El estado de excepción y el toque de queda concluye el 8 de este mes. Fue decretado en enero pasado para afrontar la violencia de alrededor de 22 bandas narcoterroristas dedicadas al tráfico internacional de drogas, asesinatos, secuestros, ataques armados. Según el Gobierno se ha logrado, aunque no con la celeridad esperada, neutralizar las acciones violentas y la salida de decenas de toneladas de cocaína al exterior.
Las nuevas normas jurídicas constarán en un decreto ejecutivo que expedirá el presidente, Daniel Noboa Azin.
La ministra ecuatoriana-mexicana del Interior, Mónica Palencia, dijo que por disposición constitucional, el estado de excepción no puede tener una prórroga y que una vez que el Presidente Noboa “firme el decreto correspondiente” se conocerán los “marcos regulatorios” con los cuales se busca mantener los controles para la seguridad en Ecuador que, durante el asueto de Semana Santa fue testigo del asesinato de 17 personas, doce de ellas en ataques armados y cinco, tras ser secuestradas.
“En cuatro meses es imposible que se logren terminar los hechos violentos”, dijo.
Las nuevas regulaciones permitirán al Gobierno vincular y coordinar acciones con los gobiernos autónomos descentralizados, ciudadanía, entidades públicas y privadas para la ejecución de planes de seguridad.“El Estado debe estar presente en el territorio. Debemos llevar el Estado a la gente, a los territorios prioritarios, a los lugares que nos necesitan”, resaltó la secretaria de Estado, dijo la ministra.
“No se está delegando ninguna competencia que por ley es atribución exclusiva del Gobierno central. Lo que se está haciendo es establecer vínculos para fines de colaboración y poder tener un impacto concreto en territorio.Necesitamos construir patria entendiendo la realidad local y planificando acciones de acuerdo a las necesidades de cada territorio”declaró.
Según los registros de la Policía la Semana Santa dejó un saldo de 137 víctimas.Hubo una masacre en Puerto López que dejó cinco fallecidos; en Guayaquil nueve muertos asesinados en una cancha deportiva. Similares hechos se reportaron en Durán y Samborondón, provincia del Guayas, así como en Santa Elena, dentro de una nueva escalada de violencia criminal.