DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
21 DE MARZO DE 1979
Contra viento y marea
AL FIN PARECE
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S. )*
Al fin parece que el país avanza hacia la total normalización de las instituciones democráticas y que con las elecciones del 29 de abril,se cerrará el capítulo más difícil que ha vivido la República, desde que el veterano líder velasquista José María Velasco Ibarra, fue depuesto del cargo de Jefe Supremo del Ecuador, en febrero de 1972, tras proclamarse dictador civil.
Nada hay que nos haga pensar que este camino vuelva a tener obstáculos e intentos que impidan que los ecuatorianos concurran a escoger los mejores hombres que han entrado en la contienda electoral. Los miembros de la Fuerzas Armadas de jerarquía media superior están dedicados a sus tareas específicas y otros a nivel de Generales que se encuentran en la administración pública continuarán hasta el traspaso del poder a los civiles dentro de los próximos meses. Quieren definitivamente la constitucionalidad de la República sea quien sea elegido.
Los civiles, políticos, industriales, trabajadores, maestros, estudiantes igualmente contribuyen para que el proceso no tenga obstáculos. Quieren así mismo la normalización democrática de la República como fundamento de las libertades, de la justicia y como anhelo de una total transformación de las estructuras del Estado.
En suma hay paz, hay tranquilidad. La agitación que se vive es propia del momento político electoral, pues los candidatos a diputados nacionales y provinciales en su intensa campaña, se están cuidando de que sus coidearios y simpatizantes no protagonicen hechos que puedan alterar la paz, evitando de esta manera que surjan conflictos y violencia que pueden incidir en el cumplimiento del plan de retorno.
Los futuros gobernantes por su parte se preparan para asumir las responsabilidades del Gobierno. Ya trabajan en torno a asuntos básicos que les permita cumplir las promesas que vienen haciendo en su recorrido por pueblos y ciudades. Se alistan los futuros diputados para enjuiciar la gestión de los gobiernos militares.
Es de vital importancia que para este panorama no tenga más sombra que intranquilicen a los ecuatorianos y vuelva la desconfianza nacional; que el gobierno revea las últimas medidas drásticas que ha tomado contra de la libre expresión del pensamiento; que disponga una mayor agilidad en el bullado caso de la muerte del líder del Frente Radical Alfarista y que también se arbitren las medidas respectivas para que se aclaren los casos de las glosas petroleras, de los bonos del Estado, en fin una serie de actos que pueden poner en mal predicamento a la gestión política de las Fuerzas Armadas.
Hay plena confianza de que en estos últimos cinco meses los gobernantes explicarán al país estos sucesos, puesto que el honor de la Institución Armada está en juego.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.