DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
18 DE MARZO DE 1979
Contra viento y marea
“PALABRAS MALDITAS”
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
Decía Benjamín Carrión “ Que esta América de la esperanza tierra nacida entre los gritos heroicos de independencia no se puede hablar con plenas garantías sino en muy pocos sitios que son los escasos “islotes de la libertad” .
Decía “ en muchos lugares de América hay que bajar la voz, echar miradas por todos los contornos para hablar de la vida y la libertad de los hombres. Casi todas la buenas palabras se han convertido en “palabras malditas.” Ya la Santa Gabriela Mistral hizo la denuncia tremenda sobre la proscripción y el anatema recaídos sobre las más bellas palabras de todos los idiomas: Paz. Y la condenación que ha sufrido por Otras, igualmente bellas, casi siempre vestidas de heroísmo y de sangre: libertad, justicia, igualdad y derechos humanos. Hoy “ palabras malditas “ también”...
Este panorama visto por Benjamín Carrión hace veinte y dos años no ha cambiado, al contrario se ha generalizado en más duras y refinadas atrocidades en contra de los seres humanos, no solamente en este continente, sino en todos los confines del mundo.
Si uno recorre el mapa del universo se da cuenta que en ninguna parte se puede vivir en armonía ni siquiera con el medio natural, pues todo se encamina a pensar que no tendremos garantías y las que hasta ahora existen van esfumándose lentamente.
La intensa búsqueda de la paz a costa de guerras sangrientas, las discusiones en los organismos nacionales e internacionales con este mismo objeto separan a los hombres y los gobiernos para llegar a un mismo fin, la guerra.
La búsqueda en regímenes de facto de variada tendencia ideológica se ha convertido en mito. La violencia institucionalizada frente a la violencia insurreccional es otra tónica en esta época parecida a aquella que dio comienzo a la Segunda Guerra Mundial.
Parecería que la supervivencia de la especie humana y del planeta como tal está en juego. Nadie se libra de esta fatalidad y los hombres sentimos miedo ante tanta inseguridad y los reclamos por la libertad inculcada y el respeto a los Derechos Humanos son oprimidos con refinados sistemas de tortura física y mental.
De ahí que la pregunta de Nietzsche “libre ¿para qué?” si las posibilidades para conseguir una incierta paz, una lejana libertad, igualdad, y respeto a los derechos humanos se enfrentan a la actitud esclavizante de los que tienen en sus manos el Poder y el dinero para sojuzgar al mundo.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.