DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
23 DE SEPTIEMBRE DE 1978
Contra viento y marea
COSAS Y CASOS DEL IESS
Por Juan de la Luna S.(Javier Simancas C.)*
A puerta cerrada y muy quedamente se reúnen los ejecutivos provinciales y máximos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS, tratando, como en otras tantas veces, de encontrar la fórmula mágica que permita solucionar los millares de engorrosos problemas y trámites a que estamos sometidos los afiliados para lograr lo que nos pertenece por derecho dentro del sistema de la seguridad social.
Todo esfuerzo de mejoramiento, racionalización, planificación de sistemas administrativos conviene siempre y cuando éste responda al objetivo fundamental de servicio a los afiliados y no a un grupo de privilegiados que a través de influencias gozan de los beneficios que proporciona el IESS en los campos de la salud, vivienda y otros aspectos que contemplan las prestaciones.
En un hotel, los ejecutivos analizan la manera de unificar los sistemas de trámite, porque por fin se han dado cuenta, por ejemplo, que resulta demasiado peligroso que la Regional de la Costa con sede en Guayaquil, tenga sus propios formularios para tramitar préstamos quirografarios, hipotecarios, mientras la matriz otros.
Múltiples son las denuncias de la inoperancia, tráfico de influencias a que se tiene que recurrir para lograr un servicio. Una jubilación, sin la “dama de compañía” para un profesor que vive lejano de un centro urbano, que vive allende las fronteras dura alrededor de tres años. Resulta que enviada la solicitud a través de la seccional de provincial,nunca más a supo qué se hicieron sus documentos.
Un pobre chofer con cuatro hijos pidió un préstamo hipotecario, tras un año, logró se le apruebe la solicitud, no sin antes entregar miles de papeles que los burócratas los extraviaron. Se le obligó a depositar dinero extra, para completar los gastos, en fin su viacrucis no termina aún, pues tiene paralizados los trámites porque le faltó dinero y hoy tiene que pedir un préstamo extraordinario, siempre que no pase de cincuenta mil sucres.
En fin, miles son los casos que día a día provocan las quejas sobre el funcionamiento del IESS, sobrecargado de funcionarios que dan como garantía la improductividad que desequilibra el rendimiento.
Los dignatarios deseosos como están de arreglar la administración pública deben comenzar dando ejemplo, dejar de valerse de dirigentes para disponer privilegios a determinados ciudadanos con influencia; deben explicar por ejemplo, sobre qué bases legales han dispuesto que en Quito, en la urbanización La Luz se vendan los lotes esquineros que ya estuvieron destinados para el programa de vivienda; deben explicar la paralización de esas mismas obras; deben explicar los viajes de capacitación al exterior en grupo o en forma individual y qué beneficios se obtienen de los mismos. Explicar, por ejemplo, qué hace el director administrativo en Rumania; explicar la compra de vehículos en 100 millones de sucres o la concesión de créditos a unos y a otros negarles.
En vísperas de terminarse el período de facto el Gobierno de las Fuerzas Armadas debe ya comenzar a exigir a sus colaboradores la preparación de informes y la explicación de las múltiples adquisiciones personales, pues sigue en vigencia aquel decreto que obliga la declaración de bienes antes y después de ejercer una función pública.
Ojalá que los esfuerzos por centralizar los sistemas administrativos, mediante estos foros secretos contribuyan incluso, con la moralización pública que requiere el país de manera urgente.
Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo Juan de la Luna S.