DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
25 DE JULIO DE 1979
Contra viento y marea
EL EJEMPLO DE UN PUEBLO
Javier Simancas C.(Por Juan de la Luna S.)*
El ejemplo del pueblo de Nicaragua es una lección que el mundo ha comenzado a aprender, porque por más sometido a la represión, siempre la luz de la libertad democrática se impone, aunque ésta venga tras una larga noche de crímenes, destrucción, corrupción y miseria. Este ejemplo, también es una lección para los gobernantes que sostenidos en el Poder a base de la fuerza y la opresión, siguen los pasos de la familia Somoza, sin pensar que tarde o temprano tendrán el mismo destino.
La lucha del pueblo nicaragüense, con y sin bandera ideológica, tuvo un solo objetivo, derrocar a Anastasio Somoza Debayle, heredero de una larga dinastía que comenzó por los años 36, cuando su padre Anastasio Somoza García, asumía el poder a costa de sangre y fuego. Eliminó a César Augusto Sandino, líder de la oposición quien dio comienzo a esta larga lucha que los nicaragüenses la celebraron pacíficamente, pero esperanzados de que vendrán mejores días para ese destruido país.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional, que tuvo a su cargo la mayor parte de las responsabilidades en la lucha ahora ha emprendido en la tarea de la reconstrucción de para lo cual, respaldados en las armas imponen orden, disciplina y justicia, a fin de que no se repitan los actos de terror que el somocismo impuso, como único recurso para sostenerse en el Poder.
La destrucción de las ciudades por los bombardeos, dejaron a Managua, Rivas, Matagalpa, León, Granada, Chinandega, en la más espantosa desolación. Ni siquiera el terremoto de 1972, es comparable a los daños que ha causado Somoza y las muertes de los ciudadanos indefensos que cayeron por las balas, por las bombas, por la represión de a feroz Guardia Nacional, cuyo cuerpo militar ahora está extinguido, ya que la mayoría de sus integrantes se desparramaron por todo Nicaragua.
Los daños causados por el somocismo, solo en el mes de junio pasado alcanzaban a la cifra de tres mil millones de dólares. más de 30 mil muertos. La destrucción de las ciudades dejó más de cincuenta mil viviendas totalmente destruidas. El número de refugiados por todo Centro América llega a los cien mil, de los cuales, ya algunos comenzaron a regresar, haciendo largas caravanas vehiculares, especialmente por el sector fronterizo con Costa Rica.
La tarea de reconstrucción, como dijeron los nuevos gobernantes, es misión de todo el mundo, por lo que clamaron por la ayuda inmediata, principalmente para atender a la población que muere de hambre y carece de vivienda.
El ejemplo de este pueblo, que derramó mucha sangre, ahora se concentra en el esfuerzo para hacer una nueva República, exclusivamente nacionalista y democrática, rechazando toda intervención extranjera.
*Artículo escrito por Javier Simancas con el seudónimo de Juan de la Luna S.