DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
18 ENERO DE 1979
Contra viento y marea
CRISIS DE CONFIANZA
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
El General Andrés Arrata, Ministro de Defensa Nacional, ha ratificado la decisión de las Fuerzas Armadas de devolver el Poder a los civiles el próximo 10 de agosto una vez que los ecuatorianos, mediante votación directa y secreta, escojan al Presidente y Vicepresidente Constitucional y a los integrantes de la Cámara Nacional de Representantes.
Para lograr este objetivo, ha dicho el ministro es necesario el total apoyo de los civiles. Estas declaraciones vertidas por uno de los mesurados oficiales que ha tenido la Institución Armada y quien, desde que ejerce esa delicada función, ha sido uno de los más fervientes auspiciadores de la vuelta a la normalidad constitucional y que las Fuerzas Armadas se reintegren a sus específicas funciones. Por desgracia estas enunciados no son suficientes mientras no se ponga en forma definitiva a la crisis de confianza que tienen los ecuatorianos, especialmente porque no está totalmente aclarado el atentado de Abdón Calderón Muñoz.
Es cierto que este sangriento acontecimiento tampoco puede servir de estímulo para que determinados grupos políticos alimenten la esperanza de frustrar la dilatada vía de la democratización del país, porque con ella están contribuyendo a que la República se hunda más en el caos y descomposición política, social y económica que vive.
La crisis de confianza se refleja en la preocupación que sienten los ecuatorianos, unas veces por la falta de garantías y seguridad para el normal desenvolvimiento de las actividades por los abusos de autoridad que campean en toda la República y otras veces porque los actos de violencia, terrorismo afectan a la paz y la normal convivencia pacífica.
Ya algunos dirigentes han dicho que están preocupados por su vida y la de su familia. Estos están tomando sus propias medidas de seguridad ante la impotencia de quienes deben velar porque todo la colectividad esté totalmente segura y protegida.
En los meses que falta para que asuma el poder el Presidente electo, es necesario contar con las más amplias garantías, que la libertad de expresión y pensamiento, que el derecho a la información, a la libre asociación política no se convierta en el germen de la discordia entre gobernantes y gobernados y de otros males que sin duda afectarán al proceso de constitucionalización.
También se hace indispensable que los candidatos hablen al pueblo ecuatoriano y a sus electores no con el lenguaje de las promesas que utilizaron en la primera vuelta electoral, sino con la exhibición de un concreto programa de gobierno y de cómo van hacer la tan anunciada transformación social desde arriba para de esta manera superar la crisis de confianza que tenemos.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.