DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
19 DE JULIO DE 1978
¿UNA NUEVA ERA?
Contra viento y marea
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)
El anhelo popular largamente reprimido tras un largo período dictatorial tuvo al fin su válvula de escape. Libre y soberanamente el pueblo, en su mayoría integrado por gente joven, ejerció su derecho al sufragio y con ello puso fin a una época política de una mal llamada democracia militar y abrió el camino de otra cívica, pero aún sin identificación, que llega con más interrogantes que certezas.
Pero lo importante en esta etapa de transición histórica, es preciso destacar, es que han quedado definidas dos tendencias que, si bien son muy vecinas por sus declaraciones programáticas, distan mucho en cuanto a las bases doctrinarias y políticas que propugnan. Estas dos corrientes, la una de la centro izquierda y la otra de la derecha conservadora, mencionan como fundamento de sus acciones el cambio social. El pueblo ha elegido a sus dos más altos representantes.Depende de ellos si cumplen las promesas o si protagonizan el comienzo de una frustración nacional,otra más de los que ha tenido en su historia nuestra nación.
La reforma agraria, la creación de nuevas fuentes de trabajo, la construcción de más viviendas populares;cambios en las formas de producción no pueden ejecutarse sin una filosofía, una doctrina, un partido,un plan.
En manos de los hombres progresistas de la Patria, que están por escribir la primera página de esta nueva era, está la respuesta al reto popular. La adhesión nacional al escogerlos entre los mejores, los obliga a corregir los viejos errores y definir la correcta postura que mejore la vida y los intereses sociales de los ecuatorianos. La primera vuelta electoral tiene trazado su sendero.
*Este artículo fue escrito con el seudónimo Juan de la Luna S. y su autor es el periodista Javier Simancas Cevallos
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
19 DE JULIO DE 1978
¿UNA NUEVA ERA?
Contra viento y marea
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)
El anhelo popular largamente reprimido tras un largo período dictatorial tuvo al fin su válvula de escape. Libre y soberanamente el pueblo, en su mayoría integrado por gente joven, ejerció su derecho al sufragio y con ello puso fin a una época política de una mal llamada democracia militar y abrió el camino de otra cívica, pero aún sin identificación, que llega con más interrogantes que certezas.
Pero, lo importante en esta etapa de transición histórica, es preciso destacar, que han quedado definidas dos tendencias que, si bien son muy vecinas por sus declaraciones programáticas, distan mucho en cuanto a las bases doctrinarias,ideológicas y políticas que propugnan.
Estas dos corrientes mencionan como fundamento de sus acciones el cambio social. El pueblo ha elegido a sus dos más altos representantes.Depende de ellos si cumplen las promesas o si protagonizan el comienzo de una frustración nacional,otra más de los que ha tenido en su historia nuestra nación.
La reforma agraria, la creación de nuevas fuentes de trabajo, la construcción de más viviendas populares;cambios en las formas de producción no pueden ejecutarse sin una filosofía, una doctrina, un partido,un plan. En manos de los hombres progresistas de la Patria, que están por escribir la primera página de esta nueva era, está la respuesta al reto popular.
La adhesión nacional al escogerlos entre los mejores, los obliga a corregir los viejos errores y definir la correcta postura que mejore la vida y los intereses sociales de los ecuatorianos.
*Juan de la Luna es el seudónimo con que escribía Javier Simancas en tiempos de dictadura militar
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
3 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
¿QUIEN ES EL CULPABLE?
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)
¿Quién o quiénes son los responsables del fracaso de los escrutinios de las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República?
Si hubiera un jurado del pueblo inmediatamente pasarían al sillón de los acusados: el Tribunal Supremo Electoral, los partidos políticos y sus representantes que concurren a las audiencias públicas y otros invisibles cómplices y encubridores del delito de fraude de la voluntad soberana del pueblo.
Los miembros del Supremo Electoral son acusados por múltiples causas: sucesivos errores en la conducción del proceso eleccionario desde el comienzo de su gestión; arrogancia de algunos de sus componentes que están provocando la desintegración del organismo; un ineficaz aparato técnico-administrativo, autor de los problemas de última hora que han tenido que afrontar los tribunales provinciales; e incumplimiento de la ley, reglamentos e instructivos.
Por estas causas son responsables de las irregularidades cometidas y que han motivado la anulación de las elecciones en un número significativo de juntas receptoras del voto en las provincias de Esmeraldas y Cotopaxi, y que al momento, ya no son “ un pálido reflejo de lo que vendrá sino un claro reflejo que se ha burlado la voluntad popular expresada el 16 de julio.
Hay que subrayar que en vez de ofrecer soluciones, los tribunos pretenden eludir responsabilidades, tratando de endilgar la culpa a los organismos provinciales como los autores de los hechos denunciados.
Por estas causas, si hubiera el jurado del pueblo, sus integrantes estarían sentenciados a fuertes condenas y sobre todo a la sanción moral de todos los ecuatorianos.
Los otros acusados representantes de los partidos políticos que, en representación de los bloques de derecha, centro e izquierda concurren a las audiencias públicas, deberían ser juzgados por no denunciar las evidencias del fraude electoral, pero al contrario, más bien coadyuvan a que las irregularidades descubiertas sean causa de anulación, con el único propósito de perjudicar a los candidatos adversarios.
A esto se añade que cada agrupación, cada partido, ha olvidado su misión fundamental y ha dejado atrás la necesidad suprema de propiciar la unidad nacional tantas veces enunciada en retóricas intervenciones y nunca practicada.
La sentencia para estos responsables del fracaso electoral, sería más severa que la impuesta para aquellos que son el obstáculo a la democratización del país.Estamos a punto de culminar el proceso de democratización del Estado, y ahora más que nunca nos encontramos desunidos y desorganizados.
Parece que quisieran que este proceso fracase, y que sea el camino de la violencia y anarquía la respuesta a la decisión popular de cambiar el estado de cosas y de volver a la normalidad constitucional, tan difícilmente conquistada.
*Estos editoriales se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor es el periodista Javier Simancas C.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
4 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
LA PROMESA SE CUMPLE
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)
Las voces del pesimismo y la duda se pierden mientras más cercano está el día en que los ecuatorianos conquistaremos los legítimos derechos que regulan la vida democrática de una República.
La promesa del Gobierno de las Fuerzas Armadas de devolver el ejercicio de uno de los más preciados derechos políticos: el de elegir y ser elegidos, es lo trascendental que ahora nos toca defender y asumir con altura y civismo, mediante la correcta selección de nuestros gobernantes.
En la conciencia cívica nacional ha nacido la esperanza de que nada ni nadie impedirá que la vuelta a la normalidad se cumpla en un ambiente de libertad y plenas garantías, porque así lo demuestran las medidas adoptadas para el éxito electoral.
Los errores cometidos a lo largo de estos treinta meses que ha durado el proceso de restauración se justifican siempre que éstos se hayan cometido de buena fe, con el sano interés de que la devolución del Poder se efectúe en el marco de un ambiente político sólido, con un despertar cívico en el que los ecuatorianos sepamos qué es lo que queremos y lo que decidimos.
La impaciencia en los sectores políticos también se justifica porque ésta más se identificó con la obediencia y mesura en la polémica y con modestos cuestionamientos de la gestión gubernamental. Los pocos intransigentes ahora participan intensamente en la campaña electoral porque, con errores e impaciencia, estamos a la puerta de una gran fecha que fija el nuevo destino de los ecuatorianos.
La promesa se cumple. Nos corresponde a nosotros elegir hombres que se comprometan con el desarrollo del país, hombres que hablen clara y francamente, con la verdad y el desinterés, y que se alejen del adulo y de los falsos compromisos; hombres que sepan que es democracia y estado de Derecho.
Debemos pensar que nuestros futuros gobernantes no deben someter a la República a experimentaciones que han caracterizado la vida polìtica ecuatoriana: entre el Poder Militar y el Poder Civil.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
8 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
EL LENGUAJE POLÍTICO
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)
Oír hablar en términos como “...vamos a implantar la justicia social con libertad”; “en mi Gobierno se impondrá la Nueva Democracia”; “haremos la redistribución geográfica del ingreso...”; “Vamos a eliminar la explotación y la miseria”; “haré el Milagro ecuatoriano”; “nuestro gobierno será de los trabajadores del campo y la ciudad...”, en fin tantos slogans, como si se tratara de introducir algún producto en el mercado, es el nuevo lenguaje político que utilizan los presidenciables, dentro del libre ejercicio de la democracia en época dictatorial.
Pero, este lenguaje político de las “nuevas figuras” es una vieja estrategia que ha sido registrada desde la época floreana, garciana, alfarista, juliana y velasquista y que reaparece luego de ocho años para exponerse por diferentes canales como la radio, la televisión y complementada con el discurso sin contenido pronunciado en las tarimas.
¿Cómo pretender un cambio social, una transformación de estructuras -entendido ésto como lo pregonan los “nuevos políticos”- en América y en Ecuador, después de la experiencia Allendista en Chile y antes en República Dominicana?.
El tinte revolucionario de las tesis de Gobierno expuesta unilateralmente por los partidos y alianzas electorales que respaldan a seis candidaturas presidenciales tienen una marca: engañando se engañan creando falsas ilusiones moldeando y distorsionando el sentimiento de hombres y mujeres que esperan mejores días para sí y los suyos.
¿Qué pasaría si los ecuatorianos exigieran realmente el cumplimiento de tan sociales slogans?. Más honesto, real y práctico sería que los futuros conductores del Gobierno constitucional dediquen sus esfuerzos a reformar, mejor dicho a “reconstruir” los vacíos heredados en el campo cultural, educativo, nutritivo, productivo, industrial, agrícola.moral,ético y político.
Hablar de cambios suena hueco, procurar reformas interesante, hacer innovaciones, lo certero.
Además el orden jurídico del Estado no necesita promesas insurgentes sino hechos concretos, cumplimiento fiel de la Carta Política aprobada en referendum, necesita encarar el problema indigenista relegado por siglos.Para gobernar hay que estar de acuerdo con el sentido de las palabras, pero el “lenguaje político” es tal, como permanente es el statu quo.
*Estos editoriales se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor es el periodista Javier Simancas C.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
12 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
NO A LA PROVOCACIÓN
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)
Cuando el pueblo está por conseguir el retorno democrático largamente esperado, repudiables acciones están sucediendo en el territorio nacional buscando la manera de alterar el clima de relativa paz que ha caracterizado al proceso electoral.
Esta vez, no cabe responsabilizar a una supuesta filiación política. Los hechos de violencia se han registrado en Guayaquil, Milagro, Esmeraldas y Quito. Se está tratando de crear un clima de inquietud y tensión, utilizando medios criminales para conseguir un fin negativo que aliente el ausentismo ciudadano a las urnas.
Además, está claro que se intenta provocar al pueblo que ya está preparado y listo para escoger su destino. Pero lo que no sospechan, lo que no saben los instigadores de estos actos de violencia, estos provocadores es el pueblo responderá masivamente en las urnas.
Son vanas las mutuas inculpaciones. La campaña electoral como epílogo y como ejemplo de patriotismo debe demostrarle a los instigadores que en la lucha política hay saber perder y saber ganar.
Ante todo y por sobre todo, a está la unidad y a este esfuerzo contribuimos todos los ecuatorianos.
El intento de desorden y de obstrucción hacia la restauración democrática no puede quedar en el misterio, el pueblo reclama acciones prontas y eficaces para descubrir a los autores de estos atentados.
Estamos a las puertas de la constitucionalidad. Caer en las provocaciones es propiciar el juego de intereses oscuros e indignos, propios de los enemigos del retorno.
*Estos editoriales se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor es el periodista Javier Simancas C.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
19 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
¿A QUIEN CULPAR?
Javier Simancas C.(Por Juan de la Luna S.*)
El Tribunal Supremo Electoral ha llegado a las mismas conclusiones del anterior organismo que funcionó hasta el 22 de septiembre e incluso ha revelado hechos más irregulares todavía, como es el caso de que algunas juntas electorales realizaron los escrutinios en sus domicilios.
Al igual que el anterior organismo, los actuales miembros, no han podido precisar, ni identificar a los responsables de estas anomalías que en el lenguaje político constituye el gran fraude electoral que anunció el doctor Rafael Arízaga Vega y que,sin lugar a dudas, se produjo durante las doce horas de sufragio del 16 de julio anterior.
Antes del 22 de septiembre muchas conjeturas se tejieron alrededor de la anulación de los votos. Algunas con mucha base y otras como mera especulación. Lo que sí es cierto, es que los autores de estas irregularidades son militantes de un partido político que, seguramente hasta las vísperas del 16 de julio, estuvo completamente seguro de que no iba a ganar las elecciones y dispuso a sus militantes que procuren, en la medida de las circunstancias, dañar las elecciones.
Este partido, según las hipótesis de aquellos días de indecisión política, es Concentración de Fuerzas Populares, CFP. Ahora lo que se hace preciso es llegar hasta las últimas consecuencias, puesto que el Tribunal Supremo Electoral, aunque por distinto camino, ha llegado a las mismas conclusiones. Ha sido saboteada la voluntad popular y por consiguiente es indispensable que se determine definitivamente, con valentía y honestidad, a los autores intelectuales de estos acontecimientos que ponen en peligro el retorno a la normalidad democrática.
Una comisión investigadora de alto nivel se hace indispensable en este momento en que nuevamente los nubarrones del caos político ensombrecen nuestro país. Esta comisión de miembros del organismo electoral y de los partidos políticos, así como del Gobierno, tiene que determinar en el menor tiempo, quienes tuvieron que ver con estas anormalidades. Para muchos, incluidos algunos ex candidatos presidenciales, los hechos puestos a la luz pública fueron provocados por la negligencia y falta de conocimiento de los miembros de las juntas receptoras del voto, para otros, como el caso de lo ocurrido en la provincia de Pichincha, tuvo su origen en los coordinadores del organismo seccional, todos pertenecientes a Concentración de Fuerzas Populares.
En definitiva, hemos vuelto a lo mismo. El camino recorrido por el anterior Tribunal y el actual ha llegado al mismo punto. Antes se denunció un fraude de grandes proporciones, ahora se dice que son anomalías, sin embargo, de que se han ajustado a la Ley de Elecciones, instrumento jurídico que han pedido se reforme, para evitar los problemas que ahora son motivo de honda preocupación entre los ecuatorianos.
La mano negra existe. El descubrimiento de ésta y de sus cómplices es un imperativo porque. de lo contrario, el proceso electoral y los ganadores presidenciales no podrán ejercer el Poder libremente, en vista de que sobre triunfo se tenderá el manto de la duda que hará débil el ejercicio de su mandato presidencial.
*Estos editoriales se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor es el periodista Javier Simancas C
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
19 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
¿A QUIEN CULPAR?
Javier Simancas C.(Por Juan de la Luna S.)
El Tribunal Supremo Electoral ha llegado a las mismas conclusiones del anterior organismo que funcionó hasta el 22 de septiembre e incluso ha revelado hechos más irregulares todavía, como es el caso de que algunas juntas electorales realizaron los escrutinios en sus domicilios.
Al igual que el anterior organismo, los actuales miembros, no han podido precisar, ni identificar a los responsables de estas anomalías que en el lenguaje político constituye el gran fraude electoral que anunció el doctor Rafael Arízaga Vega y que,sin lugar a dudas, se produjo durante las doce horas de sufragio del 16 de julio anterior.
Antes del 22 de septiembre muchas conjeturas se tejieron alrededor de la anulación de los votos. Algunas con mucha base y otras como mera especulación. Lo que sí es cierto, es que los autores de estas irregularidades son militantes de un partido político que, seguramente hasta las vísperas del 16 de julio, estuvo completamente seguro de que no iba a ganar las elecciones y dispuso a sus militantes que procuren, en la medida de las circunstancias, dañar las elecciones.
Este partido, según las hipótesis de aquellos días de indecisión política, es Concentración de Fuerzas Populares, CFP. Ahora lo que se hace preciso es llegar hasta las últimas consecuencias, puesto que el Tribunal Supremo Electoral, aunque por distinto camino, ha llegado a las mismas conclusiones. Ha sido saboteada la voluntad popular y por consiguiente es indispensable que se determine definitivamente, con valentía y honestidad, a los autores intelectuales de estos acontecimientos que ponen en peligro el retorno a la normalidad democrática.
Una comisión investigadora de alto nivel se hace indispensable en este momento en que nuevamente los nubarrones del caos político ensombrecen nuestro país. Esta comisión de miembros del organismo electoral y de los partidos políticos, así como del Gobierno, tiene que determinar en el menor tiempo, quienes tuvieron que ver con estas anormalidades. Para muchos, incluidos algunos ex candidatos presidenciales, los hechos puestos a la luz pública fueron provocados por la negligencia y falta de conocimiento de los miembros de las juntas receptoras del voto, para otros, como el caso de lo ocurrido en la provincia de Pichincha, tuvo su origen en los coordinadores del organismo seccional, todos pertenecientes a Concentración de Fuerzas Populares.
En definitiva, hemos vuelto a lo mismo. El camino recorrido por el anterior Tribunal y el actual ha llegado al mismo punto. Antes se denunció un fraude de grandes proporciones, ahora se dice que son anomalías, sin embargo, de que se han ajustado a la Ley de Elecciones, instrumento jurídico que han pedido se reforme, para evitar los problemas que ahora son motivo de honda preocupación entre los ecuatorianos.
La mano negra existe. El descubrimiento de ésta y de sus cómplices es un imperativo porque. de lo contrario, el proceso electoral y los ganadores presidenciales no podrán ejercer el Poder libremente, en vista de que sobre triunfo se tenderá el manto de la duda que hará débil el ejercicio de su mandato presidencial.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
8 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
EL LENGUAJE POLÍTICO
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)
Oír hablar en términos como “...vamos a implantar la justicia social con libertad”; “en mi Gobierno se impondrá la Nueva Democracia”; “haremos la redistribución geográfica del ingreso...”; “Vamos a eliminar la explotación y la miseria”; “haré el Milagro ecuatoriano”; “nuestro gobierno será de los trabajadores del campo y la ciudad...”, en fin tantos slogans, como si se tratara de introducir algún producto en el mercado, es el nuevo lenguaje político que utilizan los presidenciables, dentro del libre ejercicio de la democracia en época dictatorial.
Pero, este lenguaje político de las “nuevas figuras” es una vieja estrategia que ha sido registrada desde la época floreana, garciana, alfarista, juliana y velasquista y que reaparece luego de ocho años para exponerse por diferentes canales como la radio, la televisión y complementada con el discurso sin contenido pronunciado en las tarimas.
¿Cómo pretender un cambio social, una transformación de estructuras -entendido ésto como lo pregonan los “nuevos políticos”- en América y en Ecuador, después de la experiencia Allendista en Chile y antes en República Dominicana?.
El tinte revolucionario de las tesis de Gobierno expuesta unilateralmente por los partidos y alianzas electorales que respaldan a seis candidaturas presidenciales tienen una marca: engañando se engañan creando falsas ilusiones moldeando y distorsionando el sentimiento de hombres y mujeres que esperan mejores días para sí y los suyos.
¿Qué pasaría si los ecuatorianos exigieran realmente el cumplimiento de tan sociales slogans?. Más honesto, real y práctico sería que los futuros conductores del Gobierno constitucional dediquen sus esfuerzos a reformar, mejor dicho a “reconstruir” los vacíos heredados en el campo cultural, educativo, nutritivo, productivo, industrial, agrícola.moral,ético y político.
Hablar de cambios suena hueco, procurar reformas interesante, hacer innovaciones, lo certero.Además el orden jurídico del Estado no necesita promesas insurgentes sino hechos concretos, cumplimiento fiel de la Carta Política aprobada en referendum, necesita encarar el problema indigenista relegado por siglos.Para gobernar hay que estar de acuerdo con el sentido de las palabras, pero el “lenguaje político” es tal, como permanente es el statu quo.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
3 DE JULIO DE 1978
Contra viento y marea
¿QUIEN ES EL CULPABLE?
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)
¿Quién o quiénes son los responsables del fracaso de los escrutinios de las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República?
Si hubiera un jurado del pueblo inmediatamente pasarían al sillón de los acusados: el Tribunal Supremo Electoral, los partidos políticos y sus representantes que concurren a las audiencias públicas y otros invisibles cómplices y encubridores del delito de fraude de la voluntad soberana del pueblo.
Los miembros del Supremo Electoral son acusados por múltiples causas: sucesivos errores en la conducción del proceso eleccionario desde el comienzo de su gestión; arrogancia de algunos de sus componentes que están provocando la desintegración del organismo; un ineficaz aparato técnico-administrativo, autor de los problemas de última hora que han tenido que afrontar los tribunales provinciales; e incumplimiento de la ley, reglamentos e instructivos.
Por estas causas son responsables de las irregularidades cometidas y que han motivado la anulación de las elecciones en un número significativo de juntas receptoras del voto en las provincias de Esmeraldas y Cotopaxi, y que al momento, ya no son “ un pálido reflejo de lo que vendrá sino un claro reflejo que se ha burlado la voluntad popular expresada el 16 de julio.
Hay que subrayar que en vez de ofrecer soluciones, los tribunos pretenden eludir responsabilidades, tratando de endilgar la culpa a los organismos provinciales como los autores de los hechos denunciados.
Por estas causas, si hubiera el jurado del pueblo, sus integrantes estarían sentenciados a fuertes condenas y sobre todo a la sanción moral de todos los ecuatorianos.
Los otros acusados representantes de los partidos políticos que, en representación de los bloques de derecha, centro e izquierda concurren a las audiencias públicas, deberían ser juzgados por no denunciar las evidencias del fraude electoral, pero al contrario, más bien coadyuvan a que las irregularidades descubiertas sean causa de anulación, con el único propósito de perjudicar a los candidatos adversarios.
A esto se añade que cada agrupación, cada partido, ha olvidado su misión fundamental y ha dejado atrás la necesidad suprema de propiciar la unidad nacional tantas veces enunciada en retóricas intervenciones y nunca practicada.
La sentencia para estos responsables del fracaso electoral, sería más severa que la impuesta para aquellos que son el obstáculo a la democratización del país.
Estamos a punto de culminar el proceso de democratización del Estado, y ahora más que nunca nos encontramos desunidos y desorganizados.
Parece que quisieran que este proceso fracase, y que sea el camino de la violencia y anarquía la respuesta a la decisión popular de cambiar el estado de cosas y de volver a la normalidad constitucional, tan difícilmente conquistada.
DIARIO EXPRESO
17 DE ABRIL DE 1990
LA PRUEBA DE FUEGO
Javier Simancas C
Todavía el presidente de la República,Rodrigo Borja Cevallos no han tenido la prueba de fuego verdadera como la que tuvieron que enfrontar los gobiernos de Osvaldo Hurtado y León Febres Cordero, como fue la violencia generalizada y sistemática que puso al país al borde del colapso y la estabilidad democrática.
Han sido veinte meses en las que hasta la naturaleza ha sido prodiga para que el presidente pueda poner en marcha todos los anhelos de proveer a los ecuatorianos de vivir en paz, tener techo, trabajo, libertad y justicia social. No ha tenido oposición alguna, la derecha extremista no tuvo los instrumentos políticos que esperaba que se den en el primer año. La izquierda revolucionaria con lo que viene ocurriendo con Europa oriental y lo sucedido en Nicaragua, no ha podido aún insertarse en este nuevo contexto y prácticamente descuidado escenario nacional.
Los casos de corrupción en el sector público, que no son pocos, fueron neutralizados hábilmente por el gobernante, desde luego con el apoyo de otros sectores sociales que de una u otra forma hacen opinión pública nacional.
Para enfrentar los paros de los trabajadores y transportistas recurrieron a aquellas medidas a las que no estuvieron acostumbrados los dictadores militares, es decir, aplicar los mandatos de la Ley de Seguridad Nacional que se convirtió en un instrumento quizás superior a la propia Constitución Política.
Las fuerzas laborales no demostraron su poder de convocatoria como en los anteriores gobiernos en donde convergieron con su apoyo partidos y organizaciones que ahora están aliadas al gobierno, aunque cargando con el peso de los desaciertos y frustraciones.
Mayo puede ser la primera prueba de fuego, si es que se logra juntar el “aceite con el agua” mejor dicho si trabajadores y transportistas logran hacer el matrimonio. Todo apunta a que los trabajadores han dejado de lado y olvidado sus enconos, su lucha en contra de los “monopolistas del transporte” y estos sus intereses para dar paso a una alianza sin precedentes.
Hostigar al gobierno aprovechando el descontento generalizado y contenido del pueblo parece ser el objetivo final de esta nueva amenaza de huelgas y probables actos de violencia.
Si esta convergencia funciona y si el pueblo está dispuesto a expresar su rechazo el hambre, a la miseria, al alto costo de la vida, falta de educación, salud, entonces si, el gobierno del doctor Rodrigo Borja tendrá la verdadera prueba de fuego y los ecuatorianos seremos testigos de su dote de gobernante y estadista que tanto cuestionan y ponen en duda sus enemigos y ahora hasta sus propios coidearios.
DIARIO EXPRESO
10 ABRIL 1990
LOS OTROS EFECTOS
Javier Simancas C
Las denuncias abundan sobre los vínculos del narcotráfico y los políticos, pero las pruebas escasean. Se privilegia los escasos triunfos policiales sobre el destierro de los sembríos y se elogia que el país solo es ruta de paso. Sin embargo hay problemas de fondo que siguen vigentes; son múltiples y mucho más difíciles de resolver; son aquellos que involucran a muchos en este submundo de corrupción y muerte.
Después de la muerte del juez Iván Martínez y la destitución de unos cuantos jueces acusados de estar vinculados al narcotráfico, los juicios penales siguen un lento camino, parecería que los procesos fueron cortados de un solo tajo o que el miedo invadió a los jueces y fiscales de la República.La policía por más esfuerzos que efectúa no ha podido identificar a los sicarios que cegaron la vida del doctor Martínez, uno de los más probos del país. Las pistas son tan diferentes como las mismas versiones de que el crimen fue ejecutado con las mafias nacionales y extranjeras.
Es un secreto a voces del poder de la “narcodefensa” nacional, tan peligrosa no solo por su influencia política y financiera, sino por la red entretejida entre magistrados, abogados, policías y carcelarios.
Saben los organismos de investigación que en los últimos años han circulado millones de sucres para pagar los favores de los malos administradores de justicia, de los corruptos alcaldes y presidentes de consejos municipales que hicieron del recurso de Habías Corpus un festín y fuente de enriquecimiento ilícito; de los narco policías y narco carceleros.
La corrupción ha alcanzado tales niveles que los narco jueces en contubernio con los abogados han llegado al extremo de poner tarifas a la libertad de sus detenidos.Por la vía del Habías Corpus cobran entre diez, quince y más millones de sucres; vía judicial, según la sentencia de cinco y diez millones, la libertad para los “mulas” o simple pasadores de la droga o simples comerciantes minoristas la tarifa fluctúa entre el millón y dos millones. Los sobornos a policiales y carcelarios o a jueces para fugas misteriosas, sentencias torcidas o partes policiales inocentes también se tarifan según el caso.
Frente a este panorama es muy lenta la reacción hacia la solución radical de los problemas. Las reformas legales, tantas veces planteadas, siguen a nivel de propuestas; el fortalecimiento de las fuerzas policiales que enfrentan o luchan contra este azote son mínimas y dependen de la ayuda externa que es paupérrima; a esto se agrega la falta de conciencia sobre la gravedad de ese fenómeno social, político y económico que sigue minando las bases de un sociedad que busca justicia y libertad.
DIARIO EXPRESO
19 MARZO DE 1990
PARTIDOS “PARTIDOS”
Javier Simancas C
La lucha por los puestos en la lista de candidatos y las inscripciones de la misma ha terminado. Aparentemente los partidos políticos han escogido a los mejores hombres para que el pueblo elija a los nuevos diputados, concejales y consejeros. Todo apunta a que se ha superado los escollos internos y cada una de las fuerzas organizadas se presentan unidas, decentes y democráticas.
Han librado la primera batalla, sin embargo los problemas siguen intocados. Son partidos “partidos” o mejor dicho, hechos pedazos, porque en su interior continúan luchas cruentas, cargadas de ambiciones personales, odios, rencores, porque carecen aún de una brújula y de liderazgo. Los quince partidos legales no han podido superar la vieja cara del oportunismo y la mezquindad. Tampoco desterrar la influencia del poder y del dinero. Hay tantos nuevos candidatos que apenas han conocido las puertas de las organizaciones.
En la historia del partidismo ecuatoriano, hay más capítulos de traiciones, odio,e ambiciones antes que proyectos que sirvan para la supervivencia de la democracia.
El panorama de ahora es igual al que se vivió ayer y al que se vivirá mañana. Los partidos que son la razón de ser de la vida pública de una nación no han podido aún convertirse en el eslabón entre pueblo y gobierno entre gobernados y gobernantes.Lo que dijeron ser fuertes, coherentes, unitarios, que habían superado antiguos rencillas, han mostrado su rostro de vergüenza y ambición. Otros por inercia, por venganza e inoperancia de sus líderes han dejado que de la agonía pasen a la muerte.
Este aspecto es igual en la derecha o izquierda, centro o en los extremos. han nacido de un mismo tronco: dos, tres y hasta cuatro partidos pero sin mucha diferencia. Aunque no se trata de una elección de importancia, esta nueva medición de fuerzas evidenciará, otra vez, el grado de confianza del pueblo en los candidatos y los partidos y también la mística popular que es la razón de ser de la democracia y libertad.
DIARIOS EXPRESO- LA HORA
IMPUESTO AL "LLEVE"
11 MAYO 1990 Y 5 JUNIO 1990
Javier Simancas C
El “lleve” como ha sido bautizado no es nuevo. Con diferentes nombres se ha institucionalizado en la vida administrativa, pública y privada de la República. Ha sido, es y será la fuente de la corrupción y discordia entre adversarios y la plataforma para los aspirantes a presidentes,a diputados, concejales y consejeros. Las campañas electorales se fundamentan en la lucha por la moral y para eliminar la corrupción.
El “lleve” es más alto en los grandes contratos, en las transacciones costosas, pero también "llevan" los pequeños ladronzuelos de bajo nivel salarial burocr{atico. Estos últimos son los picaros que caen por centavos y a los que más persiguen los órganos de control fiscal.
Hasta el momento no ha habido poder humano, peor legislación penal alguna que elimine esta manera de enriquecimiento ilícito de aquellos transeúntes de la política que se sirven del Estado para su provecho. El mal esta arraigado en lo más profundo de la sociedad ecuatoriana, es lo más normal porque la “comisión” del 10 o 15 % no deja huellas. Los nuevos ricos aparecen de un prudencial paréntesis de su vida pública y en otros casos paralelamente a su tránsito por el sector público con una desfachatez y desvergüenza que alarma.
Cada vez que los sobornados y sobornadores se inventan más refinados fórmulas para el éxito del cohecho o coíma. Ya no esperan los intermediarios en la antesala de los locales de los comités de licitación con los maletines negros a cada uno de los delegados, sino que hoy por hoy se abren cuentas en dólares o se entregan bienes-muebles en diferentes partes del país.
En “arca abierta el justo peca” dice el refrán en la tentación de grandes y chicos. Los primeros alcanzan más poder y posiciones, los segundos apenas para supervivir o ir a la cárcel.
El “lleve”... “lleve” ha recrudecido. Las denuncias vuelan a los cuatro vientos, la denuncia disimula, los órganos de control no tienen pista y los sumarios se arruman en los archivos de los juzgados, al igual que aquellas denuncias que pusieron a buen recaudo en los últimos años a los infractores.
Muchos piensan que este fenómeno social de corrupción pública solo puede ser afrontado imponiendo tributos sobre la base de una exhaustiva investigación de los ingresos susceptibles de caer en estas tentaciones, hasta que en un auténtico congreso popular pueda legislar definitivamente contra el enriquecimiento ilícito.
© 2024 Noticias Equinoccio