DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
16 DE MAYO de 1979
Contra viento y marea
PUNTO DE ORDEN
Por Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)
El objetivo de cristalizar los anhelos de paz, libertad y conciliación nacional que trae como consecuencia el proceso de democratización del país depende, ahora sí, de lo que hagan y dejen de hacer quienes fueron elegidos legítimamente en los comicios del pasado 29 de abril.
Por ello, es de urgencia que determinados líderes políticos y diputados nacionales renuncien a sus posiciones intransigentes e individuales para dar paso hacia la conciliación nacional que todos anhelamos en base a la total normalización institucional y el inmediato traspaso del Poder Militar al Poder Civil.
En esta hora crucial que vive el Ecuador y que los ciudadanos han expresado su deseo de poner fin a una larga etapa dictatorial, no puede oscurecerse por la postura de uno o dos dirigentes que se han puesto a regatear la máxima dignidad parlamentaria. Es preciso ante el pueblo e incluso porqué no, ante la propia institución armada, demostrar que los civiles con responsabilidad política pueden asumir el manejo del Estado.
Es el momento de mostrar posiciones claras y terminantes. Los diputados y las obligaciones adquiridas pueden cumplirlas desde cualquier posición y no es saludable que, en vez de robustecer con hechos prácticos las ofertas electorales, estén causando un desequilibrio político que pone en peligro la confianza popular y además, lo que podría ser más grave aún, la total devolución del Poder por parte de los militares a los representantes legítimamente elegidos en las urnas.
El Ecuador ha vivido momentos difíciles. La paciencia, el sometimiento a los dictados dictatoriales no pueden ser vanos, porque unos pocos dirigentes políticos anteponen el interés individual al del bienestar de la nación. El ejemplo de renunciamiento al interés particular ya lo están dando aquellos perseguidos, desterrados a la selva, expulsados del país.
Es verdad que cada partido político tiene estatutos o impone normas disciplinarias y que los afiliados tienen que responder a ellas, pero por sobre todo ello, está la necesidad de que se busquen los canales más adecuados para que la reconciliación nacional comience en la propia casa.
El Parlamento Nacional y el futuro gobierno constitucional tienen mucho que hacer. Tienen, en principio, que propiciar el reordenamiento jurídico fundamental; preparar las bases legales mediante las cuales comienzan a reorientarse los planes de acción para recuperar la confianza social, la confianza empresarial y todo lo concerniente a la solución de la situación económica de la mayoría de los ecuatorianos.
Esa es la tarea inmediata, como lo es, la urgente necesidad de moralizar la administración pública, mediante la conformación de los comités del parlamento para analizar, estudiar y revisar todos aquellos proyectos de desarrollo y de inversiones del Estado que no han podido llevarse a la práctica o que están bajo sospecha de corrupción.
Este es el punto de orden, que tienen que imponerse los dirigentes y diputados, antes que estar buscando la satisfacción de cuestiones individuales. Primero está la nación y la democracia.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
13 DE MAYO DE 1979
Contra viento y marea
ESPERANZA NEGRA
Por Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)
La intensificación de la exploración y búsqueda de nuevos yacimientos hidrocarburíferos en el territorio nacional es una de las principales tareas que se propone realizar el futuro Gobierno Constitucional. El anuncio hecho con tanta anticipación, demuestra que los nuevos gobernantes tienen la intención de contar con esa fuente de ingresos que produce ese recurso no renovable para la ejecución de su plan de acción.
Las tareas de exploración de yacimientos hidrocarburíferos desde 1972 ha sido relegada a un tercer plano y desde ese entonces únicamente se ha realizado una intensa explotación de los campos petroleros de la amazonía. Aquellas empresas extranjeras que tenían contratos con el Estado abandonaron el país por no estar de acuerdo con la política nacionalista y ahora solo la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana, CEPE, lleva adelante un programa para incorporar a la producción dos campos de relativa importancia pero que no cubren las inversiones realizadas.Las perforaciones de pozos exploratorios han sido infructuosas. No hay petróleo en las áreas rastreadas, ha sido la respuesta de los técnicos y lo encontrado no es comerciable.
Entonces la pregunta que uno se hace es: ¿los nuevos gobernantes saben esta realidad? O más bien alientan sus esperanzas en la costa ecuatoriana, en donde los estudios geológicos y sismográficos,según los primeros resultados son también desalentadores.
Hasta la fecha se han extraído de los campos orientales 450 millones de barriles de crudo, mejor dicho, un treinta por ciento de las reservas probadas. De ahí que se han tomado medidas preventivas a fin de alargar la agonía de la producción, impidiendo que se comiencen a sacrificar los pozos por donde aún brota el crudo en forma natural, sin llegar a la recuperación secundaria que resulta más costosa y complicada
La medida es tardía para los campos Aucas y Sacha, en donde la mayoría de los pozos tienen un alto porcentaje de agua y requieren de la nueva técnica.
Se viene, de otra parte, una segunda crisis energética mundial y de seguir la actual política, como ya lo han dicho los expertos, el Ecuador que hoy vende petróleo hasta 20 en dólares el barril, a la vuelta de 10 años tendrá que comprarlo al doble.
Los nuevos gobernantes, al igual que lo hacen los más grandes productores petroleros, deben dirigir sus esfuerzos a buscar fuentes alternas de energía en prevención de que el petróleo se agota a pasos agigantados. En este marco se hace indispensable robustecer los esfuerzos que hace Olade sobre estudios de geotérmicos.
La esperanza negra del petróleo para el nuevo Gobierno Constitucional merece una profunda reflexión y se deben tomar los ejemplos de Colombia y Bolivia que hasta hace poco eran grandes productores en el contexto latinoamericano, y ahora, parte de sus ingresos se invierten en las importaciones de este recurso no renovable.
Ricardo Homs*
Las mañaneras se han convertido en el tribunal donde se descalifica y se destruyen reputaciones. Sin embargo, también se exonera a figuras impresentables, a las cuales se les da un aval presidencial que tiene el valor de una patente de corso –para seguir abusando del cargo–, ya que éste garantiza impunidad por lo menos durante el presente sexenio… ¿ qué autoridad se atreverá a sentenciar a un protegido del presidente de la República…quien ya fue exonerado directamente por éste? Quizá no le han explicado al presidente la fuerza y peso que tiene un aval suyo, o una descalificación.
Mucho se ha hablado del grave riesgo que significa ser señalado por el presidente en una mañanera, pues coloca en posición vulnerable a la persona o institución que es descalificada, llegando a generar riesgos de agresiones directas —o por lo menos— acoso mediático, en redes sociales, o incluso judicial.
Las mañaneras ya se han convertido también en ese tribunal donde gobernadores, funcionarios del gobierno federal –o incluso personajes convertidos en protagonistas de la vida pública– son absueltos de señalamientos graves, sin más argumento que una palmadita afectuosa y la opinión del presidente respecto a su honorabilidad a toda prueba, con lo cual todos sus pecados políticos son condonados.
Este mensaje informal y afectuoso puede llegar a las autoridades como una exculpación sustentada en el deseo presidencial de indulgencia. Es una absolución a priori, sin argumentos.
También, este panegírico dedicado a alabar la honestidad absoluta de un funcionario cercano al presidente es un mensaje a la opinión pública y un recordatorio de que la política actual está compuesta por los corruptos de ayer y los honorables de hoy.
Avalar la honorabilidad de funcionarios públicos compromete al presidente.
La información respecto a la actuación de los funcionarios públicos hoy es documentada fácilmente, en audio, documentos que pueden circular en redes sociales y en muchos casos en video. Las declaraciones cuestionables ante la prensa realizadas por funcionarios exonerados —o las acusaciones de los afectados—, o los documentos obtenidos por periodistas dedicados a la investigación, ponen en su lugar la veracidad de los hechos documentados.
Ya ha sucedido que mientras el presidente alaba en una mañanera la honestidad de un funcionario público cercano a él, en redes sociales circulan documentos y testimonios que lo exhiben como corrupto.
Si antes de la irrupción tecnológica la opinión presidencial era suficiente, hoy los acontecimientos y los hechos documentados fehacientemente en las redes sociales quedan por encima de las suposiciones de buena fe, comprometiendo así la credibilidad de la opinión presidencial.
Debemos considerar que una exoneración presidencial puede constituirse en una intromisión en el ámbito judicial.
Los personajes exonerados podrán ser exhibidos nuevamente en los próximos sexenios ya sin la protección presidencial y el aval otorgado a la ligera en una mañanera, podrá comprometerlo moralmente o incluso, jurídicamente.
Que recuerde que Genaro García Luna durante el sexenio de Felipe Calderón gozó de la buena voluntad presidencial y ello hoy representa una piedra en el zapato para el ex presidente.
Twitter: @homsricardo
*Este artículo es publicado en www.radioequinoccio.com con autorización de su autor.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
21 DE MARZO DE 1979
Contra viento y marea
AL FIN PARECE
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S. )*
Al fin parece que el país avanza hacia la total normalización de las instituciones democráticas y que con las elecciones del 29 de abril,se cerrará el capítulo más difícil que ha vivido la República, desde que el veterano líder velasquista José María Velasco Ibarra, fue depuesto del cargo de Jefe Supremo del Ecuador, en febrero de 1972, tras proclamarse dictador civil.
Nada hay que nos haga pensar que este camino vuelva a tener obstáculos e intentos que impidan que los ecuatorianos concurran a escoger los mejores hombres que han entrado en la contienda electoral. Los miembros de la Fuerzas Armadas de jerarquía media superior están dedicados a sus tareas específicas y otros a nivel de Generales que se encuentran en la administración pública continuarán hasta el traspaso del poder a los civiles dentro de los próximos meses. Quieren definitivamente la constitucionalidad de la República sea quien sea elegido.
Los civiles, políticos, industriales, trabajadores, maestros, estudiantes igualmente contribuyen para que el proceso no tenga obstáculos. Quieren así mismo la normalización democrática de la República como fundamento de las libertades, de la justicia y como anhelo de una total transformación de las estructuras del Estado.
En suma hay paz, hay tranquilidad. La agitación que se vive es propia del momento político electoral, pues los candidatos a diputados nacionales y provinciales en su intensa campaña, se están cuidando de que sus coidearios y simpatizantes no protagonicen hechos que puedan alterar la paz, evitando de esta manera que surjan conflictos y violencia que pueden incidir en el cumplimiento del plan de retorno.
Los futuros gobernantes por su parte se preparan para asumir las responsabilidades del Gobierno. Ya trabajan en torno a asuntos básicos que les permita cumplir las promesas que vienen haciendo en su recorrido por pueblos y ciudades. Se alistan los futuros diputados para enjuiciar la gestión de los gobiernos militares.
Es de vital importancia que para este panorama no tenga más sombra que intranquilicen a los ecuatorianos y vuelva la desconfianza nacional; que el gobierno revea las últimas medidas drásticas que ha tomado contra de la libre expresión del pensamiento; que disponga una mayor agilidad en el bullado caso de la muerte del líder del Frente Radical Alfarista y que también se arbitren las medidas respectivas para que se aclaren los casos de las glosas petroleras, de los bonos del Estado, en fin una serie de actos que pueden poner en mal predicamento a la gestión política de las Fuerzas Armadas.
Hay plena confianza de que en estos últimos cinco meses los gobernantes explicarán al país estos sucesos, puesto que el honor de la Institución Armada está en juego.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
18 DE MARZO DE 1979
Contra viento y marea
“PALABRAS MALDITAS”
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
Decía Benjamín Carrión “ Que esta América de la esperanza tierra nacida entre los gritos heroicos de independencia no se puede hablar con plenas garantías sino en muy pocos sitios que son los escasos “islotes de la libertad” .
Decía “ en muchos lugares de América hay que bajar la voz, echar miradas por todos los contornos para hablar de la vida y la libertad de los hombres. Casi todas la buenas palabras se han convertido en “palabras malditas.” Ya la Santa Gabriela Mistral hizo la denuncia tremenda sobre la proscripción y el anatema recaídos sobre las más bellas palabras de todos los idiomas: Paz. Y la condenación que ha sufrido por Otras, igualmente bellas, casi siempre vestidas de heroísmo y de sangre: libertad, justicia, igualdad y derechos humanos. Hoy “ palabras malditas “ también”...
Este panorama visto por Benjamín Carrión hace veinte y dos años no ha cambiado, al contrario se ha generalizado en más duras y refinadas atrocidades en contra de los seres humanos, no solamente en este continente, sino en todos los confines del mundo.
Si uno recorre el mapa del universo se da cuenta que en ninguna parte se puede vivir en armonía ni siquiera con el medio natural, pues todo se encamina a pensar que no tendremos garantías y las que hasta ahora existen van esfumándose lentamente.
La intensa búsqueda de la paz a costa de guerras sangrientas, las discusiones en los organismos nacionales e internacionales con este mismo objeto separan a los hombres y los gobiernos para llegar a un mismo fin, la guerra.
La búsqueda en regímenes de facto de variada tendencia ideológica se ha convertido en mito. La violencia institucionalizada frente a la violencia insurreccional es otra tónica en esta época parecida a aquella que dio comienzo a la Segunda Guerra Mundial.
Parecería que la supervivencia de la especie humana y del planeta como tal está en juego. Nadie se libra de esta fatalidad y los hombres sentimos miedo ante tanta inseguridad y los reclamos por la libertad inculcada y el respeto a los Derechos Humanos son oprimidos con refinados sistemas de tortura física y mental.
De ahí que la pregunta de Nietzsche “libre ¿para qué?” si las posibilidades para conseguir una incierta paz, una lejana libertad, igualdad, y respeto a los derechos humanos se enfrentan a la actitud esclavizante de los que tienen en sus manos el Poder y el dinero para sojuzgar al mundo.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
11 DE MARZO DE 1979
Contra viento y marea
VACÍO DE IDEOLOGÍAS
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)*
Si los partidos políticos sobreviven después del acto electoral del 29 de abril, será gracias a la voluntad de los electores que por obligación legal tienen que concurrir a las urnas, para escoger entre los malos y buenos dirigentes, a los mejores, entendiendo lo último, que en las listas de candidatos hay ciudadanos que gozan de buena reputación, tienen cierta simpatía y porque han logrado convencer que, una vez en el Poder o en el Parlamento, estar dispuestos a luchar por aliviar, en parte, la situación económica y social de las mayorías, combatir la corrupción pública..
En esta contienda electoral los dirigentes políticos y los candidatos no luchan por tesis o doctrinas ideológicas o por un programa de Gobierno, luchan por alcanzar una posición personal y para ello, no importa el partido al que se hayan afiliado. Este fenómeno es una clara manifestación de la ausencia total de una verdadera conciencia política, porque de lo contrario, ¿qué importaría la vida futura de un partido, si han defendido principios, ideas, si han luchado caballerosamente por algo que consideran justo y saludable para el porvenir de la Patria.? Este factor es otro de los tantos que hacen que el restablecimiento democrático no tenga verdaderas raíces populares.
Hace algunos días conversaba con hombres de la calle. Habían concurrido a las urnas el 16 de julio del año pasado: Habían votado por las candidatos de su simpatía, algunos lo habían hecho por partido político, pero no pudieron señalar las causas por las se colocar en esas plataformas ideológicas. Esta realidad dicha por hombres que sienten la verdadera angustia social y económica, es una demostración que los partidos políticos existen no como organizaciones que responden a los intereses políticos de la colectividad ecuatoriana, sino que son fruto de las gestiones personales de reducidos grupos que tienen los medios y el tiempo disponible para hacer política para acceder al Poder no para servir sino para servirse de él..
Los militantes políticos de uno y otro partido sean Liberales o Conservadores, Socialistas o social demócrás, son parte de los cuadros, pero desconocen la esencia filosófica e ideológica de esos partidos.
Hay una total ausencia ideológica, hay un vacío de ideologías en el Ecuador, lo cual influye definitivamente en la conciencia cívica de los ciudadanos. Esto se debe y es culpa de los grupos políticos, que olvidándose de su doctrina, de sus principios y estatutos, poco han hecho por concientizar a sus partidarios, a sus simpatizantes.
Es cierto que los hombres escogidos irán a conformar los Poderes Ejecutivo y Legislativo, como sustento de la soberanía del Estado, pero también es cierto que ellos son los representantes de los Partidos políticos que sin bandera, sin ideología y sin doctrina buscan su supervivencia, gracias al voluntad de los electores ecuatorianos y a un cuestionado régimen de partidos impuesto por la dictadura y redactado por un grupo de civiles que hicieron las veces de parlamentarios de facto.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
8 DE MARZO DE 1979
Contra viento y marea
CÁNONES DE ARRIENDO
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)
Merced a un Decreto Supremo se prohíbe a los propietarios de vivienda alzar los cánones de arriendo. Esta medida seguirá vigente por doce meses.
En otras palabras disposiciones muy sencillas parecerían que resuelven uno de los más graves que atraviesan las familias ecuatorianas que carecen de vivienda propia. El cumplimiento simple del decreto frenaría uno de los fenómenos de explotación más organizados después de la venta de los predios urbanos.
Pero por desgracia, la falta de disposiciones complementarias a este Decreto en vez de solventar el problema provoca la reacción adversa del propietario. Este utiliza toda clase de artimañas para despechar al arrendatario. Comienza pidiendo una renegociación de los contratos; si no da efecto esto, comienzan los cortes de la luz, agua, cierre de los servicios, en fin, una violación de derechos ilimitada que tiene que ser soportada en silencio por las víctimas que prefieren callar antes que comenzar un nuevo peregrinar en donde vivir.
Falta un control real y severo de parte de la Municipalidad. Esa oficina de inquilinato parece que solo existe en nombre, de ahí que en vez de congelarse los cánones como manda el Decreto inmediatamente, como ya sucedió hace dos años, los propietarios iniciaron un aumento escalonado de los arriendos y ahora es muy difícil, porque por pobre que sea el departamento o la pieza, no tiene el real valor mensual.
En famoso centro histórico de Quito se ha tugurizado porque , es donde generalmente se aglutinan decenas de familia en un solo edificio. En ese sector hace dos años, por ejemplo, una vivienda de dos piezas y una cocina en un lugar húmedo y con un servicio sanitario para cincuenta y cien familias, el arriendo costaba mil quinientos sucres. Hoy cuesta más dos mil quinientos sucres y con el peligro de que quien reclame, en un plazo perentorio debe desocupar la vivienda.
Los abusos no solamente se presentan en esos sectores, sino incluso provienen de las propias entidades estatales que han emprendido en grandes programas de vivienda. El Banco Ecuatoriano de la Vivienda se autoriza a los nuevos propietarios para que arrienden su casa o departamento. Para ello basta obtener un permiso proporcionado por alguna de las autoridades de esa entidad. Resulta muy claro que no existe justicia en las adjudicaciones, puesto que quien consigue un departamento ya tiene otra vivienda y la que le adjudican la destina para arrendamiento perjudicando a quien realmente la necesita.
Quito ha emprendido una campaña publicitaria de hacer a la capital de los ecuatorianos “una ciudad para vivir” por los proyectos de desarrollo urbanístico que han sido planeados. Quito debe afrontar los problemas del futuro; debe volver, como obligación moral, sus ojos hacia los problemas sociales de sus habitantes. Esta tarea puede justificar la acción de las autoridades elegidas por voto popular directo, pues en lo que se refiere a la conclusión de obras no hay mayor problema porque están perfectamente financiadas.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
3 DE MARZO DE 1979
Contra el viento y la marea
UN VIEJO ARGUMENTO PARA CONSEGUIR UN VOTO
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
Una de las principales armas propagandísticas que ya están empleando los candidatos a diputados nacionales es la conocida argumentación de que serán los abanderados de la lucha contra la corrupción administrativa, el peculado, el enriquecimiento ilícito y uso indebido de los recursos públicos en provecho personal.
Viejas argumentaciones de estas figuras políticas que ya tuvieron la oportunidad de enfrentar estos azotes sociales, pero que en la hora de las realizaciones y cuando estuvieron en el último Congreso antes de la proclamación de Velasco Ibarra como dictador y subsiguiente derrocamiento por un triunvirato militar, olvidaron estos objetivos para dar paso a las discusiones intrascendentes y se hundieron en los artificiosos debates políticos.
Las pretendidas reformas legales para sancionar a los autores de hechos de corrupción y de enriquecimiento ilícito, aquellas reformas a los Códigos que trataron de introducirse por necesidad histórica siguen durmiendo en los escritorios de nuestros venerables magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Ningún legislador antes de los golpes de Estado, ni los funcionarios jurídicos que tuvieron a su cargo la elaboración del nuevo proyecto constitucional y de las reformas de la Carta Política de 1945, por encargo del gobierno militar, se preocuparon de introducir, como norma constitucional, un artículo que permitan sancionar a los que han llegado a una función pública y han medrado de ella.
Es conocido en cualquier parte del mundo que las Constituciones establecen una norma que controle la corrupción y más aún no existen las leyes pertinentes para sancionar a los infractores.
Cuando asumió el Poder el General Rodríguez Lara, se creo el Consejo de Gobierno, como un organismo que tenía la finalidad de sancionar aquellos funcionarios que habían incurrido en falta contra la integridad administrativa. Cayeron los inocentes, luego vinieron los famosos tribunales especiales, que pretendieron administrar justicia en base a un decreto dictatorial. La mayoría de los sancionados eran víctimas de las denuncias de sus enemigos personales y políticos, mientras que los grandes atracadores de los fondos públicos fugaron del país exhibiendo su impudicia.
Los aspirantes a diputado, con estos viejos slogan en la campaña electoral, pretenden conseguir el voto de los ecuatorianos. Serán elegidos, en cierto, pero hoy deben tener cuidado de que la conciencia política ecuatoriana ya no es la misma de hace una década.
La acción que exigen los candidatos y que ofrecen conseguir cuando lleguen a la Cámara Nacional de Representantes, será juzgada por el pueblo ecuatoriano que estará vigilante de que estas ofertas no sean solamente parte de campaña política.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
26 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
LA SUERTE DE LOS PARTIDOS
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
Por primera vez en la historia, los partidos políticos han sido colocados en una encrucijada y su vida depende de los resultados electorales que obtengan después de las elecciones parlamentarias del próximo mes de abril.
Este hecho que no tiene precedentes, ni siquiera ha servido para que en su seno exista unanimidad de criterios, concordancia de objetivos y más bien sostienen una prolongada lucha interna que ha culminado en muchas ocasiones con masivas expulsiones, desafiliaciones, sanciones.
Pero lo que más llama la atención es que, los Partidos siendo responsables de la culminación del proceso de democratización de la República, son parte de los obstáculos que a lo largo de tres años hemos soportado. Cuando se realizaron los escrutinios finales de las elecciones presidenciales de la primera vuelta, la mayoría de estas organizaciones, y especialmente de aquellas que trataban de conseguir los tres primeros lugares propiciaron ante el Tribunal Supremo Electoral prolongadas discusiones y falsa interpretaciones de la Ley, con el único propósito de conseguir que dichas elecciones se declaren nulas.
No lograron este propósito pero en cambio se inventaron otras argucias para provocar la frustración del retorno constitucional. No quedándoles otro remedio que seguir actuando ante la disposición militar de que se elijan a los miembros de la Cámara Nacional de Representantes simultáneamente con la elección del nuevo Presidente de la República, los Partidos entraron a un a etapa decisiva de su vida, y justamente ello trajo consigo las tremendas luchas intestinas que han impedido conformar las listas de candidatos con auténticos representantes populares y de aquellos que que emergen sin embargo de la dictadura.
Son doce los partidos reconocidos por la Ley. Después de abril a los sumo quedarán seis o siete. Sobrevivirán aquellos que por tradición han existido en el siglo pasado, otros que aparentan tener una fuerza política, fruto de los resultados electorales de junio de 1978 y los demás que no cuentan con un respaldo nacional.
La opción de sobrevivir está en manos de los electores pero también en manos de los hombres que entren en la contienda electoral. Muchos son viejos conocidos y otros que aparecen por primera vez en estas lides. Si se toma en cuenta los resultados de julio pasado se podría decir que seguirá existiendo el liberalismo, concentración de Fuerza Popular, CFP, el Conservadurismo, el partido de Izquierda Democrática, el Nacionalismo Revolucionario, PNR; quizá el Socialismo y a lo mejor el Movimiento Popular Democrático, MPD y la Unión Popular Democrática, estos últimos de tendencia izquierdista.
Se ha dicho que la fuente de una sólida democracia, radica en la existencia de fuertes partidos políticos; la proliferación de decenas de débiles colectividades políticas, una débil democracia; en consecuencia la suerte de la República depende de la voluntad popular, que con su madurez y decisión política decidirá su correcto destino.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
24 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
LA DEFENSA CIVIL
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)
Los desastres que se presentan en el país por fenómenos naturales o artificiales en el momento menos pensado exigen que, de manera impostergable, se adopten las medidas para prevenirlos y atenderlos mediante la acción coordinada con la población que ante las eventualidades no sabe qué hacer.
Tenemos un organismo llamado la Dirección Nacional de Defensa Civil, que funciona como una dependencia de Consejo Nacional de Seguridad que, por desgracia, no puede cumplir con su cometido por la falta de elementos técnicos, humanos y recursos económicos que le permitan encarar eficazmente este tipo de eventualidades.
La buena voluntad de ese reducido grupo choca con la falta de colaboración de los demás organismos y entidades públicas que son parte integrante de la defensa civil.. De ahí que este organismo de prevención de desastres, se active solamente en los momentos más difíciles, cuando debe funcionar como un organismo permanente que se preocupe fundamentalmente de educar a la población, de aconsejar de como debe actuar en las circunstancias de crisis, y sobre todo preocuparse de contar con los medios necesarios para encara las emergencias.
Nuestro territorio asentado en una cadena de volcanes es muy propenso a los terremotos, pero la población ignora que debe hacer ante los mismos, razón por la que la mayoría de las desgracias no son precisamente por las catástrofes en sí, sino porque el pánico y la desesperación cunde entre los habitantes.
Las inundaciones, las sequías, son también desastres que alteran la vida nacional; pero el organismo de defensa civil, no ha podido atender, ni prevenir sus consecuencias, porque no cuenta con los recursos económicos necesarios. Tienen que recurrir a los presupuestos de otras instituciones para realizar obras de prevención de inundaciones y depender de las Fuerzas Armadas.
En muchas ocasiones esas entidades eliminan esas partidas sin embargo de que tienen los estudios realizados sobre el desbordamiento de los ríos de la región costanera que año a año causan tremendos daños a la producción agrícola. Muy poco o casi nada se ha hecho para construir canales de contención, puentes y demás obras emergentes que pueden atender las situaciones de los habitantes de la zonas rurales.
Ahora mismo encaramos el problema de la total ausencia de agua para la producción. Sus efectos además alcanzan a las zonas urbanas.
La Dirección de Defensa Civil ha activado a su organismo de apoyo, pero estos siguen haciendo una evaluación de los daños que causa la sequía y demoran la adopción delas medidas emergentes.
Lo que se hace indispensable es que la Dirección de Defensa Civil, llamada actuar no solamente en tiempos de guerra sino también en tiempos de paz, que tenga los elementos y recursos indispensables para su misión y para ello le corresponde delinear un verdadero plan en el que la mayor parte de las responsabilidades estén en manos de la población civil, puesto que sabiendo actuar la colectividad se evitarán los mayores problemas que provocan los desastres naturales.
Sin estos requisitos y sin la participación ciudadana la Defensa Civil va camino al fracaso. Es hora de actuar con seriedad para atender estos casos imprevisibles que atentan el proceso de desarrollo nacional y la vida de lo habitantes del país.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
21 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
EMPEORAN LOS SERVICIOS
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S).*
Ninguna presión ejerce el habitante de Quito contra la burocracia de las empresas estatales y municipales que tienen a su cargo la prestación de los servicios para el normal desenvolvimiento de las actividades.
Parece que más bien estamos acostumbrados a esperar con los brazos cruzados para que el agua, la luz y los demás servicios nos lleguen por sí solos y no reaccionamos frente a las inoperancias de esas empresas que desde hace años vienen argumentando su ineficacia con inconsistentes explicaciones para justificar las deficiencias e irresponsabilidades.
De las quejas verbales y de las protestas domésticas no se pasa, porque aquellos comités barriales de mejoramiento del sector no adoptan una postura definida y no se preocupan sino de utilizar a esos organismos con fines politiqueros. El servicio de luz eléctrica se ha venido suspendiendo desde hace varios años, no ha habido día en que un barrio o una ciudadela haya tenido un corte de energía. En cambio los anuncios de que se ha incrementado el potencial energético ha sido celebrado con fastuosas fiestas en la que no ha faltado ni el vino, ni el whisky. El servicio eléctrico que se inauguró una vez que comenzó a funcionar la planta de Pisayambo se suspendió casi simultáneamente con su inauguración. Uno de los generadores se había fundido, pero el Instituto Ecuatoriano de Electrificación, INECEL, optó por silenciar el caso y no reclamar a los constructores y proveedores de los equipos por esta irregularidad .
La empresa eléctrica que responsabiliza al INECEL trata de justificar la falta del servicio a fenómenos naturales; pero no dice las verdaderas causas para esta anormalidades.Se sabe que son los generadores y su mal manejo lo que provocan los apagones continuos que son justificados con explicaciones de que se ha desprendido un cable, que un fuerte viento ha interrumpido los conductos,etc.
La empresa de agua potable es otro caso. El tratamiento de potabilización sigue causando estragos en la salud de los consumidores. Ya hay un brote de tifoidea por esa causa. La poca agua que llega a las casas y a barrios determinados es recibida con resignación por los usuarios. Los teléfonos agudizan más los problemas de esta ciudad declarada patrimonio universal y una ciudad para vivir.
Los responsables del empeoramiento de estos servicios tienen suerte, los habitantes de Quito no hacen marchas, ni de pitos, ni de cacerolazos, ni han puesto plazo para solucionar estos diarios y desagradables conflictos.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
18 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
FUERA DE COMBATE
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
El Tribunal Supremo Electoral acaba de dejar fuera de combate y en forma definitiva a políticos jóvenes que se aprestaban para para participar, por primera vez, en las elecciones parlamentarias del próximo 29 de abril, como candidatos a diputados nacionales y provinciales para integrar la Cámara Nacional de Representantes.
Ese Organismo, además de quitarles la personería jurídica que habían logrado para ser reconocidos como partidos políticos, sus candidatos afiliado están prohibidos de afiliarse a otras organizaciones políticas y en consecuencia se les negó el derecho que está determinado en la Constitución Política que dice que los ciudadanos tienen el derecho de elegir y ser elegidos.
La cuestión es muy sencilla, el organismo electoral actúa parcializado y respondiendo a oscuros intereses de grupos de poder económico y político y no al interés general de la sociedad ecuatoriana. Esa impresión se tuvo cuando admitió las presiones de algunos partidos políticos para la postergación de las elecciones y con ello poner en peligro el restablecimiento del orden constitucional. Sin embargo, pese a este aplazamiento de los comicios, esos partidos no han logrado internamente ponerse de acuerdo. Sigue la pugna y pugilatos internos y no sería imposible que intenten nuevamente pedir otra ampliación hasta conseguir su propósito.
La marginación de candidatos demuestra la actitud parcializada de quienes forman el tribunal y con esa actitud, corremos el riesgo de que las elecciones tengan mas escollos y escamoteos. La ciudadanía está cansada de maniobreros y corruptos que han medrado del poder militar.
Los ecuatorianos confiábamos que este cuestionado Tribunal Supremo Electoral, pese a todo, siente las bases y garantías que permitan el feliz regreso de la democratización de la república. Tenemos la esperanza aún que ese Organismo se someta lealmente a la voluntad popular y que en un marco de absoluta imparcialidad, tolerancia y buena conducta y probidad política contribuya para que las diversas tendencias ideológicas del país tengan cauce efectivo para lograr que las garantías constitucionales sean para todos.
Si no lo hacen en su seno seguirá cultivándose el germen de la discordia y desunión entre ecuatorianos. Actúan mal y se teme que en los próximos días procedan a negar a otros partidos políticos de reciente creación, el derecho que tienen de contar con el financiamiento estatal para que, con los dineros del pueblo, fortalezcan su estructura y se cumpla la oferta de las Fuerzas Armadas de devolver el poder usurpado a los civiles para lo que, en primer lugar, es necesario que los partidos políticos sean fuerzas sólidas y bien organizadas.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
11 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
LAS FIGURAS PÚBLICAS Y LA TELEVISIÓN
Javier Simancas C.(Juan de la Luna S.)*
Una ventaja que tiene la televisión sobre la radio es la imagen. En las actuales circunstancias políticas que vive el país y en víspera de las elecciones de la segunda vuelta y de los parlamentarios de la Cámara Nacional de Representantes, es trascendental el papel de la televisión. Gracias a la pantalla chica los telespectadores tienen la oportunidad de conocer a los personajes políticos y civiles que están en funciones públicas. Por la televisión estos personajes además tienen la ventaja de afianzar su carrera política o en su defecto dedicarse a otra actividad, debido lamentablemente a que este medio también es sido mortal para sepultar sus aspiraciones.
Los personajes se muestran tal como son. Para el espectador unos aparecen con una imagen de engreídos, modestos, inteligentes; otros cínicos, audaces, severos, tímidos, grotescos, agresivos, es decir, la TV los muestra o refleja tal como son; permite describir su personalidad, puesto que la cámara capta los mínimos detalles y no perdona las caras y gestos.
El televidente los juzga, se adhiere a unos y rechaza otros. Parecería que les ayuda a tomar una decisión más firme si escucharan los discursos en la tarima pública. La gente madura define posiciones mientras que la juventud siente un vacío. Estos últimos tienen razón porque unos han dicho mentiras y otros verdades; pero lo que más rechazan son las discusiones intrascendentes, la charlatanería propia del mentiroso y demagogo y quizá lo más grave la falta de inteligencia para abordar y resolver los problemas candentes del país.
Ese vacío que siente más en la juventud cuando observan a las figuras políticas que han pasado por la televisión. Los entrevistados o los spot de tv jamás han abordado los problemas de los jóvenes y si lo han hecho ha sido de una manera superficial.
La gente madura si bien han escogido del mal menor el menos malo, también se siente frustrada e insatisfecha por la falta de definición en aquellos asuntos de interés colectivo como fuentes de trabajo, problemas económicos, sociales, mejores salarios, etc.
El papel de la televisión ha sido trascendental para desenmascarar a los políticos.Lo mismo se puede decir de los medios impresos que han difundido entrevistas y opiniones. En Ecuador como parte del cambio la TV y los periódicos ya no se contentan con la presentación del entrevistado que está dispuesto a decir lo que le conviene sino que van más allá, rebuscan en el fondo la verdad, porque ha quedado atrás esa etapa en que el periodista era solamente el portavoz o el mensajero de lo que querían decir los interlocutores.
Otro aporte importante cumple la radio. La prensa escrita por sobre los demás medios deja el testimonio claro del acontecer de la vida de la nación, como documento histórico de fácil consulta posterior.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
8 DE FEBRERO DE 1979
Contra viento y marea
SI HABRÁ DEMOCRACIA
Javier Simancas C. (Juan de la Luna S.)*
El dictador mexicano Porfirio Díaz, dijo: “ La democracia es la única forma justa y correcta de Gobierno, pero no puede ser realizada en este Continente subdesarrollado...”. Esta frase viene de cajón a nuestra actual situación si tomamos en consideración que desde que se anunció el proceso de democratización de la República hace tres años, no ha habido día, semana y mes libre de obstáculos e impedimentos para el ascenso al Poder de un gobierno civil y con un gobernante que nazca de las entrañas de la voluntad de los ecuatorianos.
En Ecuador el sistema democrático, parecería que se implanta o recupera, unas veces p or herencia y tradición política y otras por los militares que siempre han invocado como válido el sistema para usufructuar del Poder, junto con los infaltables e invisibles civiles.
El gusto por la dictadura “democrática” no es patrimonio del Ecuador sino de muchos países latinoamericanos donde están gobernando los militares. Qué no han hecho por alargar la devolución del Poder a los civiles. Chile y Argentina, Uruguay han anunciado elecciones para dentro de una década. Perú camina lentamente y anuncia sufragios para 1980; Bolivia igualmente debía tener un Presidente electo, pero sectores derechistas de las Fuerzas Armadas burlaron la voluntad popular y ahora, nuevamente se intenta rehacer lo caminado a duras penas en 1978 y tendrán elecciones en julio próximo.
En el Ecuador, decíamos, a los largo de los tres años del proceso de retorno el fantasma de golpe de Estado, del autogolpe ha sido motivo de la tertulia cotidiana y de resignación de un pueblo que siente desprecio por los actos de algunos políticos incapaces que, junto con otros grupos perfectamente identificados, mantienen la tesis de que la política básica que debe imponerse siempre en este país es el caudillo encarnado en alguna persona civil o militar, sin bandera y sin prestigio para que responda a sus intereses.
Sin embargo ni la sedición, ni el asesinato, ni la subversión, ni la aplicación de todo tipo de violencia ha logrado frustrar este objetivo. Hay una poderosa razón para ello, de ahí que todo intento ha sido vano para interrumpir el proceso en el Ecuador. Recordemos lo que ha sucedido en la República Dominicana, cuando las Fuerzas Armadas trataron de impedir el ascenso de Antonio Guzmán. fue el Presidente Carter con una llamada telefónica quien detuvo el golpe de Estado. Igual cosa sucede por América Latina cuando ha insinuado a los gobiernos de facto procuren restaurar la democracia. Esta sugerencia también ha alcanzado al Ecuador por lo que estamos completamente seguros de que el sistema democrático se restablecerá en el país, aunque esta forma de Gobierno le parece la menos apropiada a los amantes de la dictadura permanente.
*Artículo escrito por Javier Simancas C. con el seudónimo de Juan de la Luna S.
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