Por Fernando Borja Gallegos
3 de enero de 2020
Todo indica que luego de varios años de incertidumbre, desesperanza y desaliento, el Ecuador, dio un interesante cambio en su política interna e internacional.
Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, desmanteladas por quienes propugnaron el imperio del delito, obtuvieron ahora, el apoyo indispensable que les permite cumplir con el deber que les imponen la Constitución y la Ley.
El Gobierno Nacional, reclamó que en Venezuela y Nicaragua se respeten los derechos humanos y, por ende, como lógica consecuencia, al no ser atendido lo solicitado, se apartó de los bloques integrados por irresponsables dictadores.
Luego de la reunión en Puerto Vallarta, México, de 24 de julio de 2018, los Jefes de Estado de México, Chile, Colombia y Perú, aprobaron el pedido de Ecuador de que se lo acepte como miembro de la Alianza del Pacífico.
El Ecuador se apartó del ALBA -Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe-, lo propio de UNASUR –Unión de Naciones Suramericanas-; y, de la Organización de Países Exportadores de Petróleo –OPEP-
Nombró a prestigiosos ecuatorianos en el Servicio Exterior y, todo indica que el Ecuador no apoyará para la Secretaría General de Estados Americanos -OEA- a candidatos patrocinados por gobiernos que se han apartado del sistema democrático.
La sociedad ecuatoriana recuperó la libertad de opinión y la libertad de prensa, libertades sin las cuales no hay democracia posible.
La Vicepresidencia de la República tan venida a menos por los hechos que son de dominio público, se tornó transparente y positiva con la elección del economista Otto Sonnenholzner como titular de la Segunda Magistratura.
En el referido nombramiento hubo apoyo generalizado, por cuanto el economista Sonnenholzner, no se había distinguido como afiliado de partido político alguno, tampoco, como beneficiario de recursos públicos indebidos y, por lo contrario, se había destacado dentro del campo del periodismo y de la cátedra universitaria.
Dentro de lo positivo en lo interno: derogatoria del impuesto verde, derogatoria del decreto de incremento del costo de la gasolina y diésel, apoyo solidario a las personas con discapacidades.
Se infiere de lo expuesto, que el pueblo ecuatoriano, de seguir recibiendo los cambios prometidos por los personeros del Gobierno Nacional, puede abrigar la idea de que mejores días están por venir.