DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
19 DE AGOSTO DE 1979
Espejo del Ecuador
LOS CAUDILLOS
Javier Simancas C.
El destino de nuestro pueblo y de América Latina ha sido siempre estar sometidos a la voluntad de los caudillos que como ley natural han surgido desde los tiempos coloniales.
Raùl Haya de la Torre, fundador del Partido Alianza Revolucionaria Americana, APRA, que desapareció hace unos días, es quizás el único caudillo que nunca estuvo en el Poder,sin embargo cuando en muchas ocasiones estuvo cerca de alcanzar la Presidencia de la República, los militares intervenían y se apoderaban del Poder.
Los otros, Trujillo de República Dominicana,Fulgencio Batista de Cuba, Duvalier en Haití; los Somoza en Nicaragua, Gertulio Vargas en Brasil; Juan Domingo Perón en Argentina, Luis Batle, en Uruguay; no solo que alcanzaron el Poder, sino que se perpetuaron en él; y si no lo hicieron, en la sombra seguían dirigiendo los destinos de esas naciones.
El caudillismo del siglo pasado y del actual, se encarna en personajes más pudientes que emergen del seno de los grupos poderosos, que sin bandera e ideología y a nombre de la Constitución, de la democracia, sometían a las masas pobres y explotadas, esperanzadas que el caudillo reivindique sus anhelos de justicia, de trabajo, de paz.
El origen del caudillismo también es productos de las guerras prolongadas por la liberación del colonialismo español, en donde los llamados españoles-americanos se contagiaron de las ideas de la Revolución Francesa y de la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de 1776.
Ecuador también ha tenido caudillos que surgieron con el respaldo militar y grupos civiles que a nombre del pueblo, de la democracia y de la Constitución, cometieron atrocidades para sostenerse en el Poder. En el siglo pasado se alternaban en el Poder caudillos Conservadores como Juan José Flores, Gabriel García Moreno y Liberales como Eloy Alfaro, Velasco Ibarra.
Los caudillos civiles y militares nunca han sido gobierno populares. Se permanencia ha sido la fuerza de las armas y la impunidad. Las consecuencias han sido graves; nunca hemos tenido un sólido sistema democrático,; las masas,los indígenas han sido marginados, debatiéndose en la miseria y la ignorancia. Ahora mismo los proyectos de caudillos siguen tocando las puertas de los cuarteles y los militares las puertas de los civiles.
La extinción de los caudillos de la vieja política depende de los pueblos de Ecuador y para toda nuestra América, que deben consolidar la defensa de sus derechos a la libertad, la paz y la justiciacomo eje transversal de la transformación social, política y económica.