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Viernes, 08 Enero 2021 03:23

EL DRAMA LOJANO

Escrito por

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

27 DE JULIO  DE 1978

EL DRAMA LOJANO

Contra viento y marea

Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)*

 

El drama que nuevamente vive Loja, recuerda aquel de hace una década,  cuando millares de campesinos emigraron hacia todas las regiones de la Patria. Abandonaron sus tierras por la inmisericorde sequía y la total indiferencia gubernamental.

Hoy   parece que la historia se repite. Esta vez el grito de socorro nace del sector sur occidental de la provincia en donde la total ausencia de agua, ahonda más el difícil panorama socio-económico de los habitantes de esa zona fronteriza, que no ha logrado recuperarse de las repetidas desastres provocados por las sequías y otros fenómenos naturales.

Hace diez años, una prolongada sequía y luego los azotes de un terremoto, pusieron a prueba el valor y estoicismo del lojano. Las huellas profundas y el drama humano de miles de familias siguen latentes y aún afectan socialmente a la provincia. La sequía, y sus secuelas de dolor, miseria y abandono, vuelve como fúnebre cortejo a angustiar a Loja  y    la vida de las humildes familias campesinas que prefirieron el hambre y la desesperanza que  dejar sus tierras.

Nuevamente, como hace una década, las puertas de las oficinas públicas vuelven a ser tocadas para que  conozcan el drama y se adopten medidas preventivas  para evitar   el desastre total.

La única riqueza de los lojanos es el suelo y la naturaleza hostil  que pretende aniquilarlos. Lo que antes eran inmensos bosques han desaparecido y la tierra está  erosionada, seca, muerta. Asombra a quienes conocieron la provincia floreciente y rica  verla abandonada y estéril;  tierra sin bosques ni praderas, salvo aquellos huertos que aún se levantan junto a lo que eran torrentosos ríos  y cuya producción sirve apenas  para la subsistencia diaria.

Malos años, duras pruebas para un pueblo rebelde. Hay tanto temor y duda que hoy apenas el treinta por ciento de un total de 9 mil 926 kilómetros cuadrados que tiene la región están cultivados. Las zonas ricas en producción cafetalera y otras de gran futuro ganadero en otra hora,   apenas satisfacen las necesidades cantonales.

Los campos lojanos no tienen  ni una gota de agua. El fantasma del olvido y tragedia se cierne porque a estas desgracias naturales se suman los problemas que acarrean    miles de madres sin atención médico materno infantil; miles de hombres  que adolecen de enfermedades infecto contagiosas. Malaria,  tuberculosis son las principales enfermedades que agobian al campesino. La falta  de servicios sanitarios como agua potable, alcantarillado, telecomunicaciones, buenas carreteras, luz eléctrica también   identifican a esa región fronteriza.

El analfabetismo y los anacrónicos sistemas de comunicación hacen de Loja una provincia aislada. La educación pública  se desenvuelve en condiciones precarias y de peligro para los propios educandos. Los permanentes atentados a nuestra nacionalidad en las fronteras por la falta de material didáctico nacional, son entre otros, los factores que muestran a Loja como la provincia del olvido y tragedia.

Este drama lojano tiene sus cómplices entre los propios representantes locales y desde luego en los altos organismos de decisión gubernamental. Nunca se quiso encarar la grave tragedia de Loja declarada en emergencia. 1.500 millones de sucres, debían invertirse para colocar a la región en su estado normal, según reveló la Junta Nacional de Planificación y Coordinación  Económica.

Loja sigue siendo sinónimo de distancia, dolor y olvido. Es una bomba de tiempo a punto de estallar y reclamar para reclamar  sus derechos. Es hora de mirarla, es hora de recordar que Loja es frontera, es ejemplo de valor, es Patria, es Ecuador. 

  • Artículo escrito   por Javier Simancas con el seudónimo  Juan de la Luna S.
Viernes, 18 Septiembre 2020 03:20

ESTAMOS CONFUNDIDOS

Escrito por

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

25 DE JULIO DE 1978

Contra viento y marea

ESTAMOS CONFUNDIDOS

 Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)*

Los ecuatorianos han  sido protagonistas de dos acontecimientos fundamentales para el regreso y restauración  de la democracia en el país. Hemos sido obedientes, ordenados y serenos cuando concurrimos a la consulta popular de enero para escoger nuestra Constitución y el 16 de julio para escoger a nuestro futuro gobernante. Incluso al calor del ambiente hogareño, los debates políticos de la familia, con los amigos y extraños se han caracterizado por la altura en las discusiones y la nobleza en defender lo que han considerado justo, especialmente opinando sobre  los hombres que encabezaban las listas  de candidatos.

En definitiva se ha  procedido con profunda confianza y civismo, pero después del 16, los acontecimientos provocados por los personajes jurídicos que integran el Tribunal Supremo Electoral y los políticos que participan en las audiencias públicas en donde se realizan los escrutinios oficiales, están creando una corriente de desconfianza, temor y sobre todo,  confusión   porque no hay explicación que, por ínfimos detalles, se anule la  voluntad popular expresada masivamente en los comicios pasados.

Otro tanto hacen, en esta etapa de confusión, estupor e indignación, los líderes políticos que están ensayando otro espectáculo a costa de sus propios candidatos.

Qué mal ejemplo, qué faltos de dignidad. Nadie cree en ellos y por eso pensamos que cuando pretendan imponernos una nueva participación, el ausentismo electoral será notable.

En esta etapa de confusión, los roldosistas ya no creen que ganará su candidato, los huertistas que ocupan el segundo lugar y los sixtistas buscan una alternativa.

La convocatoria a nuevas elecciones en Cotopaxi, ha sido suspendida. Esta medida, como es la característica del Tribunal, también resultó ilegal y antijurídica. Ahora se afirma que dicha repetición   sólo se hará  si uno o los candidatos la necesitan para definir posiciones.

Estamos siendo los ecuatorianos  objeto de burla. Qué triste ejemplo para ese medio millón de jóvenes electores que concurrieron por primera vez a un acto electoral. Los dirigentes políticos ahora en franca pugna por cuestiones personales aumentan esta ola de confusión, estupor e ira que   crece en los corazones de los ecuatorianos que  están  demostrando , disciplinados y obediencia cívica para no  provocar la  interrupción de la transición  hacia el régimen democrático.

Nada positivo nos espera. Quizá la dudosa neutralidad del Gobierno Militar estimule a los responsables de proceso electoral a reorientar su camino y decidan  que  queremos     como  único objetivo nacional, el retorno de los militares a sus cuarteles y la práctica democrática  con un Gobierno Civil, escogido en las urnas  libre, soberano y de profundo contenido cívico.

*Este artículo fue escrito por el periodista Javier Simancas C. con el seudónimo Juan de la Luna S.

Viernes, 18 Septiembre 2020 03:13

POR SENDEROS DISTINTOS

Escrito por

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

22 DE JULIO  DE 1978

POR SENDEROS DISTINTOS

Contra viento y marea

 Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)*

El camino recorrido por el Ecuador para llegar a la última etapa de retorno al orden constitucional no es el mismo que han tenido que recorrer Bolivia y Perú, en cuyos países la imposición dictatorial anuló toda posibilidad de libre expresión del pensamiento, del ejercicio cívico de sufragio,  en fin  fue   un proceso doloroso, cruento, violento, de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales. 

Nuestra experiencia para  el regreso, ha sido  menos dura; se ha cumplido en dos largos años y mediante un plan de cuatro etapas, la última con el pronunciamiento definitivo de la voluntad del pueblo ecuatoriano de poner fin a una etapa de ocho años de sucesivas dictaduras, en la cual no se ha logrado la solución  de los problemas nacionales en el campo social, económico, cultural, político y de erradicación  de la corrupción, razón de ser  del golpe militar de  1972.

Para afianzar las dos principales etapas de la adhesión popular a la constitucionalidad, falta únicamente un último  acto electoral que por su naturaleza, es el primero  que se experimenta en la vida republicana del Ecuador. Es la primera vez que  el pueblo decidirá entre dos tendencias políticas de claras posiciones en una segunda vuelta electoral. Estos comicios  además serán la ratificación de la voluntad de un pueblo culto que, a pesar de todo,  confía en la palabra de las FF.AA. que  se ha comprometido  respetar los resultados, no interrumpir el   proceso y reintegrarse  a los cuarteles  para retomar el cumplimiento de  su misión  de defender  la soberanía nacional  de nuestras fronteras.

Las Fuerzas Armadas, han sido testigos de la decisión popular, cuya realidad no se puede negar.  Nadie pone en tela de duda la dignidad institucional, su honor, y se sabe que no puede adoptar contradictorias decisiones, máxime ahora que están puestos en el Ecuador los ojos de toda América y el mundo.

Toca al Tribunal Supremo Electoral, como garante oficial de la expresión popular desvanecer cualquier incertidumbre. Las suspicacias sobre posibles irregularidades, deben ser cortadas de raíz.

Desde hace días se tejen suposiciones y se propagan rumores alrededor de la demora para iniciar los escrutinios oficiales  por la suspensión de la información de los resultados electorales, así como por un sin número de factores que han motivado el permanente cuestionamiento de las resoluciones adoptadas por ese organismo electoral.

Se ha puesto fin a una etapa y comienza una nueva era. Lo único que falta y urge definir es quién es quién  en el segundo lugar en votos; si el sector de centro derecha o el de centro izquierda.

*Este artículo fue escrito por  el periodista Javier Simancas C. con el seudónimo Juan de la Luna S.

Viernes, 18 Septiembre 2020 02:52

¿UNA NUEVA ERA?

Escrito por

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO 

19 DE JULIO   DE 1978 

¿UNA NUEVA ERA?

Contra viento y marea

 Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)

         El anhelo popular largamente reprimido tras un  largo período dictatorial  tuvo al fin su válvula de escape. Libre y soberanamente el pueblo, en su mayoría integrado por gente  joven, ejerció su derecho al sufragio y  con ello puso fin a una   época política de una mal llamada  democracia militar y abrió el camino de otra cívica, pero  aún sin identificación, que llega  con   más  interrogantes que certezas.

        Pero lo importante  en esta etapa de transición histórica,  es preciso destacar, es  que han quedado definidas dos tendencias que, si bien son muy vecinas por sus declaraciones programáticas, distan mucho  en cuanto a las bases doctrinarias y políticas que propugnan. Estas dos corrientes, la una de la centro izquierda y la otra  de la derecha conservadora, mencionan como fundamento de sus acciones el cambio social. El pueblo ha elegido a sus dos más altos representantes.Depende de ellos si cumplen las promesas o si protagonizan el comienzo de una frustración nacional,otra más de los que ha tenido en su historia nuestra nación.

       La  reforma agraria, la creación de nuevas fuentes de trabajo, la construcción de más   viviendas populares;cambios   en las formas de producción  no pueden ejecutarse sin una filosofía, una doctrina, un partido,un plan.

      En manos de los hombres progresistas de la Patria, que están por escribir la primera página de esta nueva era, está la respuesta   al reto popular. La adhesión nacional al escogerlos entre los mejores, los obliga a corregir los viejos errores y definir la correcta postura que mejore la vida y los intereses sociales de los ecuatorianos. La primera vuelta electoral tiene trazado su sendero.

*Este artículo  fue escrito  con el seudónimo  Juan de la Luna S. y su autor es el periodista  Javier Simancas Cevallos

Lunes, 24 Agosto 2020 22:06

TESTIMONIO DEL TIEMPO

Escrito por

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

19 DE JULIO   DE 1978

¿UNA NUEVA ERA?

 

Contra viento y marea

 Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)

          El anhelo popular largamente reprimido tras un  largo período dictatorial  tuvo al fin su válvula de escape. Libre y soberanamente el pueblo, en su mayoría integrado por gente  joven, ejerció su derecho al sufragio y  con ello puso fin a una   época política de una mal llamada  democracia militar y abrió el camino de otra cívica, pero  aún sin identificación, que llega  con   más  interrogantes que certezas.

          Pero, lo importante  en esta etapa de transición histórica,  es preciso destacar,  que han quedado definidas dos tendencias que, si bien son muy vecinas por sus declaraciones programáticas, distan mucho  en cuanto a las bases doctrinarias,ideológicas y políticas que propugnan.

         Estas dos corrientes mencionan como fundamento de sus acciones el cambio social. El pueblo ha elegido a sus dos más altos representantes.Depende de ellos si cumplen las promesas o si protagonizan el comienzo de una frustración nacional,otra más de los que ha tenido en su historia nuestra nación.

         La  reforma agraria, la creación de nuevas fuentes de trabajo, la construcción de más   viviendas populares;cambios   en las formas de producción  no pueden ejecutarse sin una filosofía, una doctrina, un partido,un plan.   En manos de los hombres progresistas de la Patria, que están por escribir la primera página de esta nueva era, está la respuesta   al reto popular.

La adhesión nacional al escogerlos entre los mejores, los obliga a corregir los viejos errores y definir la correcta postura que mejore la vida y los intereses sociales de los ecuatorianos.

*Juan de la Luna  es el seudónimo  con que escribía  Javier Simancas en tiempos  de dictadura militar 

Domingo, 23 Agosto 2020 01:28

TESTIMONIOS DEL TIEMPO

Escrito por

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

3 DE JULIO   DE 1978

Contra viento y marea

¿QUIEN ES EL CULPABLE?

Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)

¿Quién o quiénes son los responsables del fracaso de los escrutinios de las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República?

Si hubiera un jurado del pueblo inmediatamente pasarían al sillón  de los acusados: el Tribunal Supremo Electoral, los partidos políticos y sus representantes que concurren a las audiencias públicas y  otros invisibles  cómplices y encubridores del delito de fraude de la voluntad  soberana  del pueblo.

Los miembros del Supremo Electoral son acusados por múltiples causas: sucesivos errores en la conducción del proceso eleccionario  desde el comienzo de su gestión; arrogancia de algunos de sus componentes que están provocando la desintegración del organismo; un ineficaz aparato técnico-administrativo, autor de los problemas de última hora que han tenido que afrontar los tribunales provinciales; e  incumplimiento de la ley,   reglamentos e instructivos.

Por estas causas  son responsables de las irregularidades cometidas y que han motivado la anulación de las elecciones en un número significativo de   juntas receptoras del voto en las provincias de Esmeraldas y Cotopaxi, y que al momento, ya no son “ un pálido reflejo de lo que vendrá  sino  un claro reflejo que se  ha burlado  la voluntad popular expresada  el 16 de julio.

  Hay que subrayar  que en vez de ofrecer soluciones, los tribunos pretenden eludir responsabilidades, tratando de endilgar la culpa a los organismos provinciales como  los autores de los hechos denunciados.

Por estas causas, si hubiera el jurado del pueblo, sus integrantes estarían sentenciados a fuertes condenas y sobre todo a la sanción moral de todos los ecuatorianos.

Los otros acusados representantes de los partidos políticos  que, en representación  de los bloques de derecha, centro e izquierda concurren a las audiencias públicas,  deberían ser juzgados por no denunciar las evidencias del fraude electoral, pero   al contrario, más bien coadyuvan a que las irregularidades descubiertas sean causa  de anulación, con el único propósito de perjudicar a los candidatos adversarios.

A esto se añade que cada agrupación, cada partido, ha olvidado su misión fundamental y ha dejado atrás la necesidad suprema de propiciar la unidad nacional tantas veces enunciada en retóricas intervenciones y nunca practicada.

La sentencia para estos responsables del fracaso electoral, sería más  severa que la impuesta para aquellos que son el obstáculo a la democratización del país.Estamos a punto de culminar  el proceso de  democratización del Estado, y ahora más que nunca nos encontramos desunidos y desorganizados.

Parece que   quisieran que este proceso  fracase, y que sea el camino de la violencia y anarquía  la respuesta a la decisión popular de cambiar el estado de cosas y de volver a la normalidad constitucional, tan difícilmente  conquistada.

*Estos editoriales  se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor  es el periodista Javier Simancas C.

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

4 DE JULIO  DE 1978

Contra viento y marea

LA PROMESA SE CUMPLE

Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)

Las voces del pesimismo y la duda se pierden mientras más cercano está el día en que los ecuatorianos conquistaremos los legítimos derechos que regulan la vida democrática de una República.

La promesa del Gobierno  de las Fuerzas Armadas de devolver  el ejercicio de uno de los más preciados derechos políticos:  el de elegir y ser elegidos, es lo trascendental que ahora nos toca defender y asumir con altura y civismo, mediante la correcta selección de nuestros gobernantes.

En la conciencia cívica nacional ha nacido la esperanza de que nada ni nadie impedirá que la vuelta a la normalidad se cumpla en un ambiente de libertad y plenas garantías, porque así lo demuestran las medidas adoptadas para el éxito  electoral. 

Los errores cometidos a lo largo de estos treinta meses que ha durado el proceso de restauración  se justifican   siempre  que éstos  se hayan cometido de buena fe, con el sano interés de que la devolución del Poder  se efectúe en el marco de un ambiente político sólido, con un despertar cívico  en el que los ecuatorianos sepamos qué es lo que queremos y lo que decidimos.

La impaciencia en los sectores políticos también se justifica  porque  ésta más   se identificó con la obediencia y mesura en la polémica y     con modestos cuestionamientos  de la gestión gubernamental. Los pocos intransigentes ahora participan intensamente en la campaña electoral  porque, con errores e impaciencia, estamos a la puerta de una gran fecha que fija el nuevo destino de los ecuatorianos.

La promesa se cumple. Nos corresponde a nosotros elegir hombres que se comprometan con el desarrollo del país, hombres que hablen clara y francamente, con la verdad y el desinterés, y que se alejen del adulo y de los falsos compromisos; hombres que sepan que es democracia y estado de Derecho.

Debemos pensar que nuestros futuros gobernantes no deben someter a la República a experimentaciones que han caracterizado la vida polìtica  ecuatoriana: entre el Poder Militar y el Poder Civil. 

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

8 DE JULIO   DE 1978

Contra viento y marea

EL LENGUAJE POLÍTICO

Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)

Oír hablar en términos como “...vamos a implantar la justicia social con libertad”; “en mi Gobierno se impondrá la Nueva Democracia”; “haremos la redistribución geográfica del ingreso...”; “Vamos a eliminar la explotación y la miseria”; “haré el Milagro ecuatoriano”; “nuestro gobierno será de los trabajadores del campo y la ciudad...”, en fin tantos slogans, como si se tratara de introducir algún producto en el mercado, es el nuevo lenguaje político que utilizan los presidenciables, dentro del libre ejercicio de la democracia en época dictatorial.

Pero, este lenguaje político   de las “nuevas figuras” es una vieja estrategia que ha sido registrada desde la época floreana, garciana, alfarista, juliana y velasquista y que reaparece luego de ocho años para exponerse  por  diferentes  canales como la radio, la televisión  y complementada con el discurso sin contenido pronunciado en las tarimas.

¿Cómo pretender un cambio social, una transformación de estructuras -entendido ésto  como lo pregonan los “nuevos políticos”- en América y en Ecuador, después de la experiencia Allendista en Chile y  antes en  República Dominicana?.

 El tinte revolucionario de las tesis de Gobierno expuesta  unilateralmente por los partidos y alianzas electorales que respaldan a seis candidaturas presidenciales tienen una marca: engañando se engañan creando falsas ilusiones moldeando y distorsionando el sentimiento   de hombres y mujeres que esperan mejores días para sí y los suyos.

¿Qué pasaría si los ecuatorianos exigieran realmente el cumplimiento de tan sociales slogans?. Más honesto, real y práctico sería  que los futuros conductores del Gobierno constitucional dediquen sus esfuerzos a reformar, mejor dicho a “reconstruir” los vacíos  heredados en el campo  cultural, educativo, nutritivo, productivo, industrial, agrícola.moral,ético y político.

Hablar de cambios suena hueco, procurar reformas  interesante, hacer innovaciones, lo certero.

Además  el orden    jurídico del Estado  no necesita promesas insurgentes  sino hechos concretos, cumplimiento fiel de la Carta Política aprobada en referendum, necesita encarar el problema indigenista relegado por siglos.Para gobernar  hay que estar de acuerdo con el sentido de las palabras, pero el “lenguaje político” es tal, como permanente  es el statu quo.

*Estos editoriales  se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor  es el periodista Javier Simancas C.

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

12 DE JULIO  DE 1978

Contra viento y marea

NO A LA PROVOCACIÓN

Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.*)

Cuando el pueblo está por conseguir el retorno democrático largamente esperado, repudiables acciones están sucediendo en el territorio nacional buscando la manera de alterar el clima de relativa paz que ha caracterizado al proceso electoral.

Esta vez, no cabe responsabilizar a una supuesta filiación política. Los hechos de violencia se han registrado en Guayaquil, Milagro, Esmeraldas y     Quito. Se está tratando de crear un clima de inquietud y tensión, utilizando medios criminales  para conseguir un fin negativo  que aliente  el ausentismo ciudadano a las urnas.

Además, está claro  que se intenta provocar al pueblo que ya está preparado y listo para escoger su destino. Pero  lo que no sospechan, lo que no saben los instigadores de estos actos de violencia,   estos provocadores es  el pueblo responderá masivamente en las urnas.

Son vanas las mutuas inculpaciones. La campaña electoral  como epílogo y como ejemplo de patriotismo  debe demostrarle a los instigadores  que en la lucha política hay  saber perder y   saber ganar.

Ante todo y por sobre todo, a está la unidad    y a este esfuerzo   contribuimos todos los ecuatorianos.

El intento de desorden y de  obstrucción  hacia  la restauración democrática  no puede quedar en el misterio, el pueblo   reclama   acciones prontas y eficaces para descubrir a los autores de estos atentados.

Estamos a las puertas de la constitucionalidad. Caer en las provocaciones es propiciar el  juego de intereses oscuros e indignos, propios de los enemigos del retorno.


*Estos editoriales  se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor  es el periodista Javier Simancas C.

DIARIO EL TIEMPO DE  QUITO

19 DE JULIO  DE  1978

Contra viento y marea

¿A QUIEN CULPAR?

Javier Simancas C.(Por Juan de la Luna S.*)

El Tribunal Supremo Electoral ha llegado a las  mismas conclusiones del anterior organismo que funcionó hasta el 22 de septiembre e incluso ha revelado hechos más irregulares todavía, como es el caso de que algunas juntas electorales realizaron los escrutinios en sus domicilios.

Al igual que el anterior organismo, los actuales miembros, no han podido precisar, ni identificar  a los responsables de estas anomalías  que en el lenguaje político constituye el gran fraude electoral que anunció el doctor Rafael Arízaga Vega  y que,sin lugar a dudas, se produjo durante las doce horas de sufragio del 16 de julio anterior.

Antes del 22 de septiembre muchas conjeturas se tejieron alrededor de la  anulación  de los votos. Algunas con mucha base y otras como mera especulación. Lo que sí es cierto, es que los autores de estas irregularidades son militantes de un partido político que, seguramente hasta las vísperas del 16 de julio, estuvo completamente seguro de que no iba a ganar las elecciones y dispuso a sus militantes que  procuren, en la medida de las circunstancias,   dañar las elecciones.

Este partido, según las hipótesis de aquellos días de indecisión política, es Concentración de Fuerzas Populares, CFP. Ahora lo que se hace preciso es llegar hasta las últimas consecuencias, puesto que el Tribunal Supremo Electoral, aunque por distinto camino, ha llegado a las mismas conclusiones. Ha sido saboteada la voluntad popular y por consiguiente es indispensable que se determine definitivamente, con valentía y honestidad, a los autores intelectuales de estos acontecimientos que ponen en peligro el retorno a la normalidad democrática. 

Una comisión investigadora de alto nivel se hace indispensable en este momento en que nuevamente los nubarrones del caos político ensombrecen nuestro país. Esta comisión de miembros del  organismo  electoral y de los partidos políticos, así como del Gobierno, tiene que determinar en el menor tiempo, quienes tuvieron que ver con estas anormalidades. Para muchos, incluidos algunos ex candidatos presidenciales, los hechos puestos a la luz pública fueron provocados por la negligencia y falta de conocimiento de los miembros de las juntas receptoras del voto, para otros, como el caso de lo ocurrido en la provincia de Pichincha, tuvo su origen en los coordinadores del organismo seccional, todos pertenecientes a Concentración de Fuerzas Populares.

En definitiva, hemos vuelto a lo mismo. El camino recorrido por el anterior Tribunal y el actual ha llegado al mismo punto. Antes se denunció un fraude de grandes proporciones, ahora se dice que son anomalías, sin embargo, de que se han ajustado a la Ley de Elecciones, instrumento jurídico que han pedido se reforme, para evitar los problemas  que ahora son motivo de honda preocupación entre los ecuatorianos.

La mano negra existe. El descubrimiento de ésta y de sus cómplices  es un imperativo porque. de lo contrario, el proceso electoral y los ganadores presidenciales no podrán ejercer el Poder libremente, en vista de que sobre triunfo se tenderá el manto de la duda que hará débil el ejercicio de su mandato presidencial.

*Estos editoriales  se publicaron con el seudónimo Juan de la Luna S. cuyo autor  es el periodista Javier Simancas C

Por Fernando Borja Gallegos

8 de mayo de 2020

Ante el avance de la pandemia denominada coronoravirus-19, que hasta el momento mata a cerca de 300.000 personas, políticos y científicos buscan respuestas que les permitan conocer cómo se originó el virus.

El científico francés Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina 2008 por haber descubierto el VIH, sostuvo que “el virus había sido creado en un laboratorio de la ciudad de Wuhan, ya que Wuhan se especializaba en estos coronavirus desde principios de la década del 2000”.

El prestigioso Jefe del departamento de Virus e Inmunidad del Instituto Pasteur de Francia descarta la teoría de Montagnier y dice “que no pudo haber sido producido por seres humanos”.

El Presidente Norteamericano Donald Trump popularizó el término “virus chino” para referirse al coronavirus-19. Así también, anunció a fines de abril la supresión de los fondos destinados a la Organización Mundial de la Salud a la que acusó de “defender las acciones del Gobierno Chino” y ayudar a “ocultar el peligro y la extensión que podía tener el brote”.

Países como Francia, Alemania, Reino Unido, se han sumado a las dudas sobre la gestión de la crisis por parte de China y han puesto sobre la mesa la posibilidad de llevar a cabo una pesquisa.

El Secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo se pregunta “sí el nuevo coronavirus fue liberado intencionalmente o si fue un accidente”.

Las Agencias de Inteligencia de los Estados Unidos afirmaron que “habían llegado a la conclusión de que el coronavirus no fue creado por humanos ni modificado genéticamente”.

Con la referida declaración de los Servicios de Inteligencia Americanos, de 30 de abril de 2020, se descarta que China esté involucrada en la creación y, por ende, propagación del referido virus.

La OMS –Organización Mundial de la Salud-, asevera que “Todas las pruebas disponibles apuntan a un origen animal como fuente de la pandemia global del coronavirus”.

Fundamental rememorar que en 1918 la humanidad se vio afectada por “la gripe española” que mató a cerca de 100 millones de personas y al igual que ahora se usó políticamente dicha pandemia para atacar a países enemigos.

La gripe española arremetió contra la humanidad en tres oleadas diferentes, por tanto, los gobiernos deben permanecer en estado de alerta respecto del coronavirus.

Se infiere de lo expuesto, que los únicos culpables de la pandemia del coronavirus-19 son los murciélagos y pangolines. Pandemia que ha contagiado a más de un millón de personas y ha producido en Estados Unidos, España, Italia y otros países más de 300.000 muertos.

En virtud de lo anotado la República Popular China no puede ser imputada de ser autora de la pandemia que azota a la humanidad y, además, insisto en que los únicos culpables son los murciélagos y pangolines que deben ser declarados seres no gratos y al margen de la ley.

 

 

 

Por Fernando Borja Gallegos

1 de mayo de 2020

El Día Internacional del Trabajo que se celebra en la mayoría de los países del mundo, con la salvedad de Estados Unidos, Canadá y Australia, transcurrirá bajo estrictas medidas de seguridad con el fin de impedir manifestaciones o movilizaciones en virtud del confinamiento dispuesto por los gobiernos por la pandemia que azota a la humanidad.

El Día Internacional del Trabajo – sin trabajo, aunque resulte irónico, muchos de los trabajadores están cesantes, las empresas quebradas y la economía que se desploma minuto a minuto por el coronavirus.

En el planeta Tierra hay más de 3‘500.000 contagiados, alrededor de los 150.000 muertos y 1’100.000 recuperados.

En medio del pánico y la incertidumbre, la República Popular China es acusada del origen de la pandemia por el Presidente de Estados Unidos de Norteamérica. Así también la Organización Mundial de la Salud es fustigada por no haber actuado con diligencia en este caso.

Por lo expuesto, sería oportuno que los principales miembros de la OMS, entre ellos, el Gobierno Chino, promueva una investigación imparcial sobre el escabroso tema.

El primero de mayo de 1886, bajo el lema “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”, más de 200.000 trabajadores se plegaron a la huelga general, dispuesta por la American Federation of Labor y en rechazo a la Ley que prohibía en Estados Unidos trabajar más de 18 horas.

El Presidente Andrew Johnson, sancionó la Ley Ingersoll, por la que se establecía 8 horas diarias de trabajo. La mayoría de los Estados promulgaron leyes que garantizaban de 8 a 10 horas de trabajo, pero todas contemplaban disposiciones que permitían obligar a los trabajadores laborar hasta 18 horas.

Por la referida burla, en la ciudad de Chicago se dio inicio a una violenta manifestación que obligó a la intervención de la Policía: varios muertos, decena de heridos y cientos de detenidos. De los detenidos cinco fueron condenados a la pena capital y tres condenados a prisión. Entre los condenados a muerte constan George Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons, Agust Vicent, Theodoro Spice y Louis Lingg.

Con oportunidad de esta fecha, se debe saludar a todos los trabajadores y empleados, públicos o privados y, además, aplaudir principalmente a los médicos, enfermeras, asistentes y Fuerza Pública que, poniendo en riesgo sus vidas, atienden y apoyan a la generalidad que sufre de la tremenda embestida del coronavirus.

Formulo votos, porque los nuevos líderes de las congregaciones, gremios e instituciones de toda índole, reestablezcan la dignidad tan venida a menos en la época contemporánea.

Que los futuros dirigentes jamás permitan que se atente, impunemente, en contra de la libertad de prensa, de la educación, de los derechos humanos, de los Sindicatos y, en general, en contra de la mayoría de las instituciones que representan el alma de la Patria.

Viernes, 24 Abril 2020 22:34

REFLEXIONES

Escrito por

 

 Por Ligia Ines Proaño

  Me puse a pensar  en el significado de esta pandemia que estamos viviendo y me pregunté:¿  son buenas las medidas de confinamiento al que nos han sometido casi todos los gobiernos del mundo?. Lógicamente, la idea es, salvar vidas y evitar mayor número de contagios. Pero, ¿ defender la vida es acaso algo que se debe imponer a las personas?,¿ no es esto algo inherente al ser humano?.   
Las enfermedades virales no son nuevas en el mundo, hemos vivido y sobrevivido épocas peores y con menos tecnología y   con menos recursos y cuidados de salud más incipientes y sin embargo la vida y la creación no ha muerto ni desaparecido,  ¿ No será acaso mejor dejar que la naturaleza haga lo suyo con su sabiduria?. No lo se, pero observando lo que está sucediendo, especialmente en los países más pobres, los resultados de estas ordenanzas, están siendo mucho más graves que las consecuencias producidas por el virus. La gente dentro de sus casas, sin producir dinero ni alimentos, sin  poder   tomar sol, caminar, respirar aire puro, elementos esenciales para la salud y la vida. Los juegos que tanto gusta a los niños como la pelota al aire libre están prohibidos:Nuestros niños se están volviendo tristes, ellos no entienden y   sus cuerpos   sufren.
En algunos países, como el nuestro, con un índice alto de pobreza, se viven momentos dramáticos, madres de familia  desesperadas responden preguntas   de los periodistas diciendo  que prefieren morir del virus pero no de hambre, que en sus casas los niños no tienen ningún alimento.

Y hay algo más que  está sucediendo y que es mucho más grave y cruel:  el Gobierno está aprovechando    del aislamiento y miedo. Toma medidas económicas durísimas ´que van en contra, precisamente, de los más pobres; no le importa el pueblo pobre, les importa aferrarse al poder. Duele   como a los muertos   en Guayaquil  no hay quien los entierre;.los familiares confinados  no pueden: ni ir a los hospitales  ni   comprar medicinas.  

Nuestros pobres siempre han conocido lo que es dignidad, calladamente, sin quejarse, han cuidado de sus enfermos y dado sepultura a sus muertos;  lo han hecho   con amor. .  
Hoy   grito al mundo la última crueldad que se está dando en mi país, El gobierno debería  esperar, al menos, que el pueblo se recupere un poco, que pueda alimentarse y tener fuerzas para opinar y reclamar sus derechos.Necesitamos, en mi opinión, salir de esta claustrofobia, obtener la libertad que es nuestro derecho innato y volver a trabajar y defendernos lo mejor que podemos y por nosotros mismos, como siempre lo hemos hecho.

 

 

Por Fernando Borja Gallegos

19 de abril de 2020

Las pugnas de los partidos y movimientos políticos debilitan y desprestigian al sistema democrático, por tanto, es fundamental llegar a un mínimo acuerdo que permita al gobierno adoptar las medidas indispensables para mitigar en algo la grave crisis en que se desenvuelve el país producto de la pandemia que azota a la República.

Como afirmé en mi artículo “La corrupción que llevó a la Revolución Francesa”, publicado el 21 de junio del año 2018, la impúdica conducta de los rectores de la vida nacional, que en reiterados períodos saquearon las arcas fiscales, produjo pobreza y miseria generalizada las que, con caracteres alarmantes se agudizaron en la época contemporánea. Si a esto agregamos la referida pandemia del coronavirus que incrementa la desocupación, el colapso de los sistemas de salud y la cuarentena que afecta a la actividad pública y privada, sin temor a equivocarnos, debemos formular un llamado para que todos los actores políticos y sociales, mancomunadamente, se interesen a fin de adoptar acciones para paliar en algo los males enumerados.

De no encontrarse la mínima conciliación, el Presidente de la República puede hacer uso de la atribución que le confiere la Carta Política en su artículo 148, por ende, “disolver la Asamblea Nacional…por grave crisis política y conmoción interna”.

El Presidente de la República puede ejercer ésta facultad “por una sola vez en los tres primeros años de su mandato”, es decir, hasta el 24 de mayo de 2020.

De producirse ese supuesto, el Consejo Nacional Electoral “En un plazo máximo de siete días después de la publicación del decreto de disolución, convocará para una misma fecha a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos”.

En virtud de lo aseverado, apartándose de transitorios y efímeros cálculos políticos, unos y otros, es decir, gobernantes y gobernados, deben permitir rectificaciones que faciliten soluciones a los graves problemas existentes.

Se infiere de lo expuesto, que el Jefe de Estado no necesitaría hacer uso de las facultades que le otorga el artículo 148 invocado, de darse los presupuestos referentes a dialogo y conciliación.

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