DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
9 DE SEPTIEMBRE DE 1978
Contra viento y marea
LA MUJER Y LA POLÍTICA
Por Juan de la Luna S.(Javier Simancas C.)*
En la hora actual la mujer es una de las principales protagonistas de los sucesos más sobresalientes que se producen en el mundo y en Ecuador. Esta dulce y tierna criatura sometida en otros tiempos a la tiranía y dominio de los hombres ya no está dispuesta a ser ni empleada doméstica, ni tampoco a ejercer actividades que no sea aquellas que la identifiquen con su profesión, vocación de servicio al país, en donde pueda desarrollar su talento, su capacidad y conocimientos.
Para alcanzar este alto sitio y tal noble misión ha tenido que desplegar una intensa lucha. Ha tenido que pelear descarnadamente para conquistar los mismos derechos políticos y jurídicos de los hombres y por fin, participar en las diversas actividades que exige la sociedad moderna. Son pocas aún las conquistas, de derechos políticos de igualdad ante la Ley y en la sociedad.
Mas hoy ya vemos a mujeres ejerciendo cargos que van desde la Presidencia de la República, ocupando curules parlamentarios, ministerios de Estado, cumpliendo misiones diplomáticas, de negocios; luchando en movimientos sociales y revolucionarios.
Muchos creen que el encargo de altas funciones a la mujer conlleva ciertos riesgos, pero los más están seguros que ellas puede ejercer efectivamente su responsabilidad. Su naturaleza, su ternura, su palabra tierna y persuasiva; su personalidad, formación y fortaleza, son una ventaja más que suficiente para lograr propósitos.
La Historia del mundo es rica en datos sobre el papel desempeñado. Nosotros los ecuatorianos tenemos buenos ejemplos de los actos patrióticos de mujeres, Paccha antes de la Colonia, Manuela Cañizares antes de la Independencia, Manuela Sáenz, durante la misma, Marieta de Veintimilla en la era republicana. Y no solamente como patriotas han figurado, sino que aquí y en el mundo, han rendido honor al amor, han soportado el dolor y la miseria, incluso sacrificando su vida por sus ideales.
En nuestro país, dentro del proceso de democratización propuesto por la dictadura, su participación política para votar alcanzó casi el cuarenta por ciento del electorado. Sin embargo, aún no se vislumbra la presencia de una auténtica líder, de una conductora, de una sacrificada por la Patria, pero los pasos se ven cuando en mínimo grado han participado en la contienda electoral.
La plena liberación femenina está cumpliéndose. La mujer tiene el derecho de ser y pensar, tiene el papel que le corresponde por sus virtudes, por sus sentimientos y no se debe olvidar que también tiene una alta misión: ser madre, compañera, esposa y amiga del hombre, en sus momentos de alegría y de infortunio.
Por su propia naturaleza, por su dulce carácter, por la bondad y paciencia, por su corazón, cariño y amor, la mujer está llamada a definir el porvenir de la Patria, cumpliendo su responsabilidad de madre, esposa y por sobre todo mujer.
*Artículo escrito por Javier Simancas con el seudónimo Juan de la Luna S.