Por Fernando Borja Gallegos
9 de marzo de 2019
La doctora Diana Salazar Méndez, titular de la Dirección de la Unidad de Análisis Financiero y Económico, nombrada por el Presidente Moreno, en febrero del 2018, fue calificada con la máxima nota de 30-30 en la exposición oral, en la cual participaron 14 aspirantes al cargo de Fiscal General del Estado.
Del informe del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social de Transición, se deprende que la distinguida aspirante Diana Salazar Méndez, obtuvo el mejor puntaje con una calificación total de 88,17.
Se infiere de lo expuesto, que la doctora Diana Salazar Méndez, quien fue una integérrima funcionaria del Ministerio Público, será nombrada Fiscal General del Estado.
Fundamental destacar que las ejecutorias de la doctora Salazar, tanto en el Ministerio Público cuanto en la UAFE, han merecido el reconocimiento de la opinión pública.
Para concluir el trámite pertinente, sólo falta que pase la “Etapa de Impugnación”. Estoy seguro, que por los méritos que acompañan a la citada jurista, no se presentará ninguna impugnación, salvo, de algún infractor de la ley.
Indispensable subrayar que la impunidad en el Ecuador permitió la sucretización de la deuda de 1983, el salvataje bancario de 1994, el feriado bancario de 1999 y la dolarización del 9 de enero del 2000.
Hoy, precisamente, se cumplen 20 años del feriado bancario, cuyas principales causas constituyeron la apropiación indebida de recursos públicos. Actos dolosos que no fueron castigados en su debida oportunidad. La confiscación de los dineros del pueblo y la impunidad imperante al poco tiempo devino en que el doctor Yamil Mahuad, Presidente de la República, al margen del artículo 264 de la Carta Política, decrete la dolarización en el Ecuador. Decreto inconstitucional que causó dolor y lágrimas al pueblo ecuatoriano.
Interesante rememorar que en mi artículo “LA CORRUPCION QUE LLEVO A LA REVOLUCIÓN FRANCESA”, publicado el 16 de octubre del 2017 y reproducido el 20 de junio del 2018, subrayo que “En el Ecuador , la impúdica conducta de los rectores de la vida nacional, que en reiterados períodos saquearon las arcas fiscales, como advertí en su oportunidad, en mi libro “Aquí existió un país; su noble pueblo no pudo contra la corrupción”, tercera edición, publicado en abril del 2011, produjo pobreza y miseria generalizada las que, con caracteres alarmantes se agudizaron en la época contemporánea”.
Por tanto, la mayoría del pueblo ecuatoriano, aplaudirá el nombramiento de la doctora Diana Salazar Méndez como Fiscal General del Estado, por sus atributos morales e intelectuales que repercutirán en que se castigue a los infractores de la ley.
