DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
2 DE JUNIO DE 1979
Contra viento y marea
INCIDENTE FRONTERIZO
Por Javier Simancas C.( Juan de la Luna S.)*
No es la primera vez que frágiles embarcaciones pesqueras ecuatorianas son atacadas por patrulleras de la Armada del Perú, como tampoco es la primera vez que nuestros reclamos para sancionar a los responsables de estos hechos hayan sido atendidos.
El incidente fronterizo en aguas territoriales, es cierto, no afectará las relaciones con esa nación, pero vale la pena señalar, ahora que, por feliz coincidencia, en Cartagena de Indias, los mandatarios ecuatoriano y peruano trataron el asunto y por fin, pensamos que se adoptarán los arbitrios necesarios para que este nuevo incidente no quede la impunidad.
No es nada favorable para la paz de ambos países que este problema se convierta en un nuevo pretexto que podría traer consecuencias imprevisibles, puesto que hay de por medio ,la decisión militar de devolver a los civiles el Poder y de otro lado, ambos países están ligados a intereses económicos esenciales y que se derivan de la última ratificación suscrita en Colombia, con motivo de la reunión de Presidentes del Pacto Andino.
El Tratado de Río de Janeiro, jamás aceptado por los ecuatorianos y la solución definitiva exigida por el Ecuador en los foros internacionales a través de los canales normales, no puede ser la causa para que los vecinos, constantemente estén hostigando a indefensos trabajadores del mar, a los agricultores de nuestras fronteras del sur y del Oriente.
Estamos seguros que aquellas escaramuzas que de vez en cuando se presentan en las fronteras son incidentes aislados protagonizados por los custodios de las fronteras, como también estamos seguros que, los abusos que se cometen en contra de nuestros campesinos están fuera del control de los altos mandos.
Problemas de fronteras no solo los tiene Ecuador y Perù, lo tienen Chile y Argentina, Chile y Bolivia, Colombia y Venezuela, pero lejos de que por estos pretendan recurrir a una guerra formal, porque saben, que antes que entrar en una confrontación, está de por medio la solución pacífica de las controversias, la crítica situación económica, social y política derivada de los factores del subdesarrollo que aún inciden notablemente en cada uno de nuestros países.
Entonces toca a los gobernantes, fundamentalmente al de nuestro vecino país, arbitrar las medidas que sancionen a los culpables de la muerte de un ecuatoriano y exigir que estos hechos jamás vuelvan a ocurrir, porque, por sobre todas las cosas, los ecuatorianos no estamos dispuestos a consentir ninguna violación a nuestra integridad territorial, de nuestra soberanía, porque sabremos defender nuestros derechos a la altura de las circunstancias.
*Juan de la Luna S. era el seudónimo utilizado por el periodista Javier Simancas C.