DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
22 DE JULIO DE 1978
POR SENDEROS DISTINTOS
Contra viento y marea
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)*
El camino recorrido por el Ecuador para llegar a la última etapa de retorno al orden constitucional no es el mismo que han tenido que recorrer Bolivia y Perú, en cuyos países la imposición dictatorial anuló toda posibilidad de libre expresión del pensamiento, del ejercicio cívico de sufragio, en fin fue un proceso doloroso, cruento, violento, de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales.
Nuestra experiencia para el regreso, ha sido menos dura; se ha cumplido en dos largos años y mediante un plan de cuatro etapas, la última con el pronunciamiento definitivo de la voluntad del pueblo ecuatoriano de poner fin a una etapa de ocho años de sucesivas dictaduras, en la cual no se ha logrado la solución de los problemas nacionales en el campo social, económico, cultural, político y de erradicación de la corrupción, razón de ser del golpe militar de 1972.
Para afianzar las dos principales etapas de la adhesión popular a la constitucionalidad, falta únicamente un último acto electoral que por su naturaleza, es el primero que se experimenta en la vida republicana del Ecuador. Es la primera vez que el pueblo decidirá entre dos tendencias políticas de claras posiciones en una segunda vuelta electoral. Estos comicios además serán la ratificación de la voluntad de un pueblo culto que, a pesar de todo, confía en la palabra de las FF.AA. que se ha comprometido respetar los resultados, no interrumpir el proceso y reintegrarse a los cuarteles para retomar el cumplimiento de su misión de defender la soberanía nacional de nuestras fronteras.
Las Fuerzas Armadas, han sido testigos de la decisión popular, cuya realidad no se puede negar. Nadie pone en tela de duda la dignidad institucional, su honor, y se sabe que no puede adoptar contradictorias decisiones, máxime ahora que están puestos en el Ecuador los ojos de toda América y el mundo.
Toca al Tribunal Supremo Electoral, como garante oficial de la expresión popular desvanecer cualquier incertidumbre. Las suspicacias sobre posibles irregularidades, deben ser cortadas de raíz.
Desde hace días se tejen suposiciones y se propagan rumores alrededor de la demora para iniciar los escrutinios oficiales por la suspensión de la información de los resultados electorales, así como por un sin número de factores que han motivado el permanente cuestionamiento de las resoluciones adoptadas por ese organismo electoral.
Se ha puesto fin a una etapa y comienza una nueva era. Lo único que falta y urge definir es quién es quién en el segundo lugar en votos; si el sector de centro derecha o el de centro izquierda.
*Este artículo fue escrito por el periodista Javier Simancas C. con el seudónimo Juan de la Luna S.