Según el Observatorio Demográfico 2024: Perspectivas poblacionales y cambios demográficos acelerados en el primer cuarto del siglo XXI en América Latina y el Caribe, señala que la tasa de crecimiento de la población de la región es cada vez menor. En la década de 1960, el crecimiento fue del 2,5% anual, sin embargo, mediados de esa década comenzó una tendencia decreciente debido, sobre todo, a la disminución de la fecundidad. Los datos de 2024 muestran que, en realidad, el descenso fue más acelerado de lo que se había previsto,añade.
El estudio además anota que en 1950, alrededor del 41% de la población tenía menos de 15 años; hoy en día, esa proporción se ha reducido al 22,5%. Al mismo tiempo, la población adulta de entre 15 y 64 años pasó de constituir el 55,6% del total de la población en 1950 a representar el 67,6% en 2024. Se prevé que, en 2050, cerca del 18,9% de la población regional estará integrada por personas mayores de 65 años, aproximadamente el doble de la proporción que se observa en 2024 (9,9%). Esto significa un aumento desde los 65,4 millones de personas mayores de 65 años en 2024 a un estimado de 138,0 millones en 2050.
El Observatorio Demográfico 2024 destaca que la región en soporta un envejecimiento poblacional acelerado, con un aumento significativo de la edad mediana de la población. En 1950, indica el informe, la edad mediana era de 18 años; en 2024, ese valor ha ascendido a 31 años y, para 2050, se prevé que la edad mediana será de aproximadamente 40 años.
“La natalidad se ha reducido más rápidamente de lo esperado a comienzos de siglo y no se preveía el aumento de la mortalidad por COVID-19 o el incremento de los movimientos migratorios. El cambio de la estructura por edades de la población y la caída persistente de la fecundidad hacia niveles inferiores a los de reemplazo plantean desafíos que se suman a los ya existentes en América Latina y el Caribe en materia de desigualdad socioeconómica y de acceso a bienes y servicios del Estado. El envejecimiento incide en todos los ámbitos de la política pública y, sobre todo, conlleva un aumento de la demanda de servicios de cuidados de largo plazo, lo cual plantea desafíos pero también oportunidades.
Por otra parte, estimaciones para el período 1980-2023 reflejan un aumento de la cantidad total de personas en la fuerza de trabajo en América Latina, sobre todo en las áreas urbanas. Las proyecciones para el período 2024-2050 indican, además, que este aumento continuará en los años venideros, si bien con un menor ritmo de crecimiento.
Según el Observatorio Demográfico, en 2024 hay cerca de 332 millones de personas en la fuerza de trabajo de América Latina, y cerca de 274 millones se encuentran en las áreas urbanas. La fuerza de trabajo urbana seguirá aumentando hacia 2050, cuando ascenderá a 337 millones de personas, de un total de 395 millones. En la misma línea, se prevé que el crecimiento de la fuerza de trabajo rural se estanque, lo que ya se observó en la última década.