DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
26 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
LA SUERTE DE LOS PARTIDOS
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
Por primera vez en la historia, los partidos políticos han sido colocados en una encrucijada y su vida depende de los resultados electorales que obtengan después de las elecciones parlamentarias del próximo mes de abril.
Este hecho que no tiene precedentes, ni siquiera ha servido para que en su seno exista unanimidad de criterios, concordancia de objetivos y más bien sostienen una prolongada lucha interna que ha culminado en muchas ocasiones con masivas expulsiones, desafiliaciones, sanciones.
Pero lo que más llama la atención es que, los Partidos siendo responsables de la culminación del proceso de democratización de la República, son parte de los obstáculos que a lo largo de tres años hemos soportado. Cuando se realizaron los escrutinios finales de las elecciones presidenciales de la primera vuelta, la mayoría de estas organizaciones, y especialmente de aquellas que trataban de conseguir los tres primeros lugares propiciaron ante el Tribunal Supremo Electoral prolongadas discusiones y falsa interpretaciones de la Ley, con el único propósito de conseguir que dichas elecciones se declaren nulas.
No lograron este propósito pero en cambio se inventaron otras argucias para provocar la frustración del retorno constitucional. No quedándoles otro remedio que seguir actuando ante la disposición militar de que se elijan a los miembros de la Cámara Nacional de Representantes simultáneamente con la elección del nuevo Presidente de la República, los Partidos entraron a un a etapa decisiva de su vida, y justamente ello trajo consigo las tremendas luchas intestinas que han impedido conformar las listas de candidatos con auténticos representantes populares y de aquellos que que emergen sin embargo de la dictadura.
Son doce los partidos reconocidos por la Ley. Después de abril a los sumo quedarán seis o siete. Sobrevivirán aquellos que por tradición han existido en el siglo pasado, otros que aparentan tener una fuerza política, fruto de los resultados electorales de junio de 1978 y los demás que no cuentan con un respaldo nacional.
La opción de sobrevivir está en manos de los electores pero también en manos de los hombres que entren en la contienda electoral. Muchos son viejos conocidos y otros que aparecen por primera vez en estas lides. Si se toma en cuenta los resultados de julio pasado se podría decir que seguirá existiendo el liberalismo, concentración de Fuerza Popular, CFP, el Conservadurismo, el partido de Izquierda Democrática, el Nacionalismo Revolucionario, PNR; quizá el Socialismo y a lo mejor el Movimiento Popular Democrático, MPD y la Unión Popular Democrática, estos últimos de tendencia izquierdista.
Se ha dicho que la fuente de una sólida democracia, radica en la existencia de fuertes partidos políticos; la proliferación de decenas de débiles colectividades políticas, una débil democracia; en consecuencia la suerte de la República depende de la voluntad popular, que con su madurez y decisión política decidirá su correcto destino.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.