Por Fernando Borja Gallegos
26 de septiembre de 2024
El 19 de septiembre de 2024, bajo el título VENEZUELA: ENTRE LA INDIGNIDAD Y EL MIEDO”, comenté respecto de la actitud del señor Edmundo González, quien fue candidato a la Presidencia de la República de Venezuela y que, aparentemente, triunfó en las elecciones. Digo aparentemente, tomando en consideración que el referido candidato reconoció el triunfo de Nicolás Maduro.
Como afirmó en mi mentado artículo “El ex candidato González al llegar a Madrid aseveró: “hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones. En esos momentos consideré que podía ser más útil libre que encerrado e imposibilitado de cumplir las tareas que me encomendó el soberano”. Dicha declaración buscaba explicar la carta que dirigida al Presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez Gómez, exteriorizaba la indignidad y el miedo constante en dicha misiva, parte de cuyo texto, es el siguiente: “siempre he estado y seguiré dispuesto a reconocer y acatar las decisiones adoptadas por los Órganos de Justicia en el marco de la Constitución, incluyendo la pre citada sentencia de la Sala Electoral, que aunque no la comparto, la acato por tratarse de una resolución del máximo Tribunal de la República”. La pretensión del señor González de creer que su noble pueblo le encomendó “las tareas desde el exterior” y, además, su extraño sueño de rectificar su conducta con la citada carta, obliga tanto al Gobierno Venezolano, cuanto a la señora María Corina Machado, para que, en bien de su país, depongan intransigentes posturas y convoquen a nuevas elecciones las que, permitan garantizar un proceso serio y libérrimo, cuyo resultado sea la voluntad del noble pueblo venezolano”.
Oportuno subrayar que el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, en declaraciones del 23 de septiembre del 2024, desde Nueva York, aseveró que el proceso electoral fue incongruente desde el inicio y, además, agregó “nosotros quedamos en un punto, si no hay presentación de actas no hay reconocimiento. El proceso previo a los comicios fue erróneo. Todo lo que se había hablado en México, Colombia y Barbados para que pudieran ocurrir unas elecciones libres no ocurrió”.
En concreto, la interesante postura del Presidente Petro y del Presidente Lula, de Brasil se contraen a facilitar una salida negociada al caos imperante en Venezuela.
Por lo expuesto, como sostuve en mi artículo de 19 de septiembre del año en curso, amerita nuevas elecciones a las cuales deben postularse la señora María Corina Machado, impertérrita líder de la oposición y el señor Maduro.
Inobjetable mi propuesta tomando en cuenta que los padrones electorales están listos, por ende, muy bien se podría convocar a elecciones para que tengan lugar en 30 o 60 días.