Por Fernando Borja Gallegos
6 de noviembre de 2024
Habiendo concluido el proceso electoral en los Estados Unidos y, luego de tortuosos días de campaña electoral, en la que tuvieron hechos trágicos e inadecuadas expresiones de partidarios de los candidatos Trump y Harris, es esencial que los políticos aparten las pugnas que solo producen resentimientos.
En mi libro “El imperio del delito -de los indignados de ayer a los enardecidos de hoy-“, primera edición de febrero 2020, en las páginas 37 y 38, aparece mi artículo cuyo título es “Del 2011 al 2020: la furia popular”, artículo publicado el 4 de enero del 2020, en Radio Equinoccio.com, en el consta mi presagio de que Donald Trump sería reelegido, tomando en cuenta su positiva gestión como Jefe de Estado.
Por la importancia de mi artículo he solicitado a los Directivos de Radio Equinoccio.com, se lo reproduzca.
Destaco que no tengo cualidades de adivino. Pero quien analiza el pasado el porvenir advierte.
“El año 2011, aparecen las indignadas y los indignados que, auto convocados por medio de las redes sociales, se movilizaron en escala mundial, el 15 de octubre y el 15 de mayo de ese año, en más de mil ciudades de unos 90 países, para exigir “QUE SE VAYAN TODOS. QUE SE VAYAN TODOS LOS CULPABLES. BASTA DE DESPILFARROS DE DINEROS PUBLICOS. BASTA DE INMORALIDADES. BASTA DE MENTIRAS. BASTA DE IMPUNIDAD”-
En el año 2019, los indignados de ayer fueron los enardecidos de ese año, protestaron por las promesas incumplidas, por la corrupción, la impunidad y el imperio del delito.
En el año 2019, la protesta popular se incrementó, jóvenes y adultos, mujeres y hombres, en Colombia, Chile, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Irak, Irán, Hong Kong, Francia, España, etc., Se manifestaron con verdadera furia, se movilizaron exigiendo democracia, igualdad, salud, educación y fuentes de trabajo.
La furia e indignación popular unió a las masas, apartándose de sectarismos, para hacer públicos sus anhelos, desesperanzas y frustraciones.
En muchos casos, la represión fue excesiva, la dureza insólita, produjo muertos y heridos. La reacción fue inmediata, más furia, más reclamos. La muchedumbre lanzándose a las calles, violentas, enérgicas, imparables, destruyendo todo a su paso.
La creciente e imparable emigración en las diferentes latitudes, también aumentó la pobreza, la incertidumbre y la indignación: ejemplos, Siria, Irak, Líbano, Venezuela y que decir de Centroamérica.
No puede pasar desadvertida la movilización en Cataluña que dejó caos y desorden en la región. Los Chalecos Amarillos, cuya persistencia alarma al Gobierno de Macron. El fin o debilitamiento del
Acuerdo de Oslo que aumenta la pugna entre Israel y los Pueblos Palestinos.
Qué decir del debilitamiento de los Organismos Internacionales, cuyas recomendaciones son desechadas por muchos de sus miembros.
No puedo concluir el presente artículo, sin destacar las perspectivas de los Gobiernos en el año Veinte Veinte:
Donald Trump, será reelegido, considerando el incremento de puestos de trabajo, baja inflación y nacionalismo extremo. Vladimir Putin, será reelecto o reemplazado por Medvedev, extremo nacionalismo. China, Xi Jinping continuará como hasta hoy: nacionalismo y enérgica actitud frente a la protesta popular. Israel, continuará Benjamín Netanyahu como Primer Ministro. Emmanuel Macron, no renunciará a la Presidencia de Francia.
En América, de no adoptarse los positivos cambios que amerita el momento actual, la violencia imparable puede alterar el sistema democrático”.
Se infiere de lo expuesto, que lo que se predijo en mi mentado artículo de 4 de enero de 2020, se cumplió. Por tanto, solo me queda formular votos porque el noble pueblo estadounidense encause sus sentimientos a la afirmación de sus ideales, ideales sublimes que han caracterizado siempre a los habitantes de ese gran País.