Un nuevo informe de las Oficinas de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) analiza el impacto social y económico de los desastres en la región, así como las tendencias históricas con el fin de llamar a la acción para mitigar los riesgos futuros, abogando por una inversión adecuada en la reducción de riesgos que disminuya las pérdidas humanas, materiales y de medios de vida.
De acuerdo con los datos difundidos por dichas oficinas en este momento, los huracanes han afectado ya algunas partes del Caribe, y El Niño podría tener un impacto asolador en comunidades vulnerables de Centro y Sudamérica.
La jefa regional de OCHA para América Latina y el Caribe, Shelley Cheatham, indicó que en la región, “los eventos climáticos y sísmicos extremos están ocurriendo en lugares donde la pobreza, la desigualdad, la inseguridad alimentaria, el desplazamiento y la violencia son parte de la vida diaria de millones de personas”.
Las mencionadas oficinas de la ONU identifican también como factores de riesgo la densidad de población,el crecimiento urbano impredecible, así como el cambio climático, los desplazamientos,la migración, la degradación ambiental y la explotación de los recursos naturales.