DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
8 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
SI HABRÁ DEMOCRACIA
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
El dictador mexicano Porfirio Díaz, dijo: “ La democracia es la única forma justa y correcta de Gobierno, pero no puede ser realizada en este Continente subdesarrollado...”. Esta frase viene de cajón a nuestra actual situación si tomamos en consideración que desde que se anunció el proceso de democratización de la República hace tres años, no ha habido día, semana y mes libre de obstáculos e impedimentos para el ascenso al Poder de un gobierno civil y con un gobernante que nazca de las entrañas de la voluntad de los ecuatorianos.
En Ecuador el sistema democrático, parecería que se implanta o recupera, unas veces p or herencia y tradición política y otras por los militares que siempre han invocado como válido el sistema para usufructuar del Poder, junto con los infaltables e invisibles civiles.
El gusto por la dictadura “democrática” no es patrimonio del Ecuador sino de muchos países latinoamericanos donde están gobernando los militares. Qué no han hecho por alargar la devolución del Poder a los civiles. Chile y Argentina, Uruguay han anunciado elecciones para dentro de una década. Perú camina lentamente y anuncia sufragios para 1980; Bolivia igualmente debía tener un Presidente electo, pero sectores derechistas de las Fuerzas Armadas burlaron la voluntad popular y ahora, nuevamente se intenta rehacer lo caminado a duras penas en 1978 y tendrán elecciones en julio próximo.
En el Ecuador, decíamos, a los largo de los tres años del proceso de retorno el fantasma de golpe de Estado, del autogolpe ha sido motivo de la tertulia cotidiana y de resignación de un pueblo que siente desprecio por los actos de algunos políticos incapaces que, junto con otros grupos perfectamente identificados, mantienen la tesis de que la política básica que debe imponerse siempre en este país es el caudillo encarnado en alguna persona civil o militar, sin bandera y sin prestigio para que responda a sus intereses.
Sin embargo ni la sedición, ni el asesinato, ni la subversión, ni la aplicación de todo tipo de violencia ha logrado frustrar este objetivo. Hay una poderosa razón para ello, de ahí que todo intento ha sido vano para interrumpir el proceso en el Ecuador. Recordemos lo que ha sucedido en la República Dominicana, cuando las Fuerzas Armadas trataron de impedir el ascenso de Antonio Guzmán. fue el Presidente Carter con una llamada telefónica quien detuvo el golpe de Estado. Igual cosa sucede por América Latina cuando ha insinuado a los gobiernos de facto procuren restaurar la democracia. Esta sugerencia también ha alcanzado al Ecuador por lo que estamos completamente seguros de que el sistema democrático se restablecerá en el país, aunque esta forma de Gobierno le parece la menos apropiada a los amantes de la dictadura permanente.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.