Por Hernán Patricio Orcés Salvador
La vida en general suele presentarse con altibajos, es decir momentos de felicidad y de gran bonanza y otros de amarguras y sinsabores y a veces de necesidades, pero precisamente las fortalezas que existen en nuestro ser más íntimo permitirá que aprovechemos y disfrutemos esos momentos buenos y que también podamos sortear y sobrellevar aquellos que nos resulten dolorosos y tristes.
Se ve y se observa en el diario devenir del tiempo, cómo la mayoría de nosotros nos esmeramos en nuestra vida en progresar y en esforzamos asiduamente por conseguir una vivienda propia, un carro propio, preocuparnos de la educación de nuestros hijos y disfrutar si las circunstancias nos permiten, incluso de viajes de satisfacción y de regocijo, pero al alzar nuestra vista y mirar el horizonte, vemos que la vida ha pasado aceleradamente y que nos vamos acercando al ocaso, sin haberlo previsto siquiera ni un solo momento.
Todo lo material que hemos logrado conseguir ilumina nuestro entendimiento y nuestra satisfacción de haber hecho algo positivo en la vida, pero vemos también que eso no ha sido lo más importante, pues nos damos cuenta que tiene más relevancia nuestra satisfacción espiritual de disfrutar cada momento de nuestra vida, compartiendo el día a día con nuestra familia, como esposa, hijos, nietos, hermanos y por supuesto los buenos amigos que siempre estarán junto a nosotros en las buenas y en las malas.
Resulta muy triste en las familias cuando algún ser querido se va de este mundo y aflige enormemente a su entorno y se ve el enorme sufrimiento que ello ocasiona y aquello nos hace pensar mucho sobre la transitoriedad de la vida y el hecho cierto de que sólo Dios sabe lo que nos tiene deparado; nos conmueve terriblemente esos sufrimientos y tratamos de hacer algo por manifestarnos con nuestros sentimientos de amor y de solidaridad para quienes estén sufriendo esos tristes acontecimientos.
Las vicisitudes de la vida se entienden como una alternancia de eventos positivos y negativos a lo largo del tiempo, siendo hechos o sucesos que pueden generar diferentes consideraciones o evaluaciones. Lo mejor sería pensar que nuestra condición humana debe estar predispuesta a recorrer este sendero de disfrutar lo bueno que se presente y afrontar con dignidad y altivez hechos que resulten desagradables.
Alguien decía: “El corazón no muere cuando deja de latir. El corazón muere cuando los latidos dejan de tener sentido”.
Por Hernán Patricio Orcés Salvador
Resultan inexplicables, incomprensibles y absolutamente irracionales todos los alarmantes feminicidios que se cometen permanentemente en nuestro país y también en otros, lo cual resulta totalmente repudiable e indignante, pues se está abusando de la mayor fuerza varonil en desmedro de la integridad femenina y eso debemos condenarlo.
Según las estadísticas en Ecuador en el año 2021 se materializaron 227 casos, mientras que en el 2022 fueron 273, siendo el año más violento en la historia para las mujeres en Ecuador y en lo que va del año se tabulan 73 muertes violentas de mujeres.
A ¿qué puede obedecer esta situación tan grave de violencia? ¿Qué está sucediendo con el comportamiento inusual y contrario a un sano y correcto proceder? Podría ser que estamos viviendo un momento de descomposición social, de carencia de valores humanos, donde la vida humana ha pasado a ser algo que ya no tiene valor alguno. Resulta que es fácil ahora infringir y que todo quede en la impunidad.
Debemos respondernos cómo sociedad que a lo mejor está fallando la educación en los propios hogares, en el sistema de educación, se ha dejado de inculcar valores morales y existe una falta de religiosidad y de respeto a la fe que nos inculcaron nuestros mayores de temor a Dios y de respeto irrestricto a la vida humana.
¿Qué debemos hacer para evitar situaciones como las que se producen constantemente? Quizás debemos volver a esa formación en principios y en valores, al respeto de la dignidad humana, a la solidaridad, al amor que debemos profesarnos entre todos nosotros; a sentirnos como hermanos y respetuosos de las leyes y de los principios que norman nuestra convivencia como sociedad.
Es cierto que una persona puede reaccionar irracionalmente por alguna incitación a la agresividad que puede provocar a lo mejor una discusión en pareja, donde probablemente se pierde el control, pero si somos seres racionales debemos evitar reacciones que pueden provocar hechos tan lamentables como el de abusar de nuestra mayor fuerza física como hombres en desmedro de una mujer, que siempre consideramos no puede ser ultrajada, ni maltratada, pues eso no es querer demostrar que somos más fuertes, ni es síntoma de machismo, es solamente una manifestación de debilidad y una noción de haber perdido el sentido del equilibrio y del control que una persona madura debe tratar de mantener en todo momento.
Por Dr. Hernán Patricio Orcés Salvador
El diálogo es el mecanismo más idóneo para solucionar las controversias. Es el medio más adecuado para ponerse de acuerdo en puntos divergentes y lograr con una apertura abierta y democrática conciliar posiciones diferentes. No es posible obstinarse en lo que un grupo piensa que sea la panacea y la verdad; debe escucharse a la otra parte e ir negociando punto por punto. No siempre se puede conseguir la totalidad de lo que se desea obtener.
Debemos poder dialogar entre esposos, hacerlo entre padres e hijos, entre amigos, en nuestro trabajo con nuestros jefes y subalternos, en la academia como profesores con nuestros alumnos y con sus autoridades, en los ministerios, en la Asamblea Nacional, en los organismos jurisdiccionales, el pueblo con sus autoridades, en fin en todos los estamentos del país y de la sociedad.
No es posible aceptar planteamientos unilaterales y extremistas que no llevan a ninguna solución. Hay que sentarse en unas mesas de diálogo, sin condicionamientos previos, con absoluta apertura y con un espíritu de civismo y de amor a la Patria y creo que se pueden lograr acuerdos definitivos y perdurables y no seguir continuando con esas actitudes de violencia y de beligerancia que no llevan a nada positivo.
Comúnmente, por diálogo entendemos el intercambio recíproco de información entre un emisor y un receptor a través de un medio oral o escrito, es decir, es una conversación entre dos interlocutores que se turnan en sus roles respectivos de emisor y de receptor de manera ordenada.
Paulo Freire decía: “La autosuficiencia es incompatible con el diálogo. Los hombres que carecen de humildad, o aquellos que la pierden, no pueden aproximarse al pueblo”.
Por Hernán Patricio Orcés Salvador
El domingo 5 de febrero del 2023 se realizarán las elecciones para elegir nuevas autoridades locales y nuevos miembros del Consejo de Participación Ciudadana. En realidad se ha convocado para elegir 23 prefectos y vice-prefectos, 221 alcaldes, 864 concejales urbanos y 663 concejales rurales, 4.109 vocales de juntas parroquiales rurales, 7 miembros del Consejo de Participación Ciudadana y el Gobierno aprovecha para proponer cambios en la Constitución con 8 preguntas a manera de un referéndum y 3 preguntas como una Consulta Popular.
Las ocho preguntas del referéndum para cambios en la Constitución se refieren en este orden a los siguientes temas:
Las tres preguntas de la consulta popular en este orden se refieren a los siguientes temas:
Para poder entender a qué se refiere un referéndum, un plebiscito y una consulta popular, sería conveniente referirnos a cada uno de ellos y de esa manera estar informados de lo que el Gobierno desea hacer con sus ocho preguntas que se ha mencionado serían de referéndum y tres de consulta popular:
1.PLEBISCITO. Es un mecanismo de participación ciudadana propio de los regímenes democráticos (aunque en algunos casos puede ejercerse en regímenes no democráticos) y que funge como instrumento de consulta directa a los votantes sobre algún asunto de excepcional importancia en la vida colectiva que, por comprometer el destino futuro de un país, debe realizárselo con absoluta claridad y transparencia.
2.REFERÉNDUM. Es el mecanismo de votación y consulta ciudadana que se verifica regularmente y que es objeto de disciplina constitucional en torno a la aprobación o rechazo referente a la creación, modificación, derogación o abrogación de leyes.
3.CONSULTA POPULAR. Es un mecanismo de participación ciudadana y una de las manifestaciones más amplias de la democracia participativa, mediante la cual pueden someterse asuntos de interés nacional, departamental, municipal o distrital, para que la ciudadanía defina directamente el destino colectivo de su territorio.
Resulta de enorme trascendencia que quienes votamos nos enteremos adecuadamente de las propuestas que los candidatos presenten, especialmente para las prefecturas y las alcaldías, sobre temas como: seguridad y convivencia ciudadana, economía, reactivación económica y movilidad, medioambiente y territorio y administración y gestión.
Dada la enorme proliferación de candidatos resulta muy complicado poder hacer una clara diferenciación de lo que realmente nos convendría para seleccionar los candidatos más idóneos, por eso es preciso tratar de inteligenciarnos de lo que los candidatos expresen sobre los temas mencionados y conocer también sus perfiles profesionales, su experiencia en la vida pública y privada y especialmente su intachable hoja de vida, pues asumimos que quienes participan en una elecciones tienen un recorrido absolutamente limpio y sin lugar a ningún cuestionamiento.
Que la sensatez, el buen juicio, la lucidez en las decisiones al momento de consignar nuestro voto, sean de absoluta meditación y certeza, para no incurrir en errores que posteriormente desencadenan en arrepentimientos y frustraciones, al observar que las obras no avanzan, que existe descuido y proclividad a que se susciten actos de corrupción, que se repiten a través de nuestra historia republicana.
Aspiremos a que tengamos un Ecuador más próspero, más pacífico, con trascendencia internacional, que se rescate ese ambiente de paz y sosiego, que fue siempre la característica de nuestra sociedad y podamos sentirnos siempre orgullosos de nuestra nacionalidad.
Por Ricardo Homs*
Es evidente que el presidente López Obrador es un hombre desconfiado.Seguramente a través de su larga carrera política ha sido testigo de dolorosas traiciones, engaños y deslealtades. El camino del poder generalmente transita por tierras fangosas e inseguras.
Con toda seguridad, -pretendiendo protegerse-, ha optado,desde que asumió la presidencia, por gobernar rodeado de gente leal, aunque no tenga experiencia, e incluso ni siquiera el perfil profesional mínimo.
Como consecuencia está pagando el costo de encabezar un gobierno ineficiente e incapaz para dar resultados.
La improvisación de funcionarios ha sido alarmante, dejando ir a gente muy profesional, experimentada y eficiente, para sustituirla con gente improvisada pero leal a su persona.
De este modo vemos que sus opciones para cargos importantes son gente cercana a él desde hace tiempo, recomendados y hasta familiares de sus colaboradores cercanos y amigos, como fue la propuesta de integrar a la Junta de Gobierno de Banxico a Omar Mejía Castelazo, quien no cubre el perfil para un cargo tan importante, -y menos aún-, comparado con la currícula profesional de Gerardo Esquivel, quien acaba de dejar el cargo de subgobernador de El Banco de México y a quien Mejía Castelazo sustituiría.
La curva de aprendizaje de los nuevos funcionarios ha sido muy cara para el país. Esta cadena de lealtades también ha propiciado una cadena de complicidades, de la cual aún no vemos su impacto final.
Sin embargo, para justificar la ineficiencia de esta nueva generación de funcionarios improvisados, -sin más mérito para ocupar altos cargos que la lealtad incondicional-, el presidente ha creado una narrativa de desprestigio para los que estaban antes, en la cual la corrupción es el tema más recurrente.
Si este gobierno fuese una gran empresa, ya se hubieran visibilizado los resultados operativos negativos, evidenciados por la presión de la competencia. Sin embargo, el gobierno opera como si fuese un monopolio y por tanto, tarda en visibilizarse el daño patrimonial resultante de la inexperiencia, de la falta de conocimientos y de la improvisación de muchos de los actuales funcionarios de alto nivel jerárquico.
No es lo mismo la política, que la administración pública. En la política el sentido común es suficiente, pero no en las acciones de gobierno, donde se requieren conocimientos altamente especializados y experiencia.
Otra hubiese sido la historia si el presidente se hubiera rodeado de los mejores funcionarios de este país y les hubiese puesto controles para garantizar la confianza.Si hubiese tenido como objetivo la eficiencia, su gestión hoy tendría el reconocimiento que le es tan importante.Sólo basta rascar un poco en los perfiles de los funcionarios que ocupan cargos importantes para descubrir la vinculación con él.
Con esta estructura, -formada a partir de la desconfianza-, este gobierno ha quedado atrapado en una red de lealtades y complicidades.La gente abusa cuando tiene la oportunidad de sacar beneficio personal y además, sabe que cuenta con la protección del poderoso, lo cual genera corrupción e impunidad.
La desconfianza no solo ha generado ineficiencia gubernamental, -sino que, además-, un entorno de conflicto que ha enrarecido el ánimo nacional.
La desconfianza que caracteriza a nuestro presidente ha sido una camisa de fuerza que le ha limitado, privándole de la oportunidad de tener a su disposición a muchos mexicanos preparados y experimentados que podrían haberle aportado su talento para ayudarle a construir ese gran proyecto de nación que prometió.
Si él no logró consolidar ese gran proyecto de país mientras tuvo el poder, menos lo hará su sucesor, aunque el haya logrado imponerlo de entre sus colaboradores.
LA PÉRDIDA DE CONFIANZA
Ya son muchas las organizaciones civiles y otras de tipo profesional que se han manifestado frente a la situación de la ministra Yasmín Esquivel Mossa como parte de la estructura de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo que está en juego no debiese ser la legalidad jurídica de la decisión final respecto a que le quiten o no el título universitario, -a partir del último veredicto de la UNAM-, que confirmó la existencia de plagio en un 90%.
Son las faltas éticas y morales que ella cometió después, -estando en su actual cargo dentro de la SCJN-, para justificar su versión.Estas faltas ponen en evidencia la “pérdida de confianza” en el soporte ético de sus decisiones dentro del máximo tribunal constitucional.Si la probidad y la honorabilidad de un impartidor de justicia deben ser incuestionables, más aún para quien forma parte del máximo tribunal jurídico.Su posición ya es insostenible y por tanto, ella debiese renunciar por propia iniciativa, ofreciendo una disculpa pública a sus compañeros y a toda la SCJN, así como también a toda la sociedad mexicana.
Sea cual fuere el resultado final, el caso de la ministra Esquivel seguramente sentará un precedente de gran significación que impactará la imagen de la justicia en México.
UBER EN CANCÚN
La amenaza de los taxistas en la Riviera Maya frente a la entrada de Uber y los servicios contratados a través de una aplicación digital, lo que evidencia es la existencia de monopolios que impiden la libre competencia.¿Por qué la COFECE, -entidad responsable de garantizar la competencia económica-, no se ha manifestado al respecto?
La prioridad debiese ser el derecho del ciudadano a tener el máximo de opciones para tomar su decisión personal respecto a la contratación de un servicio público.
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* Publicación tomada de diario El Universal con autorización del autor para portal ecuatoriano Noticias de Ecuador: www.radioequinoccio.com
Por Hernán Patricio Orcés Salvador
Muchas veces nos preguntamos en el transcurso de nuestra vida, cuando los años van pasando y nos encontramos en esa etapa que la denominamos la tercera edad, la ancianidad o simplemente la vejez, ¿cómo deberíamos enfrentarla?
Lo primero es seguir sintiéndonos completamente vigorosos y llenos de salud y de optimismo, saber que lo que interesa en esta etapa de nuestra existencia, es vivir el día a día con mucha felicidad, alegría y agradecimiento a Dios de que continuemos con vida.
Es preciso mantenernos activos, es decir hacer las cosas que nos gusta, pueden ser manualidades, la lectura, la escritura, ejercicio permanente, así sean caminatas, una comida sana y por supuesto lo más necesario disponer de las horas de sueño que los médicos recomiendan, de por lo menos siete u ocho horas.
Se puede decir que la vejez es una etapa en el ser humano que puede servir de mucho desarrollo personal, pues es factible emprender muchas actividades que quizás en la etapa activa de trabajo y responsabilidades probablemente no sé las podían realizar y que mejor ya disponer del tiempo para poder ejecutarlas. Todos tenemos ciertos hobbies que agradan nuestra vida y se pueden continuar cultivándolos con mayor asiduidad, haciendo posible que nos sintamos perfectamente capacitados y vigorosamente conscientes de que podemos seguir desarrollando muchas actividades con absoluta normalidad y destreza.
Francis Bacon decía sobre la vejez: “Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer”.
Por Ricardo Homs*
Seguramente el presidente López Obrador no dimensionó el alcance y profundidad de su declaración respecto a la lealtad de los pobres.
Espontáneamente, el miércoles pasado el presidente definió durante la conferencia mañanera que “ayudar a los pobres es ir a la segura, pues cuando se necesite defender a la transformación se contará con el apoyo de ellos”.
Y para que no quede duda, concluyó: “Es una estrategia política”.
Esta última declaración en boca del mismo presidente echa por tierra la visión humanista y generosa que nos quiere proyectar de su gobierno.
Esta declaración transmite importantes significados para entender la realidad cotidiana de nuestro país, pues define claramente los verdaderos objetivos de los programas de asistencia social, que para este gobierno son prioritarios.
Es evidente que detrás de esta estrategia política, -reconocida por el presidente-, está el objetivo de generar agradecimiento que se traduzca en dependencia, que a su vez pueda capitalizarse en votos.
Tenemos que reconocer que esta perversa visión de la seguridad social tiene más de cincuenta años, desde el gobierno del presidente Echeverría.
Fue desarrollada después por los gobiernos priístas que le sucedieron, así como por los panistas Fox y Calderón que mantuvieron esta política, hasta llegar a Peña Nieto.
Ésta ha sido la estrategia política del Estado Mexicano para mantener a los pobres como una reserva electoral a favor del gobierno en turno.
Por ello, -durante el priísmo del siglo XX-, cuando se pretendía proteger a un posible candidato presidencial se le mandaba a encabezar la SEDESOL, -como hizo el presidente Salinas con Luís Donaldo Colosio-, quien después de esta encomienda se convirtió en el candidato presidencial del PRI.
Sin embargo, lo que establece la gran diferencia entre el modelo anterior, -neoliberal-, y el de la 4T, es precisamente el cómo se instrumenta la política asistencialista de los programas sociales.
Los gobiernos anteriores realizaban las acciones asistencialistas de modo institucional y crearon toda una infraestructura organizacional para hacer eficiente la entrega de la ayuda gubernamental.
En contraste, la gran diferencia entre ambos modelos de gobierno es que, -bajo el argumento de combatir la corrupción-, el presidente López Obrador decidió desaparecer los programas institucionales y eliminar el modelo organizacional de entrega, a fin de hacer llegar el dinero directamente a los beneficiarios, sin intermediación y de modo individualizado.
De este modo desaparecieron las ayudas para las estancias infantiles y para las guarderías, para entonces entregar el dinero directamente a los papás, para que ellos cuiden a sus propios niños.
De esta forma el dinero recibido parece ser atribuido directamente al presidente… y el agradecimiento también.
La personalización de la ayuda asistencialista adquiere entonces un enfoque paternalista, que se vincula con la imagen de un caudillo que gobierna, todopoderoso y justiciero, que paga y premia la lealtad, pero también castiga la traición.
Esta visión política de la asistencia social también nos remite al modo en que desde el gobierno se trata el tema de la pobreza.
Si bien durante el neoliberalismo el gobierno en turno sacaba beneficio de los programas sociales, lo hacía de modo indirecto e institucional.
Por ello vemos que los gobiernos neoliberales estimularon la creación y operación de programas generadores de oportunidades laborales, así como el apoyo al microempresario.
El desarrollo de competencias laborales a través de la capacitación fue fundamental.
En contraste, entendemos hoy, – con la declaración del presidente del pasado miércoles-, que la idealización de la pobreza y su dignificación como un estado social deseable, lo único que pretende es mantener los niveles de pobreza para generar control social y político en el mayor número posible de población, a partir de asegurarles la sobrevivencia pero generando dependencia total del ciudadano respecto de las ayudas sociales, y con ello, tener garantizado el control del voto en las elecciones.
Es importante definir que el verdadero uso de los programas asistenciales, -desde una visión ética-, debiese ser temporal, excepto para quienes ya están incapacitados para participar en el mercado laboral, ya sea por la edad, -o por la salud-, como sucede en casi todo el mundo desarrollado.
El objetivo real de los programas sociales debiese orientarse, -para el sector de población que tiene potencial productivo-, hacia a la formación y desarrollo de habilidades, a fin de impulsarles a lograr su crecimiento personal y de calidad de vida.
A su vez, el gobierno debe convertirse en el promotor de oportunidades laborales que permitan a corto y mediano plazo, -a cada ciudadano-, alcanzar la autosuficiencia económica, para así ayudar a sus familias a transitar de la pobreza hacia la clase media.
Anunciar que en este año que inicia se anticipará la entrega de las ayudas sociales para no interferir en los procesos electorales parece ser un distractor.
Podríamos concluir que el objetivo de la 4T es mantener a quienes hoy están en la pobreza en su zona de confort, para así ejercer control a partir de sus necesidades básicas de sobrevivencia.
Por ello es evidente la animadversión manifiesta del presidente hacia la clase media, que por ser autosuficiente es exigente respecto a los resultados que se deben esperar de la administración pública.
Ahora ya entendimos que un México de pobres es el objetivo de la 4T, para mantenerse indefinidamente en el poder.
LA INFANCIA ROBADA
El video que circula en redes sociales, donde aparecen unos niños que con armas de juguete montaron un retén en una carretera y detienen a los automovilistas, en lugar de interpretarlo con simpatía infantil nos debiese llenar de gran preocupación, pues nos describe cómo está permeando la narcocultura en la niñez.
¿En cuanto tiempo más el crimen organizado los cooptará y les entregará armas de verdad para que se conviertan en sicarios y burlen la ley aprovechando los beneficios jurídicos de su edad?
Este es el México que no estamos viendo nacer.
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* Artículo autorizado por el autor para el portal Noticias de Ecuador: wwwradioequinoccio.com Tomado del diario El Universal de México.
Por Hernán Patricio Orcés Salvador
Lucidez en una persona se entiende cuando se encuentra en plena capacidad de expresarse, de comunicarse con soltura, de tener una conversación con absoluta coherencia y aquello realmente admira mucho cuando se trata de quienes por el transcurso del tiempo han llegado a edades que se podría decir bastante avanzadas, sin embargo nos dan muestras muy evidentes de que el paso del tiempo no les ha afectado en absoluto.
Nos ponemos a pensar que puede ser lo que permite que en esos casos se dé esa extraordinaria lucidez y quizás creemos que a más de sus propias condiciones biológicas, a lo mejor han llevado su vida con mayor alegría, han compartido más sus relaciones sociales, se han revestido de ese espíritu de paz y de sosiego y podría ser lo que les ha ayudado a recorrer admirablemente por ese sendero, que sería un ejemplo para todos quienes avanzamos en ese camino.
Otras veces, también podemos encontrarnos con los casos opuestos, de personas que han alcanzado esas edades avanzadas, pero que realmente no demuestran ese estado de lucidez que envidiamos sanamente en otras personas y más bien nos dan a entender que se encuentran a lo mejor en un avanzado estado de senectud y desesperanza y eso si nos entristece seriamente.
Creo que también es útil para nuestra salud física, psicológica, emocional y espiritual, en primer lugar si somos creyentes en un Dios, tener una permanente comunicación con Él, para lograr una paz interior y una confianza en esa fuerza poderosa para reconfortarnos permanentemente y en segundo lugar mantenernos siempre ocupados y entretenidos, sea con actividades manuales o si somos inclinados a la lectura, la escritura, los ejercicios, es decir permanecer siempre activos.
Alguien decía: “Llegar a viejo cargado de lucidez con elocuencia y clarividencia, es la más hermosa experiencia en la relativa y amenazante decadencia”.
Dr. Hernán Patricio Orcés Salvador*
Hay que tener mucho amor a las cosas que se hacen, trátese de nuestro trabajo, de nuestra profesión, de nuestros hobbies, de nuestros deportes, de nuestras actividades de cualquier índole, en definitiva de todo aquello que pensamos que nos debe dar felicidad y gozo y que a través de su realización no sentimos el paso de las horas, pues éstas transcurren tan rápido que parecería que nos falta tiempo para completar nuestras tareas.
Especialmente me quiero referir a lo que se relaciona con el trabajo que efectuamos, lo que hacíamos anteriormente o que vemos su accionar en otras personas y estaría por supuesto incluida la actividad profesional porque podría ser ese nuestro trabajo predominante.
Da alegría y admiración observar a tantas personas y puede ser sobre todo en nuestro vínculo familiar más estrecho, especialmente los hijos, y verles que se esmeren tanto en cumplir su trabajo con puntualidad, responsabilidad y con mucho profesionalismo y que se levanten con el mejor ánimo de realizar sus tareas diarias, sin importar el estado del clima, puede ser de calor, frío, lluvia, sol o cualquiera otra circunstancia adversa, que pensaríamos podría hacer decaer el ánimo, pero no, vemos con que alegría y gozo inician sus actividades diarias, el desarrollo de su jornada de trabajo y cuando concluye la misma. Ese regocijo y esa alegría en todo momento demuestra, ese inmenso amor que tienen a su trabajo.
Qué frustrante es en cambio, cuando otras personas a las que observamos en su diario trajinar, que se le levantan con todo el desánimo del mundo, sin ninguna alegría y van a su trabajo solo por el hecho de que tienen que cumplir una tarea y sobrellevar una carga. Qué decepcionante aquello, porque se ve su poco interés por sobresalir y superarse.
Que importante amar lo que hacemos y habernos entregado con todo el afán de cumplir lo mejor y dejar un testimonio y un paso imperecedero por donde nos haya tocado transitar en nuestro camino y que mejor si ha sido de logros y realizaciones del trabajo realizado.
Se tienen casos extraordinarios de esos seres privilegiados dedicados a la ciencia, que amaban tanto lo que hacían, que ni siquiera dormían las horas necesarias, dejaban muchas veces de comer y de compartir con otras personas, por dedicarse a las ciencias; pasaban horas y horas encerrados tratando de demostrar sus teorías y no paraban hasta que sus investigaciones llegaran a buen término como es el caso de Galileo, Newton, Einstein y Hawking para citar unos pocos casos.
*Damos la bienvenida al doctor Hernán Patricio Orcés Salvador, prestigioso catedrático de la Universidad Central, que se incorpora como columnista de nuestro portal www.radioequinoccio.com.
Por Ricardo Homs*
Después de escuchar las declaraciones de Adán Augusto López, -secretario de gobernación, respecto a que 2023 será el año de Pancho Villa porque fue “un gran transformador”, un gran revolucionario, “digno de alabarse”, se entiende el confuso contexto político actual.
Este importante funcionario destacó que la Cuarta Transformación comparte con él ideales. Esto exhibe la poca cultura histórica que tienen los líderes de la 4T, quienes utilizan estereotipos históricos básicos, conformados con base en mitos que carecen de sustento en la realidad.
La Cámara de Diputados decidió decretar al 2023 como año de Francisco Villa, -ya convertido en héroe-, no obstante que es de sobra conocido que su origen, -previamente a su integración a la revolución-, fue dirigir una banda de asaltantes, teniendo el antecedente de haber perpetrado un asesinato.
No es lo mismo forjar una identidad de personajes que vivieron hace 300, 400 o hasta 500 años, -de quienes las únicas referencias son documentos, que pudieron haber sido redactados con carga emocional de filias o fobias, dependiendo de los intereses personales o de grupo de quien narró el acontecimiento-, que describir a personajes históricos ubicados en un pasado reciente, cuya identidad se sustenta en haber escuchado testimonios de primera mano, respecto a su vida y conducta pública.
El idealismo de la primera etapa de la revolución mexicana finalizó con el exilio de Porfirio Díaz y el inicio de la presidencia de Francisco I Madero, acompañado de José María Pino Suárez en la vicepresidencia.
Lo que vino después del asesinato de Madero y Pino Suárez fue la lucha por el poder y las ambiciones personales. En ese contexto se ubica la presencia de Doroteo Arango, -más conocido como Pancho Villa-, en la revolución mexicana.
Podemos reconocer el genio militar de su incursión en Columbus, Ohio, en 1916, así como otras hazañas.
Sin embargo, reconocer en él ideales y valores sociales equivale a tener una visión muy superficial y estereotipada de nuestra historia.
Desconocer la barbarie que significaba la llegada de la División del Norte, -ejército que él comandaba-, a cualquier poblado o ciudad representaba una tragedia que se traducía en ejecuciones sin justificación, el pillaje sobre la población civil y el abuso sobre las mujeres del lugar. “Mátenlos y después averigüen” es la frase suya que ha pasado a la posteridad
Muy diferente era la existencia de una causa enarbolada por varios de los jefes militares de esa época, como lo fue la motivación de la lucha agraria de Emiliano Zapata, o la visión de estado de Venustiano Carranza, que incluso propició la promulgación de la Constitución del 5 de febrero de 1917.
Hablar de historia simplemente “de oídas” es un grave riesgo para un funcionario del nivel de Adán Augusto, responsable de la política interior de nuestro país y aspirante a la presidencia de la república.
Hablar de historia exige la existencia de una cultura básica, como la que tenían los políticos de antes. Por ello, cuando no se domina un tema, es mejor evadirlo de cara a la opinión pública.
Hoy que vivimos la era de la transparencia, la información en línea y en tiempo real, se debe ser cauteloso al emitir declaraciones ante la prensa.
Narrar la historia como si fuesen “recetas de cocina” abona a la desinformación y creación de mitos.
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Ricardo Homs*
La victimización colectiva, -de un país-, es la más efectiva estrategia de manipulación que puede utilizar un gobernante para mantener el control político y social, pues le permite asumirse como el héroe reivindicador de importantes agravios y fortalecer de modo incondicional la vinculación con la gente, creando el fenómeno de la división, que confronta: entre víctimas y abusadores… entre patriotas y traidores.
Esta estrategia ha sido utilizada en ciertos periodos en muchos países, -incluidos de Europa-, donde han surgido líderes que tomando esta bandera de la reivindicación de viejos agravios han logrado llegar al poder de forma autocrática, utilizando las puertas que abre la democracia a través de la demagogia comunicacional.
Sin embargo, cuando los agravios vinculan aspectos étnicos, -el poder que se deriva del rol reivindicatorio frente a agravios-, se vuelve totalmente emocional e incondicional.
Hitler llegó al poder en Alemania a través de elecciones democráticas, construyendo una narrativa emocional de tipo étnico que representaba lo que quería escuchar su pueblo que se sentía víctima, -por su derrota en la primera guerra mundial y por la destrucción de su economía- pues a partir de entonces fue que empezó a padecer pobreza.
Los ahorros de la comunidad judía radicada en Alemania permitieron a estas familias enfrentar de mejor forma la crisis económica que llegó con la derrota sufrida en la primera guerra mundial, y ello les convirtió, -como grupo étnico-, en el objetivo de una campaña política que derivó en la persecución e intento de exterminio, todo esto con la aprobación del pueblo alemán. La campaña se centró en culpar al pueblo judío de la crisis económica y a cambio ofrecer la reivindicación de la raza aria, origen del pueblo alemán. Expropiaciones, persecuciones y exterminio fueron la consecuencia.
Lo demás es historia conocida. El enfoque étnico de los agravios, -en una narrativa demagógica y populista-, termina siendo de alto impacto entre la población que guarda resentimientos y encono.
Por ello en América Latina hoy podemos ver dos perfiles dentro de los países que se incluyen como gobernados por la izquierda: los del cono sur, que traen fuerte presencia ideológica, -más cercana a la lucha partidista europea, como son Argentina y Chile-, por citar sólo dos, que son países creados principalmente a partir de las migraciones europeas, -y por otra parte-, está la América Latina con fuerte tradición de agravios étnicos, ocasionados por invasiones extranjeras, contra los pueblos originarios.
Los supuestos agravios étnicos nunca tienen ideología y por ello pueden surgir de la izquierda o la derecha. Por ello podemos identificar que el objetivo de quienes llegan al poder en estos países respaldados por ideología de izquierda en nuestra América mestiza, no cuentan con el mínimo bagaje intelectual de esta doctrina política. Su objetivo final es alcanzar y acrecentar poder alrededor de un caudillo carismático que asume una identidad paternalista.
Esta es la realidad cotidiana de los gobiernos que bajo esta etiqueta han llegado al poder, desde Bolivia hasta México. La incongruencia ideológica es manifiesta y por ello los verdaderos socialistas se han deslindado de ellos.
En México vemos una perversa manipulación de nuestra historia desde que este país es independiente. Quienes nos han gobernado desde el siglo XIX desarrollaron la narrativa de una conquista violenta, sangrienta y brutal, perpetrada a través de una invasión militar. Por tanto, como derivación se considera que el nacimiento de nuestra nación se debe a esta derrota y la posterior sumisión al gobierno español, lo que nos coloca en la posición de víctimas.
Sin embargo, la derrota de Tenochtitlán, -ciudad defendida por un ejército de 150 mil guerreros aztecas-, según mencionan varias fuentes históricas, no pudo siquiera ser intentada por los españoles, que eran solamente 850 soldados, 15 cañones y 16 caballos, sino alcanzada por un ejército de 136 mil guerreros tlaxcaltecas, totonacas, cholultecas y otras etnias que se sumaron a esta expedición comandada por Cortés, durante el camino hacia la Gran Tenochtitlán, según describe el mismo Hernán Cortés al rey de España, Carlos I, en la tercera “carta de relación”.
Todos estos pueblos indígenas aliados de Cortés eran vasallos que pagaban altos tributos al imperio azteca, -en especie y bienes y además, con esclavos-, excepto los tlaxcaltecas que nunca habían podido ser dominados por los mexicas, pero eran sus rivales naturales.
Hernán Cortés y su gente fueron los estrategas que dirigieron a este ejército indígena, encabezado por sus propios caciques.
¿Cuándo se le ha entregado la copa del campeonato mundial de futbol al país de origen del director técnico? Mas bien se le entrega al país de los jugadores que en la cancha derrotaron a sus rivales.
Del mismo modo debemos dar el crédito de la derrota del imperio azteca a los pueblos que los enfrentaron y vencieron. Por tanto, nuestra nación se originó como resultado de una reestructuración geopolítica del mundo indígena.
Por ello, si no nacimos de una invasión extranjera, no tenemos por qué cargar el estigma de ser los herederos de una derrota militar frente a extranjeros, acontecimiento que no existió.
La pregunta que surge espontáneamente es ¿quién, -o quienes-, tuvieron motivos para tergiversar la historia de nuestro país?
Podemos dar como el más probable origen a la “Leyenda negra española”, la campaña de desprestigio montada durante los siglos XVI y XVII por los enemigos de la corona española, -Inglaterra y Francia-, contra sus adversarios, para manchar su reputación.
Sin embargo, los verdaderos genocidas fueron los ingleses frente a las tribus indígenas de Norteamérica, a las cuales despojaron de sus tierras y aniquilaron, -y a los sobrevivientes-, los encerraron en las “reservaciones”, que eran tierras de baja calidad, donde debían vivir.
Seguramente la “leyenda negra” permeó en nuestro propio territorio con sus mitos y leyendas entre intelectuales e historiadores nacidos en la Nueva España y después de la independencia de México, fue fácil hacer correr esta visión histórica en contra del país del que nos habíamos liberado. Los mitos con el tiempo se fortalecen y adquieren categoría de verdades históricas. Al magnificar los agravios cometidos por el país del que nos liberamos, crecía el valor de quienes lograron la hazaña.
La realidad es que de acuerdo a las “leyes de Indias”, -que regían la vida de la Nueva España-, estaba prohibido esclavizar indígenas o hacerlos trabajar sin paga, o en contra de su voluntad.
La propiedad de las tierras de las comunidades indígenas se respetó, dejándoles la posesión y dominio de ellas, tal y como era antes de la llegada de los españoles, de acuerdo a sus usos y costumbres. Además, el maltrato a los indígenas estaba penado.
Por estar prohibida la esclavitud de indígenas, los corsarios ingleses y franceses hicieron florecer el mercado de esclavos traídos de África. Fue hasta el 15 de septiembre de 1829 cuando el presidente Vicente Guerrero expidió un decreto que abolía la esclavitud, liberando a los afromexicanos.
A su vez, a partir de que los abogados de la Universidad de Salamanca dictaminaron, -como respuesta a la consulta que les hizo el rey Carlos I de España-, que no se debía imponer la religión cristiana a los pueblos indígenas, pues se debía respetar la “libertad de conciencia”, la evangelización consistió en un proceso de adoctrinamiento a través de la persuasión y el convencimiento.
Todo esto fue parte del conjunto de leyes que operaban durante la época de la “Colonia”. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que aún existiendo las leyes, hubiese habido abusos por parte de gente poderosa, como sucede incluso hoy día, que quienes gobiernan se burlan del estado de derecho.
La única forma de desmontar esa “VICTIMIZACIÓN” que nos derrota día a día, -como pueblo y como individuos-, y además nos divide y confronta, es desmentir los mitos con la verdad.
No olvidemos que la victimización sirve como herramienta de manipulación política y electoral.
Asumir el reto de concientizar a quienes nos rodean de que el nacimiento de nuestro país no fue una indigna derrota a manos de una potencia extranjera, sino una sublevación de los pueblos sojuzgados por el imperio azteca, en busca de su libertad.
De que nuestro origen como país fue la fusión de dos grandes civilizaciones, -la indígena y la europea-, y por tanto, como país tenemos lo mejor de estos dos mundos y esto nos hace diferentes a muchos países. Rescatemos el orgullo por nuestra identidad como mexicanos.
Cuando nos reconciliemos con nuestra historia, dejaremos de victimizarnos y de buscar culpables entre quienes nos rodean. No debemos juzgar hechos acontecidos hace varios siglos con los valores morales y sociales de hoy, pues sería negar la evolución de nuestra civilización desde aquellas épocas.
Sin embargo, queda la pregunta: ¿cómo llegamos a ser gobernados por la corona española, al grado de tener que afrontar una lucha de diez años para independizarnos?
La respuesta es evidente: después de la caída de Tenochtitlán se dio un proceso de culturización y asimilación y la sustitución de una cultura guerrera, -donde los poderosos, como los mexicas-, privaban de su libertad a los débiles.
Además, la sustitución de hábitos alimenticios, como la antropofagia, -o sea la costumbre de comer carne humana-, ya que las especies animales comestibles que aportaban proteínas eran muy pocas en nuestro territorio en esa época. Hoy sabemos que el origen del pozole era un guiso indígena a base de carne humana y maíz. Por ello al caer Tenochtitlán la historia narra que Hernán Cortés mandó traer de Cuba 300 cerdos para cruzarlos entre sí y así poder prohibir la antropofagia, lo cual fue bien recibido. Seguramente después llegó ganado vacuno, corderos y otras especies animales.
Quizá otro de los grandes cambios sociales fue la evangelización, que sustituyó los temidos sacrificios humanos practicados con sentido religioso. A cambio se ofreció la idea de un dios paternalista, bondadoso y todopoderoso, -superior a los que ellos adoraban-, que envió a su propio hijo para que fuese sacrificado por la humanidad, haciendo innecesario volver a ofrendar vidas humanas a ningún dios sediento de sangre.
Podríamos sintetizar que quizá la única conquista derivada de esta fusión de civilizaciones fue la de tipo cultural, que ofreció nuevos hábitos alimenticios y estilo de vida, así como la religiosa, a través de la evangelización.
Estas dos conquistas pacíficas, -logradas por la asimilación y derivadas del convencimiento y la reeducación-, fueron las que permitieron la creación de las instituciones que asumieron el control político de nuestro territorio, a favor de la corona española.
Por tanto, la difusión del redescubrimiento y reinterpretación de nuestra verdadera historia es la estrategia para sustituir la “victimización” que permite la manipulación política, -que hoy propicia el surgimiento de caudillos reivindicadores que apuestan por la confrontación, ávidos de poder-, para en su lugar ayudar a crear un nuevo ánimo colectivo de reencuentro, que nos permita construir un nuevo modelo de país, más próspero, equitativo y justo.
¿A usted qué le parece?
NOTA: El contenido de este artículo se encuentra ampliamente desarrollado en el libro titulado “México Dividido”, de Ricardo Homs y publicado por Harper Collins.Facebook: @Ricardo.Homs1Twitter: @homsricardo Linkedin: Ricardo Homs www.ricardohoms.com
* Este artículo publicado en el diario El Universal de México, se publica en el portal www.radioequinoccio.com con autorización del autor
Los ochocientos millones de analfabetos del mundo; los sesenta y ocho millones de América Latina y los dos millones que hay en Ecuador, probablemente no conocerán que, en su nombre, la UNESCO y demás instituciones encargadas de dar datos de este problema social, celebran el Día del Analfabetismo el ocho de septiembre de cada año.
No se enterarán porque esa inmensa mayoría de seres humanos están al margen de la atención estatal que se niega a satisfacer sus necesidades básicas que les permitan incorporarse al desarrollo nacional.
El analfabetismo en el Ecuador es la dramática situación de vida de millares de indígenas que sobreviven entre la miseria y el hambre, entre la desnutrición, enfermedades y la muerte, fenómeno que se arrastra desde siglos. Es que los gobernantes nunca han asumido con responsabilidad la solución a este problema sea por conveniencia o quizá por ignorancia.
El Ministerio de Educación Pública tiene programas de alfabetización con insignificantes fondos, pero jamás ha planeado una masiva campaña en que todos puedan participar. Aquella que propuso la Unión Nacional de Periodístas.UNP, fue la única, pero lastimosamente el solo enseñar a leer y escribir, sumar, restar o multiplicar no fue la solución para incorporar a ese sector de la población a los adelantos que la ciencia y la técnica proporciona y por encima de éstos para exigir sus derechos.
Los iletrados siguen sin poder interpretar la realidad nacional y siguen al margen del desarrollo, porque a este programa le faltó el complemento necesario y concomitante como es la educación sanitaria, la erradicación de las enfermedades crónicas, una mejor nutrición, más fuentes de trabajo, un mejor nivel de vida y la continuidad de la educación permanente.
El diputado liberal Raúl Clemente Huerta, propone un plan masivo e intenso de alfabetización, al estilo cubano. Esta iniciativa que, por primera vez se plantea en el país, sin duda alguna, si tiene aceptación del gobierno. Sería el primer paso real para erradicar definitivamente este fenómeno. Corresponde al Ministerio de Educación poner en práctica esta idea porque, como propone el legislador, a esta acción se unirían todos los ecuatorianos agrupados en instituciones, asociaciones y también los medios de comunicación social.
Si el reto si no lo acoge el Ministerio podrían asumirlo los partidos políticos que tendrían la oportunidad de demostrar que son organizaciones sólidas y estables y que les preocupa el bienestar de todos. Cada colectividad política podría movilizar a sus militantes y exhibir ante la República su auténtica fuerza, contando para ello con los recursos económicos que el Estado asigne y que como propone el diputado liberal no puede ser menor a doscientos millones de sucres anuales, por el lapso de cuatro años.
A esta tarea se incorporaría la radio, como el medio que mayor acceso tiene en el sector rural. Los marginados esperan que la fuerza del cambio se traduzca en hechos y que el plan gubernamental tome en cuenta a los millares de indígenas sumidos en la miseria y la explotación.
DIARIO EL TIEMPO DE QUITO
4 DE AGOSTO DE 1979
Espejo del Ecuador
VAN POR BUEN CAMINO
Javier Simancas C.
Es de justicia reconocer que los diputados de los diferentes bloques parlamentarios, tanto del Conservadurismo, Concentración de Fuerzas Populares, CFP, Izquierda Democrática, ID, Liberalismo y de los otros partidos con minorías parlamentarias, la manera de trabajar en la redacción y preparación de decenas de proyectos de ley que serán sometidos a conocimiento de la Cámara Nacional de Representantes.
Todos, sin excepción en un ambiente democrático, si cabe el término, han expuesto ideas, preparado documentos, buscado asesoramiento, de tal suerte que en este marco, el afianzamiento democrático de la República empezará de una manera sólida. Se vislumbra la posibilidad que el país entre a sembrar profundas raíces democráticas..
Ha sido preocupación de los legisladores preparar leyes de un alto contenido social, de solución de la economía nacional, para el mejoramiento de la salud del pueblo, de la educación. Capítulo especial es el relacionado con el problema de las universidades a cuyas autoridades han pedido estudios, informes e incluso un proyecto de ley para reemplazar a la legislación que está vigente cargada de espíritu autoritario y militar .
Los dos meses señalados por la nueva Constitución para debatir estos y otros proyectos de vital importancia para la vida del Ecuador, resultan cortos; sin embargo las comisiones legislativas permanentes que inmediatamente se instalarán realizarán un trabajo más sereno y en ambiente tranquilo para dar paso a tantos anhelos de de cambio en democracia.
Ya no se trabaja en función localista como en anteriores ocasiones; los diputados provinciales han visto que es mejor una planificación global del desarrollo nacional, incorporando a esos proyectos las necesidades sectoriales. Esto sin duda, evitará que los recursos fiscales no se distraigan y se emprenda en una acción por programas con financiamiento.
Muchos de los proyectos elaborados son coincidentes entre los bloques políticos. En ese campo ya piensan plantear reformas a la Carta Política; en lo social aspiran fijar un incremento del salario mínimo vital; en el educativo destinar más recursos y una readecuación de los planes y programas. También tienen listos proyectos para reordenar la política petrolera del país y tomar severas medidas contra la corrupción pública de la administración.
Es un alentador ejemplo el que hacen los diputados, en medio de un ambiente en el que ya sentimos la vuelta a la normalidad. Demostrar que hay interés para mejorar al país, es salud, es política, es anhelo de servir. Es cierto que el camino para restablecer las instituciones jurídicas es difícil, pero si el empeño que muestran los legisladores no se opaca, las cosas serán distintas.
Vemos un Parlamento integrado por jóvenes, junto a los experimentados políticos que serán el termómetro para controlar esos impulsos que buscan cambiar al Ecuador apresuradamente. El resto, aquellas cuestiones personales, estoy seguro, quedarán de lado frente al reto que tienen junto a los nuevos gobernantes.
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