Por Fernando Borja Gallegos
5 de noviembre de 2024
El respetable Primer Ministro, Wen Jiabao, que se desempeñó como tal en el período comprendido de 2003 al 2013, fue un destacado político, Miembro del Politburó del Partido Comunista Chino.
El brillante político, en virtud de su amplio conocimiento de la realidad o mejor dicho de la triste realidad en que se desenvuelven varios de los “países emergentes”, sugirió algunos cambios drásticos, oportunos e inmediatos, para obtener los resultados positivos que son palpables en los últimos 20 años en la República Popular China:
1.- PENA DE MUERTE PARA CRIMENES ATROCES PROBADOS.
2.- SEVERO CASTIGO PARA LOS POLITICOS CORRUPTOS.
3.- QUINTUPLICAR LA INVERSION EN EDUCACION.
4.- REDUCCION DRASTICA DE LA CARGA TRIBUTARIA Y REFORMA FISCAL INMEDIATA.
5.- REDUCCION DE AL MENOS UN 80% EL SALARIO Y LOS GASTOS DE LOS POLITICOS PROFESIONALES.
6.- DESBUROCRATIZACION INMEDIATA.
7.- RECUPERACION DE LA INVERSION PUBLICA EFICIENTE QUE ESTA DETENIDA EN LOS ULTMOS AÑOS.
8.- INVERTIR FUERTEMENTE EN EL CAMBIO DE LA CULTURA DEL PUEBLO.
9.- INVERTIR EN CIENCIA Y TECNOLOGA DE INMEDIATO.
10.- REDUCCION DE LA EDAD LABORAL Y PENAL A LOS 16 AÑOS.
El ex Ministro Wen Jiabao, fundamenta cada una de las 10 recomendaciones con claridad que facilita comprender el contenido e inspira a que se las adopte con la velocidad que el caos imperante obliga.
Subrayo como ejemplo, lo previsto en el numeral dos: “Es terrible saber que nuestros países tienen las tasas más altas de corrupción en el mundo. Nuestros países no castigan como debe ser a los políticos corruptos, principalmente, a los del régimen de turno y por eso es que no hay altos burócratas arrestados por ese flagelo”. “En China la corrupción probada es castigada con la pena de muerte y, por supuesto, el retorno inmediato a las arcas públicas de los valores robados”.
Las 10 recomendaciones enumeradas se “fundamentan” con un serio e inobjetable comentario, por ende, son oportunas para que los gobiernos y la sociedad en general, luego del estudio, busquen se las adopte sin pérdida de tiempo.
La República Popular China, en estos precisos momentos, cuenta con el apoyo del mundo contemporáneo, por su desarrollo político, económico y social.