El documento preparado por el Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional de la Organización de los Estados Americanos (DDOT-OEA) recoge datos sobre la realidad de la explotación y exportación de oro legal e ilegal en el país.
DDOT anota que el comercio ilícito de oro está desarrollándose con rapidez. Las cadenas de suministro regionales y los agentes ilegales siguen promoviendo la extracción y la comercialización.También se está desarrollando una infraestructura ilícita más robusta y hay empresas legales, como procesadores y comerciantes locales de oro, que están vinculándose al comercio ilícito.
Las bandas criminales nacionales están creciendo y especializándose en la minería ilegal. La minería informal limitada que los mineros artesanales y en pequeña escala practicaron en Ecuador durante años, también está cambiando,anota el documento.
Además asegura que en los últimos años han surgido en el país grupos más grandes y más organizados de mineros ilegales que tienen estrechos vínculos con la delincuencia organizada y hay una presencia creciente de mineros de Brasil, Venezuela y Perú.
Así mismo revela que que los agentes ilícitos siguen innovando y adaptando sus métodos de lavado de activos basado en el comercio para exportar grandes cantidades de oro para lo cual se conectan con compradores internacionales.
Se ha detectado un marcado crecimiento de las exportaciones de oro a Asia y el uso de facturas fraudulentas debido, entre otros factores, a que el Estado no destina los suficientes fondos para el control que deben hacer las entidades de supervisión y de control aduanero a las empresas no financieras vinculadas al sector oro.
Los procesadores los exportadores y las compañías de transporte de caudales, tienen un historial de incumplimientos,según el Informe que menciona que además es esencial supervisar el sector de la pequeña minería y la minería artesanal, que se están vinculando a las organizaciones delictivas.
Las zonas mineras alejadas, municipios y los cruces fronterizos son focos de minería ilegal y para el contrabando internacional por lo que se hace necesario que las autoridades adopten medidas para llegar hasta los niveles más altos de la cadena de suministro, financiadores, blanqueadores de capitales, exportadores y comerciantes de oro ilícito. Esas medidas serán cruciales para complementar los esfuerzos del país encaminados a desarrollar el sector minero legal como motor del crecimiento económico y las inversiones, concluye señalando el documento.