QUITO (Agencia ANE)._ La OCDE proyecta una desaceleración del crecimiento global del 3,2% en 2025 al 2,9% en 2026, y una recuperacón del  3,1% en 2027.

"Dadas las fragilidades de la economía global, los países deben reforzar sus esfuerzos para entablar un diálogo constructivo que garantice una resolución duradera de las tensiones comerciales y una reducción de la incertidumbre política. La disciplina fiscal es importante para abordar los crecientes riesgos que surgen de la alta deuda pública y las mayores necesidades de gasto debido a las necesidades de defensa y al envejecimiento de la población. Las reformas estructurales que reduzcan la burocracia, simplifiquen la regulación y disminuyan las barreras de entrada en los sectores de servicios son clave para potenciar la competencia, la innovación y el dinamismo empresarial, y, en última instancia, fortalecer duradamente el nivel de vida," afirmó el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann

Según el Informe los efectos completos de los aranceles más altos aún no se han sentido, pero cada vez son más visibles en las decisiones de gasto, los costes empresariales y los precios al consumidor, especialmente en Estados Unidos. El crecimiento del comercio global se moderó en el segundo trimestre. También hay señales de debilitamiento de la demanda laboral, ya que las ofertas de empleo han vuelto a los niveles previos a la pandemia de 2019.

Los bancos centrales deben mantenerse vigilantes y reaccionar rápidamente ante cambios en el equilibrio de riesgos para la estabilidad de precios. Siempre que las expectativas de inflación se mantengan bien ancladas, las reducciones de tipos de política monetaria deberían continuar en economías en las que se prevé que la inflación se modere o se mantenga contenida.La alta volatilidad de precios de los criptoactivos y la creciente interconexión de las instituciones financieras no bancarias con el sistema financiero tradicional también aumentan los riesgos de estabilidad financiera.

Se necesita disciplina fiscal para garantizar la sostenibilidad de la deuda a largo plazo y mantener la capacidad de reaccionar ante futuros choques. Serán importantes esfuerzos más fuertes para contener y reasignar el gasto, mejorar la eficiencia del sector público y optimizar los ingresos para que la carga de la deuda siga siendo manejable. Las decisiones de gasto y fiscales deben centrarse en la necesidad de fortalecer el crecimiento económico sostenible, al tiempo que se dirigen el apoyo a quienes lo necesitan,anota el documento.

La OCDE es un foro global de políticas que promueve políticas para preservar la libertad individual y mejorar el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo.