Por: Fernando Borja Gallegos
1 de enero de 2020
El año 2020, se inicia en un ambiente tenso por el peligro de una conflagración mundial: Estados Unidos de Norteamérica y China, en pugna por el control de las aguas del Pacífico e islas adyacentes; Rusia y Siria, enfrentados con Estado Unidos de Norteamérica; Israel e Irán, buscando incrementar su influencia en Medio Oriente; Irán enfrentado con la Unión Europea y Estados Unidos de Norteamérica, por haber reactivado su desarrollo nuclear; India y Pakistán, potencias con arsenal atómico, en litigio por Cachemira; Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos de Norteamérica, con los nervios de punta, por Crimea; Corea del Sur, Corea del Norte y Japón, con mutuas amenazas; y, el resto de países atemorizados por la perspectiva de una tercera guerra…que no se la podrá narrar.
Primera Guerra Mundial –lamentable ejemplo-: el 28 de junio de 1914, el heredero del trono de Austria-Hungría, el Archiduque Francisco Fernando y su esposa la Condesa Sofía de Choteck, visitando Sarajevo sufrieron dos atentados: el primero, cuando el joven Cabrinowich lanzó una bomba al auto en el que se transportaban el heredero del trono y su mujer; el segundo, cuando Gabriel Prinzip, estudiante de 19 años, disparó dos proyectiles que perforaron la yugular del Archiduque Francisco Fernando y el abdomen de su mujer. Ambos perdieron la vida.
Francisco José, el octogenario Emperador del Imperio Austro-Húngaro, al ser informado del atentado criminal, afirmó “sobre mi familia pesa un sino trágico: Maximiliano, su hermano, convertido en Emperador de México por la voluntad de Napoleón III, había sido derrotado en Querétaro y fusilado. Su hijo el Archiduque Rodolfo, fue encontrado muerto de un tiro, junto al cadáver de su amante María Vetzera, en el pabellón de caza de Mayerling. Luego, su esposa, la Emperatriz Isabel, apuñalada por un anarquista italiano en Suiza; y, ahora su sobrino y heredero del trono y su mujer morganática Sofía de Choteck”.
Sarajevo-capital de Bosnia, fueron territorios que conjuntamente con Herzegovina, Austria se había apoderado.
Por lo expuesto, el 23 de julio, el ministro plenipotenciario de Austria-Hungría en Belgrado entregó al Gobierno de Serbia, una nota exigiendo satisfacciones por el crimen y advierte que espera la respuesta hasta el 25 de julio.
En 1914, Europa se dividía en dos bloques: la “Triple Alianza” integrada por Alemania, Austria-Hungría e Italia; y, la “Entente” formada por Francia, Rusia e Inglaterra.
Constantes incidentes se producían y la carrera armamentista seguía, todo indicaba que muchos de los dirigentes anhelaban la guerra.
En la fecha prevista, el Gobierno de Serbia aceptó todo, salvo que funcionarios austrohúngaros intervengan en los procesos judiciales.
El Ministro austríaco en Belgrado, siguiendo las órdenes terminantes de su Gobierno, compara la nota de respuesta y dice “la respuesta del Gobierno real no es satisfactoria y por consiguiente me veo en la necesidad de declarar rotas las relaciones entre Austria-Hungría y Serbia y de ausentarme de Belgrado”.
Los gobiernos europeos actúan: Londres y París le piden a Berlín que tranquilice a Viena. Berlín implora a San Petersburgo que no tome partido por Belgrado. Belgrado rogó ayuda a San Petersburgo.
El Imperio Austro-Húngaro, el 28 de julio, envía a Serbia una comunicación en la que consta que “no habiendo respondido el gobierno real de Serbia de un modo satisfactorio a la nota de 23 de julio de 1914, el gobierno imperial y real se ve obligado a buscar por sí mismo la salvaguarda de sus derechos y para ese efecto a la fuerza de las armas. Austria-Hungría se considera desde este momento en estado de guerra con Serbia”.
El ejército alemán, en agosto de 1914 entró en Bélgica. El Rey Alberto de Bélgica solicita ayuda al Rey Jorge de Inglaterra. Los alemanes a las puertas de París. El Ejército alemán ataca a los ejércitos francés e inglés. El Gobierno de París con su Presidente Poincaré, parten a Burdeos.
En el Marne, triunfa Francia e impide el asalto a París.
El Kaiser nombra jefe supremo del 8 ejército destacado en Prusia Oriental a Von Hindenburg y jefe del Estado Mayor del Ejército al General Ludendorff.
El frente austríaco dirige el Generalísimo Conrad Von Hoetzendorf.
El ejército francés está al mando del General Foch y del General Petain, general que tendría un triste final en la segunda Guerra Mundial.
El ministro de Guerra inglés, Lord Kitchener, murió al ser hundido el buque que lo transportaba.
El Emperador Francisco José, el 25 de noviembre de 1916, falleció, su sobrino Carlos lo reemplazó.
En marzo de 1917, estalló la Revolución Rusa, el Zar Nicolás II abdicó, posteriormente, su mujer y sus hijos fueron apresados y, luego, todos asesinados.
Estados Unidos de América, el 6 de abril de 1917, declara la guerra a la Triple Alianza.
En marzo de 1918, Rusia firma la paz con la Triple Alianza.
El Kaiser de Alemania es destronado y los tronos de la confederación colapsan; y, se proclama la república.
El 11 de noviembre de 1918, se firma el armisticio que puso fin a las hostilidades entre Alemania y Francia.
El 11 de noviembre de 2018, se reunieron en París, Jefes de Estado y de Gobierno, para recordar aquel 11 de noviembre de 1918.
Entre los asistentes se destacaron la Canciller alemana Angela Merkel, el Presidente americano Donald Trump, el Presidente ruso Vladimir Putin, entre otros.
De la referida reunión, expectante para todos, se abrigaba la esperanza de que se suavice el lenguaje de los Jefes de Estado y de Gobierno, lamentablemente no fue así.
Se infiere de lo expuesto en mi artículo, que la actitud prepotente de la mayoría de los actuales rectores de la política internacional han abierto el camino que, de no rectificarse a tiempo, nos conducirá irremediablemente a una nueva conflagración mundial. Conflagración que difícilmente se podrá narrar.