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Por Fernando Borja Gallegos

1 de mayo de 2020

El Día Internacional del Trabajo que se celebra en la mayoría de los países del mundo, con la salvedad de Estados Unidos, Canadá y Australia, transcurrirá bajo estrictas medidas de seguridad con el fin de impedir manifestaciones o movilizaciones en virtud del confinamiento dispuesto por los gobiernos por la pandemia que azota a la humanidad.

El Día Internacional del Trabajo – sin trabajo, aunque resulte irónico, muchos de los trabajadores están cesantes, las empresas quebradas y la economía que se desploma minuto a minuto por el coronavirus.

En el planeta Tierra hay más de 3‘500.000 contagiados, alrededor de los 150.000 muertos y 1’100.000 recuperados.

En medio del pánico y la incertidumbre, la República Popular China es acusada del origen de la pandemia por el Presidente de Estados Unidos de Norteamérica. Así también la Organización Mundial de la Salud es fustigada por no haber actuado con diligencia en este caso.

Por lo expuesto, sería oportuno que los principales miembros de la OMS, entre ellos, el Gobierno Chino, promueva una investigación imparcial sobre el escabroso tema.

El primero de mayo de 1886, bajo el lema “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”, más de 200.000 trabajadores se plegaron a la huelga general, dispuesta por la American Federation of Labor y en rechazo a la Ley que prohibía en Estados Unidos trabajar más de 18 horas.

El Presidente Andrew Johnson, sancionó la Ley Ingersoll, por la que se establecía 8 horas diarias de trabajo. La mayoría de los Estados promulgaron leyes que garantizaban de 8 a 10 horas de trabajo, pero todas contemplaban disposiciones que permitían obligar a los trabajadores laborar hasta 18 horas.

Por la referida burla, en la ciudad de Chicago se dio inicio a una violenta manifestación que obligó a la intervención de la Policía: varios muertos, decena de heridos y cientos de detenidos. De los detenidos cinco fueron condenados a la pena capital y tres condenados a prisión. Entre los condenados a muerte constan George Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons, Agust Vicent, Theodoro Spice y Louis Lingg.

Con oportunidad de esta fecha, se debe saludar a todos los trabajadores y empleados, públicos o privados y, además, aplaudir principalmente a los médicos, enfermeras, asistentes y Fuerza Pública que, poniendo en riesgo sus vidas, atienden y apoyan a la generalidad que sufre de la tremenda embestida del coronavirus.

Formulo votos, porque los nuevos líderes de las congregaciones, gremios e instituciones de toda índole, reestablezcan la dignidad tan venida a menos en la época contemporánea.

Que los futuros dirigentes jamás permitan que se atente, impunemente, en contra de la libertad de prensa, de la educación, de los derechos humanos, de los Sindicatos y, en general, en contra de la mayoría de las instituciones que representan el alma de la Patria.

Viernes, 24 Abril 2020 22:34

REFLEXIONES

Escrito por

 

 Por Ligia Ines Proaño

  Me puse a pensar  en el significado de esta pandemia que estamos viviendo y me pregunté:¿  son buenas las medidas de confinamiento al que nos han sometido casi todos los gobiernos del mundo?. Lógicamente, la idea es, salvar vidas y evitar mayor número de contagios. Pero, ¿ defender la vida es acaso algo que se debe imponer a las personas?,¿ no es esto algo inherente al ser humano?.   
Las enfermedades virales no son nuevas en el mundo, hemos vivido y sobrevivido épocas peores y con menos tecnología y   con menos recursos y cuidados de salud más incipientes y sin embargo la vida y la creación no ha muerto ni desaparecido,  ¿ No será acaso mejor dejar que la naturaleza haga lo suyo con su sabiduria?. No lo se, pero observando lo que está sucediendo, especialmente en los países más pobres, los resultados de estas ordenanzas, están siendo mucho más graves que las consecuencias producidas por el virus. La gente dentro de sus casas, sin producir dinero ni alimentos, sin  poder   tomar sol, caminar, respirar aire puro, elementos esenciales para la salud y la vida. Los juegos que tanto gusta a los niños como la pelota al aire libre están prohibidos:Nuestros niños se están volviendo tristes, ellos no entienden y   sus cuerpos   sufren.
En algunos países, como el nuestro, con un índice alto de pobreza, se viven momentos dramáticos, madres de familia  desesperadas responden preguntas   de los periodistas diciendo  que prefieren morir del virus pero no de hambre, que en sus casas los niños no tienen ningún alimento.

Y hay algo más que  está sucediendo y que es mucho más grave y cruel:  el Gobierno está aprovechando    del aislamiento y miedo. Toma medidas económicas durísimas ´que van en contra, precisamente, de los más pobres; no le importa el pueblo pobre, les importa aferrarse al poder. Duele   como a los muertos   en Guayaquil  no hay quien los entierre;.los familiares confinados  no pueden: ni ir a los hospitales  ni   comprar medicinas.  

Nuestros pobres siempre han conocido lo que es dignidad, calladamente, sin quejarse, han cuidado de sus enfermos y dado sepultura a sus muertos;  lo han hecho   con amor. .  
Hoy   grito al mundo la última crueldad que se está dando en mi país, El gobierno debería  esperar, al menos, que el pueblo se recupere un poco, que pueda alimentarse y tener fuerzas para opinar y reclamar sus derechos.Necesitamos, en mi opinión, salir de esta claustrofobia, obtener la libertad que es nuestro derecho innato y volver a trabajar y defendernos lo mejor que podemos y por nosotros mismos, como siempre lo hemos hecho.

 

 

Por Fernando Borja Gallegos

19 de abril de 2020

Las pugnas de los partidos y movimientos políticos debilitan y desprestigian al sistema democrático, por tanto, es fundamental llegar a un mínimo acuerdo que permita al gobierno adoptar las medidas indispensables para mitigar en algo la grave crisis en que se desenvuelve el país producto de la pandemia que azota a la República.

Como afirmé en mi artículo “La corrupción que llevó a la Revolución Francesa”, publicado el 21 de junio del año 2018, la impúdica conducta de los rectores de la vida nacional, que en reiterados períodos saquearon las arcas fiscales, produjo pobreza y miseria generalizada las que, con caracteres alarmantes se agudizaron en la época contemporánea. Si a esto agregamos la referida pandemia del coronavirus que incrementa la desocupación, el colapso de los sistemas de salud y la cuarentena que afecta a la actividad pública y privada, sin temor a equivocarnos, debemos formular un llamado para que todos los actores políticos y sociales, mancomunadamente, se interesen a fin de adoptar acciones para paliar en algo los males enumerados.

De no encontrarse la mínima conciliación, el Presidente de la República puede hacer uso de la atribución que le confiere la Carta Política en su artículo 148, por ende, “disolver la Asamblea Nacional…por grave crisis política y conmoción interna”.

El Presidente de la República puede ejercer ésta facultad “por una sola vez en los tres primeros años de su mandato”, es decir, hasta el 24 de mayo de 2020.

De producirse ese supuesto, el Consejo Nacional Electoral “En un plazo máximo de siete días después de la publicación del decreto de disolución, convocará para una misma fecha a elecciones legislativas y presidenciales para el resto de los respectivos períodos”.

En virtud de lo aseverado, apartándose de transitorios y efímeros cálculos políticos, unos y otros, es decir, gobernantes y gobernados, deben permitir rectificaciones que faciliten soluciones a los graves problemas existentes.

Se infiere de lo expuesto, que el Jefe de Estado no necesitaría hacer uso de las facultades que le otorga el artículo 148 invocado, de darse los presupuestos referentes a dialogo y conciliación.

 

Por Fernando Borja Gallegos

12 de abril de 2020

El caos se ve a la vuelta de la esquina: el orden jurídico debilitado, la democracia tambaleante, la pobreza creciente, la desesperación galopante, la corrupción imperante.

Los políticos de siempre, como pretexto…la crisis, suspenderán elecciones, se reirán de la gente. Limitarán las libertades, suspenderán la prensa; y, en desbordante cinismo patrocinarán el fraude y en medio de ese entorno la muerte se llevará a la gente, sin ataúdes, sin fueros, sin distingos, sin presiones…hasta que el pueblo reaccione.

Siempre se han producido epidemias, lamentablemente, hoy en virtud de la globalización en pocos días se extiende incontrolablemente.

La pandemia que padecemos en estos precisos momentos, fue descubierta como tal, el 11 de marzo de 2020, por la Organización Mundial de la Salud. A fines de diciembre de 2019, China anunció los primeros casos. Como antecedente de esta enfermedad tenemos el Síndrome Respiratorio Agudo –SARS- que apareció en el año 2002.

La Humanidad sufrió los ataques mortales de enfermedades, como la viruela que mató a 300 millones, el sarampión 200 millones, gripe española más de 50 millones, peste negra, más de 50 millones, VIH, 36 millones.

Somos muy vulnerables, pero en esta ocasión la mayoría de los gobernantes con celeridad dispusieron medidas para evitar la propagación del virus como la cuarentena, mascarillas, guantes y el pertinente test de detección.

Es fundamental, que no se retrase e impida, por intereses comerciales, la elaboración y lanzamiento de la vacuna para esta enfermedad.

Indispensable rememorar qué en el año 2016, según la prensa internacional, científicos de Houston –Texas-, obtuvieron una vacuna contra el coronavirus y la expusieron al Instituto Nacional de Salud, irresponsablemente, los del referido instituto exteriorizaron la falta de interés y afirmaron “ahorita no estamos interesados”.

Oportuno, para finalizar mi artículo, reproducir algunas de las estrofas del poema CUANDO LA TOMENTA PASE, del escritor uruguayo Mario Benedetti (reclaman la autoría Alexis Valdez y K.O. Meara).

“Cuando la tormenta pase y se amansen los caminos. Y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo, con el corazón lloroso y el destino bendecido, nos sentiremos dichosos, tan solo por estar vivos. Y entonces recordaremos todo aquello que perdimos y de una vez aprenderemos todo lo que no aprendimos. Ya no tendremos envidia pues todos habrán sufrido. Ya no tenderemos desidia, seremos más compasivos. Cuando la tormenta pase, te pido Dios, apenado, que nos devuelvas mejores, como nos habías soñado”

Por Fernando Borja Gallegos

Apocalíptico panorama en que se desenvuelve la sociedad en el mundo contemporáneo. Quizá lo único que reconfortó el espíritu de las multitudes, al margen de consideraciones políticas o religiosas, fueron las expresivas palabras de Francisco, el Papa, que llamó a la unión, a la solidaridad y a no ser pesimistas pese al momento actual, por cuanto Dios sacará a su pueblo de la tormenta en que se desenvuelve; y, en solemne gesto impartió la Indulgencia Plenaria, la misma que otorga perdón por los pecados cometidos.

Miles de familias sobreviven recluidas sin poder salir a la calle por miedo a ser detenidas por la fuerza pública, en virtud de la cuarentena dispuesta por los diferentes gobiernos de la tierra.

La mendicidad no les da ni para el pan, solo ahonda las profundas cicatrices de su alma.

La prohibición de salir es justa…pero no tan drástica…como pueden subsistir si no se les concede unas pocas horas para trabajar. La mayoría sufre de desnutrición, de enfermedades respiratorias causadas por el frio, por la gripe común o por el coronavirus tan popular en estos días. Varios son intoxicados por alimentos descompuestos producto del confinamiento en que se hallan sometidos.

La cifra de fallecidos es alarmante. La tercera parte de la humanidad está encerrada esperando el fin de la cuarentena, con resignación aguardan el día de recobrar la libertad.

La gente de los barrios pobres, los suburbios de miseria donde aún no se ha manifestado la enfermedad no están seguros…temen la tan anunciada pandemia. Escuchan las contradictorias declaraciones de que el virus está en el aire, de que el virus está en la tierra…de que se requieren guantes y mascarillas…y lo peor, no miran mascarillas, sino grandes caretas con que cubren su rostro aquellos que festinan los fondos públicos.

Aún más, acusan al coronavirus de llevarse a todos: muertos por infarto cardiaco, por leucemia, por gripe, por cáncer y por tantas y tantas enfermedades por las cuales son recluidos, cremados y enterrados en fosas comunes. Por tanto, es importante observar mi recomendación de que no se mueran hoy, ya que es mejor esperar al mañana. Digo que esperar el mañana es mejor, ya que por lo menos se podrá alcanzar el diagnóstico que permita descubrir que el muerto no contrajo coronavirus y que, por ende, se hace acreedor a un entierro digno.

Aprovechando el momento actual los irresponsables políticos rehúsan hablar de elecciones, opinan que no es oportuno abordar el tema electoral en vista de la pandemia imperante. Con cinismo, en vez de reconocer que ellos son la pandemia imperante, buscan postergar las elecciones previstas en sus respectivos países: Bolivia, República Dominicana, Polonia y otros tantos países que largo sería enumerarlos.

Debo destacar la recta actitud del Presidente Lenin Moreno, que desprecio insinuaciones sobre este tema y aseveró que en vista de lo previsto en la Carta Política no es partidario de que se pospongan las elecciones.

Sobre la mentada pandemia, se debe rememorar la actitud de Corea del Sur, que detectado el virus aumentó sus pruebas de diagnóstico e impidió la propagación del coronavirus. Hoy Corea del Sur autorizó la venta de esos Kits para detectar coronavirus en 10 minutos a Panamá, Brasil, Chile, entre otros.

Importante traer a la memoria que hace más de 5 años, Bill Gates, magnate y filántropo estadounidense, cofundador de Microsoft, afirmó que “el mundo no se encontraba preparado para una pandemia”. En los encuentros digitales “TED CONNECTS” en que participó, sostuvo “que Corea del Sur no optó por el confinamiento extremo y que hasta fines de marzo se confirmaron 9583 casos, de los cuales 152 fallecieron”. En China, país de mil trecientos millones de habitantes, detectado el virus en diciembre del 2019, se aplicaron drásticas medidas de aislamiento. Con lo que el país se afectó menos del 0.01% de la población”.

Lamentablemente, una indefinida cuarentena puede colapsar la economía. En todo caso, Bill Gates, prefiere que sufra la economía a fin de preservar la salud y la vida. “Traer la economía de vuelta y hacer dinero es algo más reversible que traer personas de vuelta a la vida”, sostuvo Bill Gates.

Los patrocinadores de la idea de preservar la economía y punto, buscan que la mitad de la población se contamine con la llamada “inmunidad de manada”.

En muchos países, irresponsablemente buscan escoger a quien salvar. La falta de respiradores y de medicinas obligan a adoptar esas duras actitudes.

La crisis afecta a todos los países. Las infecciones superan los setecientos mil, los muertos más de 40.000.

El Presidente americano, fue el primero en promover la transfusión de suero de convalecientes y las pastillas hidroxicloroquina y azitromicina. El recurso del suero se debe reservar para casos graves.

Por lo expuesto, las mentadas pastillas y el referido suero pueden constituir la salvación de lo que va a quedar de la sociedad.

Concluida la cuarentena el sistema de salud de no estar preparado para los miles de afectados puede colapsar, produciendo una hecatombe.

Dentro de la pandemia referida, no decae la pandemia producida por los inmorales que pretenden aprovecharse en estas circunstancias del dolor del pueblo y de los recursos de las naciones. Acorde con lo que afirmo, es oportuno, aplaudir la enérgica actitud del doctor Pablo Celi, Contralor General del Estado, que dispuso un examen especial de los procesos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social -IESS- relacionados a la contratación de insumos para solventar la crisis sanitaria del coronavirus. Valiente actitud que quizá permita el castigo de los delincuentes.

 

30 de marzo de 2020

 

 Por: Fernando Borja Gallegos

17 de junio de 2016

El gran escritor ambateño Juan Montalvo, afirmó: “los mandamientos de la Ley de Dios rezan: no robarás, esto es, no robarás a nadie, ni a tu padre ni a tu madre, ni a tu prójimo, ni al Estado. Robar a la Nación es robar a todos: el que roba al Estado es dos, cuatro, diez veces ladrón: roba al que ara y siembra; roba al que empina el hacha o acomete el yunque; roba al agricultor, al artesano, al artista, roba al padre de familia; roba al profesor; roba al grande, roba al chico; el que roba al Estado, roba a todos y todos deben perseguirle por derecho propio y  por derecho público”.

Que gran verdad  dicha por Montalvo “al que roba al Estado hay  que perseguirlo”, pero ¿qué pasa en el mundo contemporáneo?: en Guatemala, el general Otto Pérez Molina y la señora Roxana Baldetti, electos para el periodo 2012 y 2016, Presidente y Vicepresidente de la República, respectivamente, no concluyeron su mandato, pasaron del Palacio de Gobierno a la cárcel, lugar donde se encuentran a órdenes de la justicia ordinaria a fin de que respondan por la red de corrupción aduanera conocida como “la línea” de la cual formaban parte; la economista Dilma Rousseff, Presidenta del Brasil, desde el año 2011, fue suspendida de su alto cargo por el Senado de la República en mayo del presente año, imputada de “maquillar el presupuesto del Estado”. Su vicepresidente Michell Temer la reemplazó, personaje que también es investigado por la justicia. En la Argentina varios funcionarios de la administración Kirchnerista se encuentran detenidos acusados de múltiples delitos, entre otros, José López, ex Secretario de Obras Públicas,  que la policía lo capturó enterrando más de ocho millones de dólares, en efectivo, en un convento de Buenos Aires.

Que decir de la investigación del “caso Petrobras” que lleva el integérrimo juez Sergio Moro, que retomó el caso, una vez que el magistrado Teori Zavascki, del Supremo Tribunal Federal Brasileño lo remitió el expediente a fin de que continúe con la investigación del ex presidente Lula da Silva, respecto del “triplex en la playa y la casa de campo”, propiedades “sobre las cuales sospechan de que han sido pagadas por empresas conectadas con Petrobras”.

El juez Sergio Moro tiene mucho prestigio en Brasil, ya que desde marzo de 2014 avocó conocimiento de "Lava jato", que comprende sobornos de Petrobras, el cual es calificado como el mayor escándalo de corrupción en Brasil.

En el Ecuador, es fundamental que se investigue y se castigue a todos aquellos que se han apropiado de dineros del erario nacional, concretamente, en los casos atinentes a Petroecuador y a la Refinería Esmeraldas.

Si agregamos a este torbellino de delitos y delincuentes, la no menos sonada tempestad social que produjo la valiente y ejemplar conducta de la Fiscal General  de los Estados Unidos de América Loretta Lynch, que denunció a los principales personeros de la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA), por haberse apropiado indebidamente de dineros de la Federación y obtuvo que varios de los imputados reconozcan los cohechos que cometieron y, por ende, sean sometidos a la Justicia para que paguen por sus crímenes y delitos.

Debo subrayar que la respetable Fiscal General de los Estados Unidos, sostuvo públicamente, lo siguiente: “que nada ni nadie está por encima de la Ley y que la Justicia perseguirá a aquellos que han delinquido sin tener en cuenta lo poderosos que sean”. “Con esta acción, hemos dejado muy claro una vez más que los Fiscales de todo el mundo se mantendrán unidos para extirpar la corrupción y llevar a los malhechores ante la Justicia sin importar donde estén, sin importar cuan complejos sean sus crímenes, sin importar lo poderosos que sean”.

Las precedentes declaraciones de la Fiscal General Lynch, afirman la esperanza de la mayoría de los habitantes de la Tierra, de que se castigará a los que se apropien de los dineros públicos, ya que la conducta de esos individuos cae dentro de lo penal: peculado, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y, además, atenta contra los derechos humanos, que impide que esos recursos se los invierta en salud, educación y alimentación de los más necesitados.

Formulo votos porque la Fiscal Lynch, sea designada Secretaria General de las Naciones Unidas, a fin de que instituya una oficina que coordine la actividad de los Fiscales encargados de investigar delitos contra los Estados; y, que el Juez Moro de Brasil, sea designado Secretario de la Organización de Estados Americanos. Las cualidades morales de los citados magistrados constituyen garantía de moralidad.

 

Por: Fernando Borja Gallegos

1 de junio de 2016

En el mes de agosto de 2011, publiqué mi libro “El féretro de una mujer apasionada: su tortuoso itinerario” y en el mes de octubre de 2014, la segunda edición que, con el título de “Evita Perón- el féretro de una mujer apasionada, su tortuoso itinerario-”, abordan lo atinente a la vida de María Eva Duarte de Perón, mujer excepcional sin la cual Perón no habría sido lo que fue, ni la clase obrera, ni los desposeídos hubieran tenido conciencia de sus irrenunciables derechos individuales y colectivos. Inspiradora y, por ende, patrocinadora de la ley que otorgó el voto a las mujeres el 11 de noviembre de 1951.

En los referidos libros, sostuve que vastos sectores de la población aspiran que con la llegada de un nuevo gobierno se adopten medidas positivas que repercutan en su bienestar. Que lamentablemente, como normalmente ocurre: toma posesión el nuevo jefe de Estado, pronto olvida las promesas de campaña, se burla de sus electores, desatiende a la opinión pública, pretende acallar a la prensa libre, incrementa y alienta la corrupción y, entonces, viene el desaliento, impera la desesperanza, se generaliza la tristeza.

Ante la carencia de líderes, de dirigentes gremiales y sociales, aparecen las indignadas y los indignados, que dio lugar a la gran movilización mundial de 15 de octubre de 2011 y, que inspirada en ella, produjo el 15 de mayo del mismo año, manifestaciones en más de mil ciudades de unos 90 países. Fueron etiquetadas, en la memoria colectiva, esas manifestaciones,  como el  “15 O” y el “15 M”,  las que asumieron una posición clara y enérgica de rechazo a lo establecido. Destaqué el pedido de ellos, que se sintetiza en los siguientes términos:

Que se vayan todos. Que se vayan todos los culpables: es tiempo de rectificar. Basta de despilfarro de dineros públicos, basta de inmoralidades, basta de mentiras, basta de impunidad.

En este preciso mes, junio de 2016, los indignados de ayer son los enardecidos de hoy, protestan en contra de los autores, cómplices y encubridores de los desafueros, de la pobreza, de todo lo malo que enfrenta la sociedad en el mundo contemporáneo.

Las movilizaciones de 15 de octubre  y de  15 de mayo de 2011, se tomaron las principales plazas de Madrid, Roma, Santiago de Chile, Bogotá, Nueva York, Bruselas, París, Buenos Aires, Sao Paulo, Tel Aviv, entre otras; y, en varios países, en virtud de esos reclamos, se pararon desahucios, se declaró parte de la deuda ilegítima y se impuso multas millonarias a grandes bancos y corporaciones.

Los detentadores del poder, en la mayoría de los casos, con el cuento de salvar el sistema financiero, pusieron impuestos a los más pobres atentando contra el bienestar de las mayorías populares.

Lo precedente, trae a la memoria los momentos difíciles en que se debaten los pueblos de Venezuela, Brasil, Guatemala, Honduras, etc. Estados en los que, sus principales personeros, se hallan sujetos a investigación judicial; y, sus habitantes reclaman justicia, libertad y auténtica democracia.

Por  René de la Torre Alcívar

Administrar Justicia no es fácil, para que los Operadores de Justicia, Jueces, Fiscales, y Notarios actúen correctamente, es indispensable que tengan independencia pero que al mismo tiempo sus decisiones sean transparentes, de tal manera que quienes las conocen concluyan que en verdad la Justicia es un Servicio Público. Por desgracia no se respetan las tablas procesales ni las leyes que invocan. Cuando se leen ciertos fallos salta a la vista que quienes la firman no cayeron en cuenta de lo que hacían.

El Ab. Franklin Izurieta Vasconez  en la página editorial del rotativo El Diario, el 20 de febrero del presente año, con toda razón afirma: Los abogados merecemos respeto”, y también afirma: Los abogados ecuatorianos y en particular los manabitas hemos visto disminuido nuestro prestigio en los últimos años”.

Esto sucede porque muchos Jueces, Fiscales y Notarios, actúan por amiguismo, por presiones indebidas, y a veces por motivos inconfesables. Frente a estas conductas los Órganos de Control disimulan iniquidades, y así, la mayoría de los abogados caen (caemos) en desprestigio.

Para corregir falacias, los abogados en libre ejercicio deben (debemos) desterrar todo procedimiento que estimula dadivas. “tramiton el invisible” siempre está en acción.

Cuando los Operadores de Justicia en sus fallos y procedimientos se burlan de las tablas procesales y de las leyes que invocan, debemos decirlo con franqueza corriendo todo riesgo.

Invito al Dr. Franklin Izurieta Vasconez a luchar, no solo para que los abogados merezcamos respeto, si no para que honremos la difícil profesión de defender la Justicia, ya sea que actuemos en libre ejercicio o como Operadores de Justicia.

Me desconcierto cuando leo el fallo que en la parte resolutiva dice que se revoca la sentencia apelada y a renglón seguido se diga que se dicta sentencia inhibitoria (juicio N. 13302-2013-0092). Eso es una burla a la Ley.

Cuando leí la escritura celebrada el 7 de octubre del 2019 por el señor Notario Suplente de Montecristi, me dió escalofríos. No sé cómo el señor Notario pudo celebrar esa escritura. El señor Delegado del Consejo de la Judicatura de Manabí conoce el caso. Todo se disimula.

En el juicio N. 13334-2016-01293 el Juez dicta sentencia y declara con lugar la demanda y ordena la inmediata restitución del bien despojado, y al mismo tiempo le concede 30 días de término para que se desocupe el bien. Quien entiende estas falacias?.

Jueves, 05 Marzo 2020 01:48

¿DIOS AYUDA A LOS MALOS?

Escrito por

Por Fernando Borja Gallegos

28 de septiembre de 2016

Sí, Dios ayuda a los malos, momentáneamente, para saber si son tan malos… o si tienen una reserva de bondad. En todo caso, conviene ser naturalmente bueno… no tan bueno, porque caes en la indefensión.

En el Ecuador se avecina una campaña electoral con miras a captar la presidencia de la República en el año 2017. Integrantes de movimientos sociales, representantes de partidos políticos, actores políticos, presentaron “Propuestas de campaña”, que abordan desde la economía productiva hasta las libertades públicas, sin omitir los derechos ciudadanos, la democracia, la ética y la lucha contra la corrupción.

Todos piensan, analizan, meditan, respecto de los precandidatos, cuyos nombres serán sometidos a primarias internas, para luego, en asamblea general elegir a los candidatos definitivos.

En la palestra encontramos más de diez candidatos o precandidatos: no hay retos, combates, pugnas, en cierto sentido, casi todos son iguales. Muchos de ellos colaboraron con el actual gobierno, ya como ministros de Estado, directivos, altos funcionarios. Apoyaron al economista Correa en la contienda electoral, contribuyeron a su triunfo, cooperaron para ejecutar sus planes. Por ende, ¿la discrepancia es real o aparente?, ¿el desacuerdo es verídico?, ¿la distancia es cierta?

No se debe estigmatizar a los colaboradores del actual régimen. Tampoco azuzar a la muchedumbre en contra de los coparticipes de otros regímenes, en el juego democrático, principalmente en el Ecuador, “la dirigencia política” ha colaborado con todos los jefes de Estado.

“Qué fácil resulta eso de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, es un adagio que encierra una gran lección.

¿Cuántos ministros del Dr. Jamil Mahuad, desempeñaron cargos en el actual gobierno?, ¿cuántos ministros del Coronel Lucio Gutiérrez colaboran con el régimen?

En el actual momento preciso, se debe estimular al pueblo a fin de que busque la verdad de los hechos acaecidos en el pasado y en el presente y una vez enterado de ellos, con conocimiento de causa, deposite su voto por lo que considere la mejor opción para la República en las próximas elecciones.

Al final, que no tengamos que rememorar, aquella copla castellana:

“Vinieron los Sarracenos

y nos molieron a palos,

que Dios ayuda a los malos,

cuando son más que los buenos”

Por Fernando Borja Gallegos

 27 de septiembre de 2016

Todos se preparan para la “gran fiesta de la democracia” prevista para el 19 de febrero de 2017, en la cual se elegirán presidente y vicepresidente de la República y miembros de la Asamblea Nacional.

Desde tiempos remotos, los aspirantes combinan exposiciones, música, discursos, festivales con payasos, bailes, también se incluye abundante comida, como aguados de gallina y, el más popular, el tradicional sanduche con la respectiva cola.

Los candidatos ponen todo el coraje y la pasión a los discursos que pronuncian. Buscan cuidadosamente impactar a sus seguidores con un estilo diferente, prometen dar solución a todos los problemas, sean estos políticos, económicos o sociales.

Es impresionante e inolvidable “el acto de campaña” la música suena, el licor circula y los anhelos y transitorios pesimismos se esfuman en el ambiente.

La fiesta de máscaras y disfraces se convierte en una gran ocasión para captar adeptos. Sin embargo, algunos advierten que todos los discursos de los aspirantes a cargos de elección popular son iguales, tratan de complacer a sus partidarios, abordan superficialmente los problemas que aquejan a la mayoría de los ecuatorianos, sin nada de fondo, vacíos, huecos e intrascendentes.

En medio de ese laberinto, aparece la clara visión de la máscara que cubre aquel rostro que oculta su verdadera cara. Exterioriza sentimientos de solidaridad, de bondad infinita, de reivindicaciones sociales, de igualdad, de respeto a sus semejantes. Pero es tarde, la máscara cae milagrosamente y el impostor es descubierto… El disfraz ya no oculta su personalidad… todo termina, la fiesta concluye… el pueblo desengañado medita.

Es tiempo de radicales, todo cambia para bien a menos que enfermas mentes, busquen el fin de la República.

José Fouché el escurridizo, el tenebroso, el siniestro verdugo de opositores, en 1793, por encargo de la Convención destruyó Lyón. Lanzó, “la instrucción de Lyón”, documento que se adelanta en más de cien años a su época. En dicha instrucción dispone se ponga sobre las ruinas de la ciudad la inscripción “Lyón hizo la guerra a la República: Lyón ya no existe”.

En mi libro “Aquí existió un país: su noble pueblo no pudo contra la corrupción”, página 134, tercera edición, cito parte de la “Instrucción de Lyón”:

“Todo les está permitido a los que actúan en nombre de la República. Quién se excede en cumplirlas, quién aparentemente pasa del límite, aún puede decirse que no ha llegado al fin ideal. Mientras quede sobre la tierra un solo desgraciado, debe proseguir el avance de la libertad. La revolución está hecha para el pueblo; pero no hay que entender por pueblo esa clase privilegiada por su riqueza, que ha acaparado todos los goces de la vida y todos los bienes de la sociedad… La revolución sería un absurdo político y moral si no se ocupara más que del bienestar de unos cuantos cientos de individuos y dejara perdurar la miseria de millones de seres. Por eso sería un engaño afrentoso a la humanidad el pretender hablar siempre en nombre de la igualdad mientras separan aún a los hombres desigualdades tan tremendas en el bienestar… No os engañéis para ser un verdadero republicano, tiene que sufrir cada ciudadano en sí mismo una revolución parecida a la que ha cambiado la faz de Francia… Pasó la época de las decisiones tibias y de las contemplaciones. Ayudadnos a dar los golpes implacables o estos golpes caerán sobre vosotros mismos. La libertad o la muerte. Podéis elegir”.

Hoy, la República del Ecuador, enfrenta muchos desafíos, su dirigencia política abandonó el principio de que “es mejor sucumbir que pactar”, todas son máscaras y disfraces que ocultan el verdadero rostro de los propugnadores de aparentes cambios, por ende, el pueblo debe rememorar la mentada “Instrucción de Lyón” y actuar en concordancia. “La libertad o la muerte, podéis elegir”.

 

 

 

 

 

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