan en el tintero otros temas claves propuestos para la Consulta Popular, a las que la Corte Constitucional les puso una serie de reparos legales.

La lucha para sacar al país adelante debe ir no sólo contra las organizaciones delincuenciales que buscan mantener sus mafias y proteger la corrupción que los cobija,

Ojala que la corriente de opinión frene a  los que se oponen a todo y obstaculizan todo.  Que se abra la puerta a la esperanza de un nuevo Ecuador que camine al ritmo de la revolución tecnológica del mundo y exige cambios radicales en todas las áreas productivas y del conocimiento.