DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
19 DE OCTUBRE DE 1978
Contra viento y marea
LOS LIBERALES
Por Juan de la Luna S.(Javier Simancas C. )*
La división interna, las purgas o expulsiones y otros hechos que ocurren dentro del Partido Liberal Radical no son ninguna novedad. Igual cosa ocurre en las otras organizaciones políticas como el Conservadurismo, coalición Institucionalista Democrática, CID, Concentración de Fuerzas Populares, CFP.
Tampoco es un problema de ahora sino desde cuando los partidos políticos resucitaron con la venia militar para iniciar la operación de institucionalización democrática programada por el Gobierno de las Fuerzas Armadas en febrero de 1976.
Lo curioso de los casos es que estas crisis son provocadas en momentos en que los ecuatorianos debe permanecer más unidos que nunca a fin de evitar cualquier intento de hacer naufragar la restauración de la democracia.
Cuando la candidatura de Francisco Huerta Montalvo fue escamoteada en el seno del Frente Nacional Constitucionalista, para dar paso a un hombre de conciliación, se empezó a vislumbrar en el seno del Liberalismo la profunda división de sus líderes, no por principios ideológicos, que pueden ser aceptados en el seno de una colectividad política, sino más bien, porque salen a la luz pública los intereses personales, sin tomar en cuenta siquiera la opinión nacional. A ello también contribuyó el candidato.
Huerta Montalvo, no contento con ser elegido Jefe del Partido en una asamblea nacional duramente cuestionada, sino también candidato a jefe de la República, fue descalificado por el Tribunal Supremo Electoral y por la Corte Suprema de Justicia por violar la Ley de Elecciones, por haber tenido un contrato público con el Estado, ha iniciado una campaña de desprestigio en contra de su tío y candidato liberal Raúl Clemente Huerta y en contra del Liberalismo y sus máximos dirigentes, lo cual, sin duda alguna, conducirá al partido hacia su total desintegración.
El grado de responsabilidad no solamente recae en este fogoso dirigente, sino también en aquellos que a espaldas de los militantes liberales han procurado, utilizando cualquier medio, eliminarlo de en medio, al quinto columnista liberal, como lo han llamado.
Bastante daño han hecho al partido y el espectáculo político al que asistimos los ecuatorianos agudiza la profunda crisis de valores en los partidos.
Quién víctima a quién, es la cuestión. Según Huerta su lucha es de carácter ideológico. Según la otra directiva, hay que poner freno a las pasiones y ambiciones personalistas. Ambos grupos son cuestionados por las directivas provinciales, ambos grupos creen tener la razón, pero la apreciación moral y política de los ecuatorianos es la de que está en grave crisis el partido Liberal fundado por el viejo ideólogo de la revolución liberal, el General Eloy Alfaro.
Los enconos y las ceguera inexplicables de sus líderes pueden más que la angustia que ahora tiene la Patria por reconquistar su libertad con plenos derechos democráticos.
Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.